Libros de texto
Archipiélago Reportera cultural egresada de la ENEP Aragón. Colaboradora en Canal Once desde 2001, así como de Horizonte 107.9, revista Mujeres/Publimetro, México.com, Ibero 90.9 y Cinegarage, entre otros. Durante este tiempo se ha dedicado a contar esas historias que encuentra a su andar. X: @campechita
Libros de texto
Especial
Hay más tesoros en los libros que en todo el botín del pirata
-La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson

Durante estos días se generó una polémica en redes sociales sobre la convocatoria que la Secretaría de Educación Pública realizó a través de la dirección general de Materiales Educativos para rediseñar los libros de texto gratuito. Se prendieron las alarmas por razones varias como la invitación a ilustradores y artistas para generar los materiales gráficos sin percibir un pago por dicho trabajo, situación que despertó tal indignación que colectivos como “No vivimos del aplauso” emitieron una carta dirigida a la titular de la SEP, Delfina Gómez y a Marx Arriaga, director del área que lanzó tan peculiar invitación. En la misiva expresaron “Si a quienes están convocando no es a profesionales sino a quienes realizan como pasatiempo todas las actividades enlistadas en la convocatoria, entonces los que no están siendo profesionales son ustedes.

Si no hay presupuesto es mejor dejar los libros como están que hacerlos al vapor”, por otra parte el ilustrador Ricardo Peláez, junto con más de 50 colegas y artistas, también enviaron una misiva señalando la responsabilidad del Estado de proveer una mejor educación gratuita a las niña y niños, así como de herramientas que fortalezcan su formación, en este caso los libros de texto gratuitos.

A estos llamados se sumó la preocupación por los contenidos de dichos materiales, tal y como dio cuenta Nayeli Roldán en Animal Político el 31 de marzo de 2021, la misión de renovar cada tema se realizaba por lo menos con 9 meses de investigación y la labor de expertos en pedagogía y diseño editorial, así como expertos en cada área, en está ocasión la convocatoria fue para maestros de grupo, jubilados y becarios para generar dichos contenidos en menos de dos meses.

Una misión titánica para los 2 mil 365 seleccionados que en sus manos tendrán, por decir menos, el futuro de estudiantes de tercero a sexto grado de primaria, ejemplares que para muchos serán su único acceso a datos, historia, formulación de sus primeros argumentos, valoración de su entorno.

Polémica que con la llegada de otro tema más urgente quedará en los millones de temas que saltan en los buscadores de internet y que de no atenderse con la seriedad y transparencia necesaria, dará como resultado paquetes de libros para el nuevo ciclo escolar sin el rigor necesario. Será que aquellos 117 errores de ortografía del 2013, serán superados, ojalá que no y que esa idea de elaborar materiales didácticos con conceptos más transversales sea la voz imperante y de paso se recule sobre el tema de pago por servicio y si no, que los responsables de la idea de renovación prediquen con el ejemplo y también atiendan sus labores sin privilegios y lo hagan por amor a la educación.

Decir que entre 2020 y lo que va de 2021, la educación básica y en general se ha enfrentado al futuro sin aviso y sin posibilidad de meter freno, estrés, dificultad de mantener el ritmo, desesperación y mucha frustración es la constante, pero sin ánimo de ofender hacia esas frenéticas sesiones virtuales se perfilan muchas licenciaturas, maestrías, diplomados, entonces valdrá la pena darle un poco la vuelta al hartazgo y pensar en las múltiples herramientas que están adquiriendo las niñas y niños con creación de contenidos híbridos, ante el panorama busquemos un espacio para compartir experiencias y conocimientos, dense tiempo para el juego, para sumergirse en una aventura lectora, los juegos de mesa o cocinar en familia con repaso en voz alta de las tareas, lo sé, no hay ganas y sí muchas preocupaciones, pero vale la pena el esfuerzo.

Como dato histórico, el origen de los Libros de texto gratuito fue  en 1959, cuando el entonces presidente Adolfo López Mateos instauró la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), por cierto, el escritor, diplomático y periodista Luis Martín Guzmán fue el primer presidente de dicha dependencia y en aquel entonces se dijo: El decreto de creación de la CONALITEG encomienda a los responsables de la Comisión: “Cuidar que los libros cuya edición se les confía tiendan a desarrollar armónicamente las facultades de los educandos, a prepararlos para la vida práctica, fomentar en ellos la conciencia de la solidaridad humana, a orientarlos hacia las virtudes cívicas y, muy principalmente, a inculcarles el amor a la patria, alimentado con el conocimiento cabal de los grandes hechos históricos que han dado fundamento a la evolución democrática de nuestro país”, no está de más mencionar que en aquella primera época, los libros de texto gratuito fueron redactados por  Agustín Yáñez, Alfonso Caso, José Gorostiza, Ignacio Chávez y Alfonso Reyes, fueron seleccionados por concurso y por su trabajo fueron gratificados con 75 mil pesos de aquella época. 

Por cierto, todos estos datos están en los libros. Buena semana y como siempre, agradezco su lectura.

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