El multiverso de Claudia Sheinbaum
Claudia Sheinbaum deja la jefatura de gobierno de la Ciudad de México para dedicarse a la promoción de sus aspiraciones presidenciales, una carrera que inició en 2022 cuando comenzó a recorrer el país.
Claudia Sheinbaum deja la jefatura de gobierno de la Ciudad de México para dedicarse a la promoción de sus aspiraciones presidenciales, una carrera que inició en 2022 cuando comenzó a recorrer el país.
Claudia Sheinbaum recorrió todo el país en 2022 y parte de 2023, mientras se desempeñaba como jefa de gobierno de la Ciudad de México. En esas giras, firmó acuerdos, apoyó campañas e impartió conferencias sobre “políticas exitosas de gobierno”, y en algunos eventos la recibieron con el grito de “¡Presidenta!, ¡Presidenta!, ¡Presidenta!”. Finalmente, este 16 de junio dejará el gobierno capitalino para buscar la candidatura presidencial de Morena para las elecciones de 2024.
Universo: Jefa de Gobierno
Como jefa de gobierno su día comenzaba muy temprano, con reuniones con su gabinete legal y ampliado. En 2018, ganó las elecciones para gobernar la capital, venciendo a Alejandra Barrales (PAN-PRD-MC) y Mikel Arriola (PRI). Se convirtió en la primera jefa de gobierno de la Ciudad de México electa y del partido Morena, sucediendo a una tradición de gobiernos del PRD que se remonta a Cuauhtémoc Cárdenas, quien ganó las elecciones en 1997 y dejó como sucesora a Rosario Robles para irse a contender por la candidatura presidencial en 2000.
La jefa de gobierno dedicó los martes a las audiencias públicas y desde 2022 realizó giras los fines de semana a diferentes estados de la República. Estos eventos fueron denunciados una y otra vez como actos anticipados de campaña por los partidos de oposición. Aunque no pedía el voto, presentaba su conferencia “Políticas exitosas de gobierno”, en la que hablaba de políticas exitosas relacionadas con educación, conectividad y movilidad implementadas durante su gobierno. Mientras que en cada una de sus paradas y en otros lugares del país aparecían bardas pintadas con la leyenda “Es Claudia” en color guinda.
Claudia Sheinbaum asegura que la mayor parte de los gastos de estas giras provienen de su propio bolsillo, pero sus opositores cuestionaron el tiempo que dedicaba a promocionarse en lugar de atender asuntos en la Ciudad de México. Si hablamos de multiversos, su rutina de fin de semana se vio alterada el sábado 7 de enero de 2023. En la mañana, se encontraba en Morelia para impartir su conferencia cuando ocurrió un accidente entre dos trenes del Metro, entre las estaciones Potrero y la Raza, de la Línea 3, que corre de Universidad a Indios Verdes.
La mandataria regresó en helicóptero a la Ciudad de México para atender la emergencia y ayudar a las víctimas. A partir de ese día, hubo un cambio en la estrategia y su gira se desarrollaría en las 16 alcaldías de la capital del país. Aunque solo por dos meses, luego retomaría sus salidas.
Este no es el primer incidente que ha ocurrido en el Metro durante la gestión de Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México. El 3 de mayo de 2021, en el segundo año de la pandemia por covid-19, se desplomó el tramo elevado entre las estaciones Olivos y Tezonco. La tragedia causó la muerte de 26 personas y dejó casi un centenar de heridos.
La Línea Dorada fue inaugurada por Marcelo Ebrard en octubre de 2012, cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Los motivos del colapso se atribuyeron a problemas de diseño, construcción y deficiencias en el mantenimiento. En ese momento, Florencia Serranía era la directora del Sistema de Transporte Colectivo Metro. El tramo subterráneo de la Línea 12 fue reabierto en enero de 2023, después de 19 meses desde el terrible accidente.
Universo: ‘corcholata’
Claudia se convirtió en “corcholata” en septiembre de 2021, según una crónica de Expansión. En palabras de Sheinbaum se les llama “corcholatas” “porque ahora no hay tapados”, pero el destape no ha sido parejo.
Todo comenzó el 30 de septiembre de 2021 cuando en una inauguración del Banco del Bienestar en Tláhuac, López Obrador levantó el brazo derecho de Claudia Sheinbaum y la señaló ante la presencia de fotógrafos. “Es ella”, se interpretó.
