Perfil: Cártel de Jalisco Nueva Generación
Bloqueos en Zapopan, Jalisco, registrados el 9 de agosto. Foto: Ulises Ruiz / AFP

El Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) es un grupo criminal que surge como resultado de una serie de muertes, capturas y luchas con cárteles más antiguos. Es conocido por su agresivo uso de la violencia y su campaña de relaciones públicas. Hoy es una de las organizaciones criminales más importantes de México y, a pesar de la captura de algunos de sus principales cabecillas, el grupo parece continuar en expansión.

Historia del CJNG

El Cártel de Jalisco Nueva Generación surge luego de que el excapo del Cártel de Sinaloa, Ignacio Coronel, alias “Nacho”, fuera abatido por las fuerzas de seguridad mexicanas en julio de 2010. Antes de su muerte, Coronel daba órdenes a Óscar Orlando Nava Valencia, alias “El Lobo”, líder del Cártel del Milenio. Este grupo criminal traficó cargamentos de droga, manejó las finanzas del Cártel de Sinaloa y operó principalmente en los estados de Jalisco y Colima, posteriormente extendiéndose a Michoacán y Ciudad de México.

Al momento de la muerte de Nacho Coronel, El Lobo había sido capturado y el Cártel del Milenio había sufrido una serie de fracturas internas, dividiéndose en dos facciones: La Resistencia y Los Torcidos (La Resistencia acusaba a los últimos de haber entregado a El Lobo a las autoridades). En el vacío de poder que dejó la muerte de Nacho, ambos grupos se enfrentaron por el control del tráfico de drogas en Jalisco, y Los Torcidos se convirtieron en lo que ahora es conocido como el CJNG, surgiendo como los sucesores de la red del capo sinaloense en la región.

Nemesio Oseguera Ramos, alias “El Mencho”, es considerado el líder y fundador del CJNG, y sus socios originales fueron Erick Valencia, alias “El 85”, y Martín Arzola Ortega, alias “El 53”, ambos antiguos miembros del Cártel del Milenio. Abigael González Valencia, otro antiguo miembro del Cártel del Milenio, cuñado de El Mencho y líder de la organización criminal Los Cuinis, presuntamente ayudó a financiar el ascenso del CJNG. Varios medios de comunicación se han referido a González Valencia como el “operador financiero” del CJNG o incluso han afirmado que es una de las personas a cargo del grupo.

El CJNG ha sido asociado con el uso extremo de la violencia. En el periodo posterior al surgimiento del CJNG, la tasa de homicidios y las desapariciones forzadas y el descubrimiento de fosas clandestinas aumentaron considerablemente en Jalisco. El cártel también tuvo como misión inicial combatir a la organización narcotraficante de Los Zetas en el estado de Veracruz, bajo el nombre de Los Matazetas, a quienes algunas fuentes describen como un equivalente del CJNG y otras como una célula especial del grupo, responsable por los asesinatos. El grupo se atribuyó la autoría de la masacre de 35 personas en Veracruz en 2011, y un mes después las autoridades descubrieron los cuerpos de otras 30 presuntas víctimas del grupo.

En abril de 2015, 15 agentes de la policía mexicana fueron asesinados durante una emboscada en el estado de Jalisco, uno de los ataques más sangrientos a las fuerzas de seguridad en la historia reciente de México. El ataque fue atribuido inicialmente al CJNG, y el grupo fue acusado de otro ataque que se había dado en marzo de 2015, el cual dejó como resultado la muerte de cinco agentes federales. Varios oficiales mexicanos ya habían indicado que el grupo se encontraba fuertemente armado, con sofisticadas ametralladoras y lanzagranadas que fueron usadas en el ataque de marzo de 2015.

Recientemente, el CJNG ha estado involucrado en varios ataques contra funcionarios públicos. En mayo de 2018, el grupo intentó asesinar a Luis Carlos Nájera, exsecretario de Seguridad en Jalisco y en junio de 2020 cometieron un atentado en el que Omar García Harfuch, secretario de Seguridad de la Ciudad de México resultó herido. Ese mismo mes, un juez del estado occidental de Colima que había llevado varios casos contra integrantes del cártel fue asesinado junto con su esposa.

El CJNG también es conocido por dirigirse a la sociedad mexicana a través de una propaganda idealista, haciendo referencia a la solidaridad y prometiendo deshacerse de otros grupos criminales que operan en su territorio, como Los Zetas y los Caballeros Templarios —otro de sus enemigos acérrimos—.

