La emoción de entrar a la sala Nacional del Museo del Palacio de Bellas Artes y tener a unos centímetros obras como los “Nenúfares” de Claude Monet, bueno, uno de las 250 pinturas al óleo que realizó el obsesivo artista en su jardín de Giverny y que se dice le llevo unos 31 años aproximadamente realizar con el detalle de pinceladas sueltas que dejan a la vista del observador el movimiento del agua, el movimiento de las flores y el cálido abrazo de la luz, eso es algo que te deja la piel chinita, ¿por qué? Quizá porque son obras que solo miramos en internet, libros o revistas y tenerlas casi, casi a la mano es un gozo. Eso es lo que provoca “La revolución impresionista: de Monet a Matisse del Museo de Arte de Dallas”.
Exposición diseñada y cristalizada por Nicole R. Myers, curadora del Museo de Arte de Dallas que a través de 45 piezas presentadas en cuatro núcleos temáticos da cuenta de la historia del impresionismo, de como a partir de 1874 se instauró un giro en el pensamiento de un grupo de artistas que con sus trazos se rebelaron para romper cánones y trazaron una nueva ruta de vanguardia.
La muestra que acoge desde marzo el recinto ubicado en la Ciudad de México coloca al visitante frente a esas maneras de interpretar su momento de artistas como Degas o Morisot, podo a poco avanzamos por esas búsquedas, obsesiones e inspiraciones que tocaron a artistas como Paul Gauguin, Van Gogh, Mondrian y Henri Matisse.
Una visita que hay que planear un poco ya que como se podrán imaginar es un hitazo que ha reunido a mas de 300 mil personas en los tres meses que lleva y se calcula que durante los fines de semana más de 3 mil personas la recorren.
Me gustaría compartir algunos detalles que es importante saber sobre su visita, los boletos tienen un costo de $95, solo los pueden comprar en la taquilla del museo de martes a sábado, si son estudiantes o maestros con credencial vigente, adultos mayores, personas con discapacidad pueden entrar gratis. Recuerden que los domingos la entrada es libre para todos y todas. El último acceso a salas es a las 17:00 horas y las infancias deben estar siempre acompañadas por una persona adulta.
Sabemos que muchos vamos al centro de compras, así que si llevan bolsas grandes, maletas, envases de vidrio, alimentos, bicicletas, patines o cualquier tipo de objeto que pudieran poner en riesgo a las otras personas o las instalaciones no se les permitirá la entrada, si tienen la intención de tomar fotografías o videos pueden hacerlo con sus teléfonos o equipos que no sean profesionales. Se cuenta con apoyo de silla de ruedas, así como con placas en relieve para que personas ciegas o con debilidad visual puedan disfrutar de algunas de las pinturas tocándolas y escuchando la audiodescripción, también hay visitas con interpretación en Lengua de señas mexicana, les sugiero consultar la página del museo para saber fechas y también para conocer los materiales adicionales que preparo el equipo de mediación.
Sin duda la experiencia de visitar un museo es una bocanada a cambiar la perspectiva del cotidiano y en el caso de “La revolución Impresionista” se trata de una propuesta inclusiva que ofrece alternativas para todo tipo de visitante ya que son conscientes del tiempo y esfuerzo que representa llegar al museo sorteando tráfico, lluvias e incluso pellizcarle a la quincena para poder pagar el boleto y percibir la belleza enmarcada.
Si lees este Archipiélago y no puedes visitar la exposición antes de que se despida el 27 de julio, te tengo un par de noticias, en la página puedes encontrar una visita guiada por la propia curadora. También rompecabezas impresionistas para imprimir, una guía familiar y línea del tiempo para descargar.
Para cerrar te invito a la conversación con Joshua Sánchez, quien compartió información reveladora sobre la exposición y la misión de un museo como el del Museo del Palacio de Bellas Artes.