Los tiempos políticos actuales

Hablar de política en estos tiempos se ha vuelto cada vez más complicado. En la actualidad el plano cartesiano político se encuentra en total confusión, los partidos políticos ya no colocan un estereotipo como en el siglo XX y cada día más la idea de liderazgos unipersonales avanzan de manera incomprensible.

¿Podríamos aseverar que Vox es de ultraderecha y que Morena es de izquierda? ¿Que Futuro en Jalisco o Podemos en España no son partidos sino movimientos orgánicos? ¿O que el Partido Libertario en Argentina o el MAS en Bolivia fungen solo como vehículos para llevar a sus pilotos por el rumbo que decidan?

Lo mismo pasa con esos liderazgos mesiánicos autodefinidos como outsiders que dicen acabar con la vieja política, que solo ellos podrán rescatar a su país y al mundo entero y que van a eliminar los excesos de sus antecesores. Javier Milei es el ejemplo más claro de esto, un líder estridente que aprovecha el hartazgo (permanente) de la sociedad argentina que no encuentra dónde se puede estar peor (y que se esfuerza mucho, por cierto).

Lo desconcertante de esto es que la sociedad ya no tiene arraigo partidista y es más fácil dejarse llevar por lo distinto, aunque esto signifique ponerse delante del precipicio… y decidir dar un paso al frente. Aún más incomprensible es que una vez instalados en el ejercicio del poder, estos personajes conservan una gran dosis de aprobación, aunque sea claro que el país se derrumbe y que las instituciones mueran de inanición, a la mayoría de la gente le siga pareciendo una buena elección.

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No es casualidad que en la más reciente encuesta internacional que realiza Morning Consult con respecto a la aprobación presidencial, Javier Milei ya aparezca en segundo lugar (en tercero López Obrador). Incluso en las encuestas internas, realizadas en regiones que ni siquiera ha visitado, Milei se sitúa en un 50% de aprobación, siendo la seguridad y la economía lo mejor evaluado de su gobierno.

Ante estos resultados, “el león”, decidió festejarlo yendo a Los Ángeles para reunirse con empresarios y decirles que dentro de poco ya se podrán privatizar empresas públicas, flexibilizar las leyes laborales y dar 30 años de beneficios impositivos a las grandes empresas.

Estos son los tiempos políticos actuales. Sin izquierdas ni derechas, sin partidos, sin estadistas, con falsos líderes y con una opinión pública digna de la duración de un TikTok.

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