Antes de gobernar la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum fue jefa delegacional en Tlalpan de 2015 a 2017. En la dimensión personal, a finales de 2016, anunció su divorcio con Carlos Ímaz, a quien conoció en 1986 cuando era líder estudiantil y con quien se casó al año siguiente. Ambos participaron en la fundación del Partido de la Revolución Democrática en 1988. Tuvieron dos hijos: Mariana y Rodrigo.
Si algo marcó la gestión de Claudia Sheinbaum como delegada fue la tragedia sucedida en el Colegio Enrique Rébsamen tras el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
Al colegio se le construyó un piso extra con permisos obtenidos de manera ilegal, y los cimientos de la edificación se vieron comprometidos con el terremoto. El derrumbe costó la vida de 26 personas, 19 de ellos menores de edad. En 2023, Claudia Sheinbaum ofreció una disculpa pública a los familiares de las víctimas durante la inauguración de un memorial que cuenta con 26 estelas que llevan grabados los nombres de las víctimas y que se encuentra en la Alameda Sur.
Hasta ahora, solo cuatro personas, entre ellos la dueña del colegio y el director responsable de la obra (DRO), han enfrentado la justicia y aunque los familiares de las víctimas han denunciado a funcionarios públicos de la alcaldía Tlalpan y la Ciudad de México, no ha habido ninguna sancionó a más de cinco años del derrumbe.
El camino de Sheinbaum con Andrés Manuel López Obrador es largo. En el año 2000, López Obrador, entonces jefe de gobierno de la Ciudad de México, la llamó para ser secretaria del Medio Ambiente. En ese cargo, Sheinbaum se encargó de la construcción del Metrobús, la ciclovía y el segundo piso del Periférico.
En el 2006 renunció a la secretaría del Medio Ambiente para convertirse en vocera de la primera campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador. Para 2014, participó en la creación del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) con el que ganó la jefatura de la delegación Tlalpan.
En una entrevista reciente con la escritora Sabina Berman, Claudia Sheinbaum dijo que su proyecto rumbo al 2024 es de continuidad al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y con un sello propio:
“¿Qué continuaría? La esencia que es un gobierno del pueblo y para el pueblo, eso no puede cambiar. No puede regresar la corrupción, no pueden regresar los privilegios, no puede regresar un gobierno para unos cuantos, eso no puede regresar y eso es lo que quiere la mayoría del pueblo de México, si no el presidente no tendría el reconocimiento que tiene ahora, porque finalmente ha luchado por ello, hay que seguir profundizando la democracia, hay que seguir garantizando los grandes derechos, el bienestar. Lo que nosotros anhelamos es que el pueblo de México tenga bienestar, hombres y mujeres, desde los que viven en el campo, hasta los que viven en las ciudades. Desde los que viven en el norte hasta los que viven en el sur”.
El universo feminista de Claudia
En junio de 2023, Claudia Sheinbum se presentó en la Universidad Tecnológica de Puebla y uno de los asistentes le cuestionó que si ganara las elecciones a la presidencia, gobernaría ella o Andrés Manuel López Obrador.
“Me pregunto si estuviera un hombre aquí le estarían preguntando lo mismo”, respondió en un primer momento, luego continuó: “Hay muchos prejuicios, la verdad, que todos tenemos que irnos liberando, las mujeres sabemos gobernar, tenemos la capacidad y es falso que cuando gobierna una mujer hay siempre detrás un hombre que le está diciendo qué hay que hacer”.
“Si llegamos al 24, pues se comparte mucho de ese proyecto, pero también hay un sello propio y se toman las decisiones que se tengan que tomar como las he tomado en la Ciudad y como las he tomado a lo largo de mi vida. No creo que haya habido un hombre atrás que me haya soplado los exámenes de física, o haya habido un hombre que me haya soplado todos los exámenes de ingeniería en energía o las publicaciones que he hecho a lo largo de mi vida o el ejemplo de gobernar la Ciudad”, expresó.
El 8 de marzo pasado, el presidente dijo que había quedado atrás la consigna: “La Cuarta Transformación debe ser feminista o no será”. “Ya la Cuarta Transformación es feminista, ya eso se logró. Fue una lucha de muchos años de las mujeres y del movimiento democrático, y ahora lo que tenemos que tomar como objetivo es consolidar la transformación del país”, dijo López Obrador, pese a que dos años antes dijo que el movimiento feminista era “conservador” y que pretendía “afectar” a su gobierno.
En 2020, cuando Andrés Manuel fue cuestionado sobre si era feminista, respondió: “Soy humanista”.
En abril de este año, mujeres activistas, legisladoras, empresarias, científicas, entre otras, crearon un frente feminista con el eslogan “Si llega ella, llegamos todas. Es Claudia”. El frente fue creado para impulsar la candidatura presidencial de la jefa de gobierno.
