‘Medio país mentándole la madre, y yo recibiéndolo’: EPN reconoce error de invitar a Trump

El expresidente Enrique Peña Nieto reconoce que la invitación a Donald Trump a la residencia oficial de Los Pinos el 31 de agosto de 2016, representó una crisis política que le generó la pérdida de alrededor de 15 puntos de popularidad y la renuncia del exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray.

Como parte de las revelaciones que realiza para el libro “Confesiones desde el exilio: EPN“, del periodista Mario Maldonado, en su primera entrevista desde que dejó la presidencia de México en 2018, el exmandatario reflexionó sobre lo que trajo consigo la invitación a la residencia oficial, del entonces candidato presidencial republicano, Donald Trump, quien en esos días era severamente repudiado en nuestro país por su discurso xenófobo.

“Esa visita me costó políticamente como 15 puntos de popularidad. A Luis (Videgaray) le costó de la Secretaría de Hacienda, fue quien pagó los platos rotos”, reconoció el priísta siete años después de lo ocurrido.

Dicha invitación fue idea del entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, -y quien fue el hombre más cercano a Peña Nieto durante su administración- previo a las elecciones en el vecino país. En su campaña, Donald Trump dijo que los mexicanos “no eran sus amigos”, además de que estigmatizó a los migrantes llamándolos “violadores, estafadores y traficantes”. Tras su visita a Los Pinos, reiteró que México pagaría el muro fronterizo que prometió construir.

Desde Punta Cana, uno de los sitios donde el expresidente conversó con el periodista Mario Maldonado, reconoció que ese tema se habría podido atender de mejor manera o de forma distinta.

“Debo reconocer que hubo eventos que, a lo mejor, la forma de haberlos admitido debió ser distinta. Por ejemplo, el acercamiento que tuvimos con Estados Unidos y con el presidente Trump”.

En el texto, se señala que en esos días, la relación entre Videgaray y el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ya era muy mala. Ambos se enfrascaron en una lucha de poder y popularidad. Cada uno quería ser quien tomara las decisiones más relevantes del gobierno.

El día que Donald Trump aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, Osorio Chong se apersonó en la oficina de Peña Nieto. Le pidió no recibir al candidato republicano.

“Me dijo: ‘Por favor, no lo recibas, porque se va a volver un caos’”, recuerda. Pero Trump ya se dirigía en un helicóptero hacia Los Pinos. El presidente se sinceró: “Sé que no es lo mejor, pero tengo que verlo, y luego vemos cómo resolvemos la crisis”.

La solución fue la renuncia de Luis Videgaray a la Secretaría de Hacienda. “Se vio obligado a renunciar al puesto, después de que se revelara que él había sido quien convenció a Enrique Peña Nieto de invitar a territorio mexicano a los dos candidatos presidenciales de Estados Unidos, antes de las elecciones del 8 de noviembre de ese año en el vecino país”, señala el texto.

Desafortunadamente, Donald Trump fue el único que aceptó la cortesía, justo cuando la opinión pública en México rechazaba la postura racista que mostraba el candidato republicano en sus discursos.

“Ahora ya sé que fue un desastre. Teníamos a medio país mentándole la madre, y yo aquí, recibiéndolo”, afirma.

Más adelante, el exmandatario se refiere a los integrantes de su gabinete, en el que hizo diversos ajustes a lo largo del sexenio, en respuesta a los tiempos políticos y el precio a pagar por los errores cometidos. “Los secretarios tienden a ser fusibles y, si algo pasa, pues tienes que quemarlos”.

De acuerdo con el texto, el expresidente recuerda a su amigo Luis con una especie de remordimiento, casi al punto de expresar que su salida del gobierno federal por la visita de Donald Trump fue una injusticia. “Fue el que pagó los platos, se quemó el fusible de Luis, y se han quemado otros, y yo me resistí a desecharlos”, aseguró.

Sin embargo, considera que a pesar de la crisis provocada por aquella decisión, no todo fue negativo: “Salió un desastre pero a la postre no fue tan malo, porque sentó las bases de una buena relación política”.

Peña Nieto aseguró haber recibido versiones directas de diplomáticos estadounidenses respecto a que Trump quedó plenamente agradecido con el gobierno de México. “’Tuvo una entrada muy complicada con todo el mundo, y contigo se lleva bien’, me dijeron. ‘Ya siendo presidente, los países con los que le gusta tratar son Israel, con Netanyahu, y con México; con los demás estaba de jeta’”, expresa el exmandatario mexiquense.

Para Peña, el logro de generar una buena relación con el empresario fue determinante para perdurar los acuerdos comerciales y la inversión estadounidense en el país.

El texto señala que al final, lo que alejó a Videgaray de la Secretaría de Hacienda, tiempo después lo volvió a colocar en una secretaría de Estado: la llegada a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump.

Luis Videgaray fue designado como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, puesto en el que tuvo bajo sus responsabilidades la interlocución con el equipo del estadounidense en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). 

A mediados de 2016, tras el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales, México se preparó para una dura batalla en la renegociación del TLCAN.

Al primero que recurrió Peña Nieto fue a Luis Videgaray, -quien, de acuerdo con Mario Maldonado, para muchos era el verdadero poder detrás del trono- utilizó su cercanía con el yerno de Trump, Jared Kushner, para abrirse las puertas de Washington.

Videgaray se encargó, desde la parte diplomática, de integrar un grupo de cabilderos en el Congreso estadounidense y en la Casa Blanca con la ayuda del embajador Gerónimo Gutiérrez, pero la mayoría de las ocasiones el canciller operaba solo, afirma el expresidente.

También reveló que ya como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump lo invitó a jugar golf a Camp David, en Maryland, donde se encuentra la casa de descanso de los presidentes estadounidenses, invitación que declinó.

El exmandatario reconoció además que la visita de Trump a México afectó su relación con el entonces presidente Barack Obama y con la familia Clinton, con quienes, dijo, se llevaba muy bien hasta antes de ese episodio.

Síguenos en

Google News
Flipboard