Oficiales del gobierno mexicano han afirmado desde 2013 que el CJNG ha suministrado armas en numerosas ocasiones a las fuerzas de autodefensa que surgieron con el propósito de combatir a los Caballeros Templarios en el estado de suroeste de Michoacán, un punto de operaciones estratégico para los grupos criminales por su riqueza minera y por tener un gran puerto en la Costa Pacífica.

En ese sentido, el grupo también se ha involucrado en actividades “altruistas” para ganar base social en zonas estratégicas. En enero de 2020, por ejemplo, el grupo repartió juguetes a niños en comunidades en Veracruz donde mantiene disputa con Los Zetas Vieja Escuela. Durante la pandemia del coronavirus, el CJNG repartió víveres en varias localidades, incluyendo en la Zona Metropolitana de Guadalajara, la segunda ciudad más importante del país.

Liderazgo

El CJNG es dirigido por Nemesio Oseguerra Ramos, alias El Mencho. Por información que conduzca a su captura, Estados Unidos ofreció una recompensa de 10 millones de dólares, una de las sumas más cuantiosas que se hayan ofrecido; México, por su parte, ofreció una recompensa de 30 millones de pesos mexicanos (cerca de 1.6 millones de dólares).

Otros cabecillas importantes que han sido identificados por la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus inciales en inglés) son Erick Valencia Salazar, alias “el 85”, por quien las autoridades estadounidenses ofrecerían 5 millones de dólares, Ulises Mora Tapia, José Manuel Abouzaid El Bayeh y Alfredo Galindo Salazar.

Geografía

El grupo se ha expandido con rapidez. En 2020, el CJNG presuntamente logró tener algún grado de presencia en todos los estados del país, con excepción de algunas zonas en Sinaloa y el llamado Triángulo Dorado de la heroína.

Sin embargo, su dominio criminal se limita a la zona de Jalisco, Nayarit y Colima, al puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán, al estado de Veracruz y a la zona de hurto de petróleo que se extiende por los estados de Guanajuato, Puebla, Querétaro e Hidalgo.

Otros lugares estratégicos en donde el grupo tiene presencia fuerte, aunque se disputa con otras organizaciones son las ciudades fronterizas de Tijuana y Juárez, la región de Tierra Caliente –que abarca municipios en Michoacán, Guerrero y el Estado de México–, y la Riviera Maya.

Recientemente, la presencia del grupo en la capital ha sido más notoria, luego de un atentado en contra del secretario de Seguridad de la Ciudad de México en junio de 2020.

Además de su presencia en México, el cártel tendría contactos en Colombia, Perú, Bolivia, Centroamérica, Estados Unidos, Canadá, Australia y el sureste asiático, conexiones que usa para el tráfico de marihuana, cocaína y drogas sintéticas.

Aliados y enemigos

El líder del grupo criminal Los Cuinis, Abigael González Valencia, es cuñado de El Mencho. La relación entre ambos grupos no es clara; hay quienes consideran a Los Cuinis como el brazo financiero del CJNG, pero otras personas los consideran como dos organizaciones asociadas.

Algunos agentes de seguridad mexicanos han afirmado además que el grupo mantenía una alianza con el Cártel de Sinaloa. Sin embargo, desde 2012 se habían presentado rumores de una posible ruptura. Actualmente, el CJNG parece estar intentando desplazar al Cártel de Sinaloa al incrementar su presencia en territorios que solían ser controlados por ese grupo criminal. En agosto de 2016, los hijos del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fueron secuestrados durante un corto tiempo por el CJNGsegún confirmaron las autoridades mexicanas.

Por otro lado, a mediados de 2014 las autoridades informaron que El Mencho participó en una reunión en Coahuila en la que también estaban presentes los miembros restantes del Cártel de Juárez, la Organización Beltrán Leyva (OBL) y Los Zetas, una posible señal de que en México se estaría presentando un reajuste estratégico en el mundo del narcotráfico, y que el CJNG quiere cambiar de bando.

Hoy en día, los principales rivales y aliados del CJNG son grupos pequeños que surgieron de la atomización de los grandes cárteles o que se formaron alrededor de nuevas economías criminales.

