Familiares de joven desaparecido bloquean la caseta de San Marcos de la México-Puebla
Luis Alfredo Lobaco Gutierrez desapareció desde el 31 de marzo en Chalco.
Luis Alfredo Lobaco Gutierrez desapareció desde el 31 de marzo en Chalco.
Familiares y amigos de Luis Alfredo Lobaco Gutierrez mantienen un bloqueo parcial en la caseta de San Marcos de la autopista México-Puebla, Estado de México, para exigir la aparición del joven, quien lleva mes y medio desaparecido.
Luis Alfredo Lobaco Gutierrez, de 28 años, desapareció el pasado 31 de marzo en San Mateo Huitzilzingo en el municipio de Chalco.
Los manifestantes se reunieron desde las 7 horas en el centro de Chalco, en el punto conocido como La Óptica, para caminar hacia el centro de cobro de la vía de acceso, en donde realizan cortes momentáneos a la circulación la mañana de este viernes 13 de mayo.
Poco después de las 9 horas, el contingente encabezado por la madre del joven desaparecido, Lucia Gutiérrez López, llegó a la caseta de San Marcos para realizar el bloqueo a la caseta para ingresar a Chalco desde la autopista México-Puebla.
“Él también merece regresar a casa”, “Más de un mes sin respuesta” y “Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos”, son algunas de las leyendas que se pueden leer en las pancartas que portan consigo los manifestantes.
Por su parte, Caminos y Puentes Federales (Capufe) aseguró que en la zona se mantiene una reducción de carriles por la presencia de manifestantes.
El bloqueo en la caseta de San Marcos se mantiene hasta el mediodía de este viernes, lo que ya generó complicaciones al tránsito vehicular sobre la Autopista México-Puebla con dirección a Puebla.
Como opción vehicular, los automovilistas pueden utilizar la carretera federal México-Puebla.
De acuerdo con la ficha de búsqueda, Luis Aleros tiene 28 años, es de complexión delgada, mide 1.70 metros y pesa 80 kilogramos.
Es de tez blanca, con cara ronda; su cabello es negro, la nariz achatada, la boca mediana, el mentón redondo y las orejas mediana.
Sobre sus cejas, la ficha de búsqueda agrega que son semipobladas, tiene los labios gruesos, los pómulos redondeados y los ojos de color calo medianos.
Como señas particulares tiene un tatuaje en la mano izquierda y una quemadura de aproximadamente 25 centímetros: en la mano derecha posee otro tatuaje con la leyenda “Lobaco”, así como una cicatriz en el lado izquierdo del abdomen de 8 a 10 centímetros.
El día de su desaparición vestía camisa color rojo, pantalón negro y tenis negros.
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