La solicitud de asilo de EU deja varados a migrantes y ayuda al crimen organizado, según HRW
La aplicación CBP One ofrece mil 450 citas diarias, cuando las llegadas a la frontera promediaron 7 mil 240 diarias entre mayo de 2023 y enero de 2024. Foto: Hérika Martínez/AFP/Getty Images

Una aplicación para teléfonos inteligentes del gobierno estadounidense que limita estrictamente las citas de asilo en la frontera entre Estados Unidos y México está dejando varados a migrantes vulnerables en México y enriqueciendo a los grupos del crimen organizado, según un nuevo informe de Human Rights Watch (HRW).

El informe, que se basa en entrevistas con más de 100 migrantes, así como con funcionarios y activistas, documenta cómo la aplicación CBP One, que es casi obligatoria para los solicitantes de asilo, ofrece mil 450 citas por día, cuando las llegadas a la frontera promediaron 7 mil 240 al día entre mayo de 2023 y enero de 2024.

Este “control digital” significa que los solicitantes de asilo deben esperar una cita o recurrir a pagar a grupos de trata de personas para que los ayuden a cruzar la frontera entre los puertos de entrada.

“La administración Biden afirma que su regla de asilo y el uso efectivamente obligatorio de CBP One interrumpirán las redes de contrabando”, dice el informe. “Human Rights Watch ha observado que, por el contrario, el control digital en México deja a los solicitantes de asilo vulnerables a la extorsión, el secuestro y la violencia.

“Y, al no tener otra forma de acceder a protección, es más probable que los solicitantes de asilo recurran a contrabandistas, enriqueciendo aún más a los cárteles criminales”, añade el informe.

La aplicación CBP One se convirtió en un requisito para los solicitantes de asilo en mayo de 2023, cuando Estados Unidos se preparaba para levantar el Título 42, una restricción a la inmigración de la era de la pandemia, y anticipaba un fuerte aumento de las llegadas a la frontera.

Ese aumento en las llegadas nunca se materializó, pero CBP One se mantuvo de todos modos.

Existen ciertas excepciones al requisito de una cita en CBP One, incluidos aquellos que pueden demostrar “una amenaza inminente de violación, secuestro, tortura o asesinato” o “una forma grave de trata de personas”.

Sin embargo, los investigadores de HRW documentan casos de solicitantes de asilo rechazados a pesar de describir cómo enfrentan tales amenazas en México.

En lugar de esperar una cita en México, muchos intentan cruzar la frontera entre los puertos de entrada. Algunos se ahogan en el Río Bravo, mientras que otros mueren por deshidratación en el desierto de Sonora.

Según datos de la Protección Fronteriza y Aduanas, 895 personas murieron en la frontera durante el año fiscal 2022, último año del que se publicaron datos. Eso marcó un aumento del 57% con respecto a 2021. Las organizaciones locales dicen que subestima la cifra real.

Aquellos que opten por esperar una cita pueden pasar meses en riesgo de ser secuestrados por grupos del crimen organizado.

“Es sistemático”, dijo Ari Sawyer, investigador de HRW. “Los secuestran, ponen sus teléfonos en modo avión, les toman fotos a ellos y a sus documentos, luego revisan sus contactos y llaman a números de Estados Unidos hasta que encuentran familiares a quienes pueden extorsionar por dólares”.

Una persona entrevistada por HRW describió haber sido secuestrada en el estado de Durango y haber visto quizás a otras 150 personas en el escondite donde estaba retenida. Otro, que fue secuestrado en Mexicali, dijo que vio a dos personas asesinadas a tiros cuando se resistieron.

Human Rights First, una organización de derechos humanos, documentó 13 mil 480 casos de secuestro y otros ataques violentos contra migrantes denunciados públicamente durante la administración Biden hasta diciembre de 2022.

En lugar de ofrecer protección, los funcionarios mexicanos a veces se confabulan con el crimen organizado.

En un caso, el alcalde y el jefe de policía de Matehuala, una ciudad en el estado de San Luis Potosí, fueron arrestados por su participación en una red de secuestro de migrantes.

Los funcionarios también suelen obligar a las personas a subir a autobuses que las llevan de regreso al sur de México, una política informal que se ha ampliado durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.

“Estas personas han cruzado Centroamérica, han atravesado México, están esperando una cita en CBP One, y luego la inmigración mexicana los recoge, los sube a un autobús y los transporta a la fuerza a la frontera con Guatemala”, dijo Sawyer.

Esto es parte del papel de México como agente de inmigración de Estados Unidos, encargado de reducir las llegadas a la frontera.

El año pasado, el número oficial de detenciones de inmigrantes se disparó a 800 mil. En los primeros tres meses de 2024 ya se han registrado casi 400 mil.

Cuando los migrantes son detenidos en México, no está claro qué procesos se siguen para determinar cuánto tiempo permanecen detenidos, dónde son liberados y si son repatriados. Pero cuanto más tiempo pasan en México, mayores son los riesgos que corren.

“Un sistema de citas basado en una aplicación sugiere la ilusión de orden e imparcialidad, pero en realidad CBP One pone a las personas en peligro y significa más ganancias y poder para los cárteles criminales”, dijo Sawyer. “Estados Unidos y México pueden y deben hacerlo mejor”.

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