En ocasiones, estos grupos le han ayudado al CJNG a ingresar a nuevos territorios. En Tijuana, por ejemplo, el cártel presuntamente se alió con remanentes del desintegrado Cártel de Tijuana formó una alianza llamada Cártel Tijuana Nueva Generación. En Ciudad Juárez, el CJNG presuntamente se alió con una fracción del Cártel de Juárez.

Sin embargo, estas organizaciones pequeñas también han sido una barrera para que el CJNG se apodere de territorio, ya que algunos de ellos están fuertenemente arraigados en sus comunidades.

En el céntrico estado de Guanajuato, el grupo se ha enfrentado al Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL), liderado por José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro” desde 2017. Este es un grupo que surgió a raíz del robo de petróleo y la batalla entre ambos ha dejado varios muertos. Actualmente, el CJNG parece haber desplazado al CSRL, el cual solo se ha quedado con el control de algunos municipios.

En la costa atlántica, el CJNG también está en guerra con una facción que se desprendió de Los Zetas, conocida como Zetas Vieja Escuela, además de una facción disidente del Cártel del Golfo, llamada Grupo Sombra. En abril de 2019, el CJNG estuvo involucrado en una masacre de 14 personas en el municipio de Minatitlán, donde todavía tienen presencia Los Zetas.

Uno de sus enemigos más antiguo es el grupo de los Caballeros Templarios, el cual se ha fragmentado en varias organizaciones pequeñas. Hoy, uno de los principales grupos son Los Viagras. El CJNG no les ha podido arrebatar el territorio en la región de Tierra Caliente.

En esta región también operan grupos de autodefensa. Ha habido rumores acerca de alianzas entre el CJNG y varias de estas organizaciones parapoliciales, ya que el CJNG presuntamente ha proporcionado armas de fuego de alto calibre a muchos de estos grupos. No obstante, también hay otros grupos como el Cártel del Abuelo, que solía ser de autodefensa, que hoy también se enfrenta al CJNG.

Finalmente, el CJNG también debe ocuparse de las divisiones internas. Una de ellas es el Cártel Nueva Plaza, que se conformó en 2017 luego de desprenderse del CJNG por disputas en torno a un asesinato que había sido ordenado. El Cártel Nueva Plaza no ha penetrado en Guadalajara —base de operaciones del CJNG—, pero está ejerciendo control sobre zonas del oeste y suroeste de la ciudad.

Perspectivas

El proceso de fragmentación de varios grupos criminales le permitió al CJNG –con su estructura relativamente jerárquica y disciplinada– ganar poder durante la década del 2010. Sin embargo, pese a su repentino crecimiento y consolidación en sus áreas de influencia, el grupo ha sufrido algunos reveses.

Los presuntos líderes de Los Cuinis ya fueron capturados. Abigael González Valencia, alias “El Cuini”fue arrestado en Puerto Vallarta, Jalisco, en febrero de 2015, Gerardo González Valencia fue arrestado en Uruguay en abril de 2016 y José González Valencia, alias “La Chepa” fue capturado en Brasil en diciembre de 2017. Esto pudo haber significado un golpe fuerte a las estructuras financieras del CJNG.

Además, el hijo de El Mencho, Rubén Oseguerra Gonzáez, alias “El Menchito”fue extraditado a Estados Unidos en febrero de 2020 y su hija, Jessica Johanna Oseguera, fue detenida ese mismo mes en Estados Unidos y actualmente espera juicio.

Varios lugartenientes del CJNG también han sido capturados o ultimados, tales como Víctor Hugo Delgado Rentería, alias “El Tornado” y Heriberto Acevedo Cárdenas, alias “El Gringo”. Luego del atentado contra el secretario de Seguridad de la Ciudad de México en junio 2020, un jefe de sicarios en Jalisco de alias “Vaca” también fue detenido.

Por otro lado, las autoridades en México han arremetido contra las finanzas del cártel. En junio de 2020, se congelaron unas 2 mil cuentas bancarias relacionadas al grupo. Varios negocios en Jalisco, Quintana Roo y la Ciudad de México que han servido para lavar dinero también han sido clausurados.

Aún así, el CJNG se ha mantenido en pie y no ha dado señales de contener su expansión. Los ataques de alto impacto han demostrado la magnitud del armamento que el grupo posee, así como a su nivel de sofisticación.

El declive de algunos de sus rivales, como el CSRL y Los Zetas Vieja Escuela, podrían darle mayores oportunidades al CJNG para que continúe apoderándose de economías criminales.

Este texto fue originalmente publicado en InsightCrime. Puedes consultarlo aquí

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