Son niños con cáncer, y sin medicinas
Ciudadano Político

Provocador de ciudadanos, creador de espacios de encuentro y conocimiento. Exservidor público con ganas de regresar un día más preparado. Abogado y politólogo con aspiraciones de chef. Crítico de los malos gobiernos y buscador de alternativas democráticas. Twitter: @MaxKaiser75

Son niños con cáncer, y sin medicinas
Padres de niños con cáncer interponen denuncia contra López-Gatell Foto: Alexis Ortiz/ La-Lista

“Juntemos nuestras mentes y veamos qué vida podemos construir para nuestros niños”.

Tatanka Iyotanka, conocido como Toro Sentado

Son niñas y niños mexicanos, tienen cáncer, no tienen las medicinas que necesitan y no tienen dinero para comprarlas. Esos son los hechos. Eso pasa hoy en todo tu país. Eso es lo único que debería importar. Esa es la realidad verificable y nos debería mover a todos. Nuestra prioridad número uno debería ser que esos niños solo se ocuparan de vencer a la enfermedad, y sus familias solo se ocuparan de abrazarlos y llenarlos de confianza. Pero estamos discutiendo de política entre bandos.

Incluso en este tema tan claro y simple, el debate es sobre el señor López Obrador y lo que dice en las mañaneras, sobre sus discursos y mentiras. En lugar de ocuparnos de la emergencia estamos ocupados en “ganar” un debate político. Es momento de revisar nuestra consciencia y ocuparnos de lo que realmente importa.

El artículo 4 de nuestra Constitución dice: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. Una garantía individual solo es tal cuando el Estado provee todo lo que se requiere para que todas las personas puedan gozarla. En el caso de la protección de la salud, el Estado debe garantizar, por los menos, cinco cosas:

Lee también: Padres de niños con cáncer denuncian a López-Gatell ante la FGR

1) Acceso al sistema de salud pública.

2) Infraestructura con cobertura nacional.

3) Personal capacitado.

4) Procesos equitativos y completos de atención.

5) El material y el equipo suficientes para atender a quienes lo requieren.

No son sugerencias constitucionales, son obligaciones concretas para que, en los hechos, exista la garantía de protección a la salud. Cuando falta una de estas cinco cosas, el Estado está incumpliendo una obligación, y hay personas que mueren. Así de sencillo.

Pero hablar del “Estado” como responsable es inútil. Las funciones del Estado se ejercen a través de un aparato que llamamos gobierno. En este gran aparato existen órganos con funciones y facultades concretas, que están encabezados por personas. Esas personas toman decisiones todos los días, a nombre del Estado, que tienen consecuencias directas en los gobernados.

Regresemos al hecho que motiva este texto: hay cientos de niños enfermos de cáncer en el sistema de salud pública que mueren porque no tienen medicinas. Algo grave falló. Alguien hizo muy mal su trabajo. Uno o varios órganos del gobierno dejaron de hacer lo que tenían obligación de hacer. Varias personas que integran esos órganos tomaron malas decisiones y eso está costando vidas humanas. La garantía constitucional de protección de la salud está siendo violada sistemáticamente en nuestro país, todos los días, en detrimento de pequeñas y pequeños mexicanos de escasos recursos que nada pueden hacer al respecto. Eso es lo único que debería importar hoy. Las únicas preguntas en la discusión deberían ser: ¿cómo lo resolvemos? y ¿quién se hace responsable de dar las órdenes pertinentes y quiénes de acatarlas?

Lee también: ‘Niños con cáncer corren el riesgo de que las quimioterapias no funcionen’

En lugar de eso, el gobierno está ocupado en averiguar quiénes hacen las preguntas, quiénes cuestionan y critican, quiénes están investigando las fallas del gobierno y cómo exponerlos y desacreditarlos. En lugar de volcar toda la energía y creatividad del gobierno en cuidar la salud de los pequeños, dedican toda su energía y malicia en cuidar su imagen y tratar de afectar la de sus críticos. En lugar de generar pactos con la industria farmacéutica, la quieren convertir en el villano de esta tragedia. En lugar de investigar los casos de corrupción que sí hay en este sector y generar responsabilidades concretas, crean cortinas de humo y enemigos ficticios. En lugar de corregir los errores y las fallas estructurales, las niegan y las esconden. En lugar de curar a los niños, los acusan abierta y públicamente de ser parte de una gran conspiración para afectar al gobierno.

Esto debe parar ya. Esto debe corregirse ya. Hoy no hay nada más importante. Mañana, cuando esto esté resuelto, regresamos a las discusiones cotidianas de política. Hoy, estos pequeños necesitan de toda nuestra humanidad.

Síguenos en

Google News
Flipboard