Empoderar a los ciudadanos

“La oficina de política más importante es aquella del ciudadano privado”

Louis Brandeis

En uno de sus peores momentos, hace un par de semanas, el infame (y esperemos algún día convicto) subsecretario de salud Hugo López-Gatell afirmó con vileza que los niños con cáncer y sus familias eran parte de una especie de campaña de propaganda para desprestigiar al gobierno. Era uno de esos programas de propaganda oficial que ahora llenan el espacio en los canales de televisión del gobierno. El conductor del programa parecía satisfecho con la afirmación y la completaba con absurdas afirmaciones sin sustento.

Es quizá uno de los peores momentos de la televisión oficial que me ha tocado presenciar. De inmediato se hizo viral en las redes. La gran mayoría de las reacciones de quienes veían el extracto del programa que circulaba eran de asco, ira, repugnancia e incredulidad. ¿De verdad un subsecretario de salud estaba diciendo que unos niños con cáncer y sus familias afirmaban no tener medicinas solo para molestar al presidente? Sí, eso era lo que estaba diciendo.

En cuanto vio el video, Viviana Hinojosa, una increíble ilustradora con una enorme sensibilidad social, me escribió. El mensaje decía “Carajo Max, tenemos que hacer algo, esto ya pasó cualquier límite humano”. Así nació Niños Sanos, Niños Felices, una campaña que pretende ponerle un rostro humano a la tragedia, para que solo importe la salud de los pequeños. De inmediato, Viviana se puso en contacto con una heroína mexicana sin capa, Elena García, mamá de Alex, un pequeño con leucemia, que tiene la fortuna de contar con ella como madre, porque no solo lucha incansablemente por su salud, sino por la salud de otros 150 niños oaxaqueños con cáncer, que carecen de medicinas y tratamientos. Ella fundó Con Causa, una organización que busca algo muy sencillo: reunir fondos para comprar las medicinas que el gobierno les ha negado a sus hijos.

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Es así de fácil: estos pequeños tienen cáncer, el gobierno les ha negado el tratamiento y un grupo de padres hacen lo que pueden para conseguirlos. Le pedimos a Elena si podía conseguirnos el permiso de 20 padres para que sus pequeños fueran magistralmente ilustrados por Viviana. Elena le envió a la artista la foto y la breve historia de cada pequeñín. Y así salieron en diversas redes las primeras cuatro ilustraciones con las que arrancó la campaña.

Alisol, Ana, Víctor y Ricardo eran los cuatro primeros niños que llenarían las redes con su belleza infantil y su ternura. Ese miércoles 7 de julio, la Mega Colecta Milagro –organizada por Nariz Roja y Con Causa llevaba tres días activa– había conseguido reunir 439 mil 357 pesos de recaudación de 4 mil 393 personas. Hoy que escribo esta columna, 12 de julio, cinco días después, 31 mil 672 personas han donado ya 3 millones 167 mil 200 pesos. La meta son 5 millones de pesos, para que en cinco estados de la República se compren directamente medicinas y tratamientos para estos niños.

Estoy seguro de que se va a conseguir y se va a rebasar. La experiencia ha sido una de las más significativas de mi vida. No es solo ver crecer el monto, sino el número de personas que se multiplicó siete veces en cinco días. 26 mil ciudadanos que decidieron no esperar a que el gobierno asumiera su responsabilidad y decidieron hacer algo concreto: donar su dinero a una causa justa.

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Se trata de una nueva red de mexicanas y mexicanos que están hartos de esperar a que las cosas sucedan, y hacen que sucedan. Esta es la primera etapa de esta campaña, la emergencia. Suplir al gobierno en su indolencia y su incapacidad. La segunda etapa de esta campaña es informar y concientizar a la mayor cantidad de personas posibles, en todo el país, sobre este terrible drama, para que lo entiendan y se muevan a la acción. Y así pasar a la tercera etapa que es obligar al gobierno a componer el sistema de abastecimiento de medicinas del sector público, y respetar el derecho constitucional de acceso a la salud de estos pequeños. 

Me llevo tres grandes lecciones de esta última semana. La primera es que el gobierno ya pasó una raya de inhumanidad que es intolerable para la mayoría de las personas. La segunda es que miles de mexicanos quieren hacer algo para frenar esto y para mejorar las condiciones de vida de los menos favorecidos. Y la tercera es que solo tenemos que poner la información adecuada, el camino y las herramientas adecuadas para que miles de mexicanos se muevan. Prometo utilizar estas tres lecciones de la mejor manera posible.

Gracias a todos, de corazón.