Claudia Sheinbaum se reconoce como feminista, pero ha dicho que con lo que no está de acuerdo es con “la violencia” –sobre las manifestaciones– e incluso llamó “clasistas y racistas” a las mujeres que defendían la Glorieta de las Mujeres que Luchan de la imposición de la escultura La joven de Amajac. De ella se recuerda su respuesta “Ahorita no”, cuando se le pidió un mensaje a las mujeres que marchaban el 14 de febrero de 2020 por el feminicidio de Ingrid, una joven de 25 años que fue asesinada y mutilada en la alcaldía Gustavo A. Madero, en la Ciudad de México.
La directora de teatro, Jesusa Rodríguez, compañera de Claudia en el “movimiento”, dice que le parece “interesante que sea una mujer la que llegue a la presidencia porque es un símbolo para México,” un país machista. La ex senadora por Morena considera “que estamos en una época en que el punto de vista femenino entiende mejor la realidad y la gobernanza”. Jesusa Rodríguez comenta que valora la humildad de Sheinbaum, pues no anhela “llegar al poder a toda costa y con arrogancia”.
Jesusa y Claudia compartieron el templete en 2006 cuando la avenida Reforma estaba tomada por un plantón de simpatizantes y militantes perredistas, quienes exigían un recuento voto por voto en las elecciones presidenciales de ese año, tras acusar fraude electoral. También, ambas participaron en 2008 en el Movimiento de las Adelitas en defensa del petróleo.
De aquella experiencia, la dramaturga recuerda que durante la resistencia civil pacífica, las mujeres levantaron un cerco en el Senado de la República, en ese entonces en las calles del Centro Histórico, y a Claudia Sheinbaum le tocó coordinar ese movimiento. Los senadores del PRI y el PAN entraron por la fuerza y Sheinbaum “lo afrontó con mucho valor porque la policía se le dejó ir encima. (…) Ella estaba en el lugar más arriesgado y se quedó ahí parada con las compañeras y le tocó que la golpearan”.
El universo personal
Aunque es una figura pública, poco se sabe del universo personal de Claudia Sheinbaum. Nació el 24 de junio de 1962. De sus padres heredó la vena científica. Annie Pardo es bióloga y Carlos Sheinbaum, químico.
Otra herencia que recibió de sus padres es la participación en movimientos sociales, ya que ambos fueron parte del movimiento estudiantil de 1968. Claudia hizo lo mismo en el movimiento estudiantil de 1986-1987, que planteaba una reestructuración de la UNAM con la desaparición del pase automático, además del pago de cuotas y exámenes.
De una familia de ascendencia judía, Claudia eligió la ciencia y luego la política. Su carrera es la de Física y su maestría y doctorado es en Ingeniería de la Energía.
Los hijos de Claudia son Rodrigo Ímaz Alarcón, a quien adoptó a la edad de cinco años y reconoce como su hijo, y Mariana Ímaz Sheinbaum. Se refiere a ellos como: “Mi niña y mi niño”. Ambos son egresados de la UNAM, Rodrigo estudió Artes Visuales y Mariana, Historia. Mariana también tiene una maestría en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad de Barcelona.
En la declaración patrimonial de Sheinbaum destaca su participación en dos empresas: Eli Cami y Cia y Sintacrom de México, ambas del sector manufacturero y de las cuales participa en un 8%. No declara algún bien inmueble, mueble o vehículo.
Sobre su vida personal, en redes sociales ha dejado ver momentos muy específicos, uno cuando anunció que sería abuela y otro para mostrar que estaba enamorada de Jesús María Tarriba Unger, su novio de la universidad y con quien se reencontró después de invitarlo a contactar en Facebook. En un TikTok en blanco y negro, como de otra dimensión, titulado “Lo que importa es el amor” se ve a Sheinbaum tocar la guitarra, con el pelo chino, entonando con su pareja Siempre en mi mente, de Juan Gabriel.
La canción favorita de Claudia es Gracias a la vida y su artista preferido es Pedro Infante. Lejos de sus gustos musicales, ya circulan dos canciones que la promocionan: una adaptación de Ya supérame de Grupo Firme y otra de Ella baila sola de Peso Pluma.
No sabe quién es Kenia Os ni Kimberly Loaiza, pero trajo a Rosalía al Zócalo de la capital. El portal Latinus reportó que el gobierno de la Ciudad de México entregó 10 millones 500 mil pesos a Ocesa por los conciertos de Rosalía y Los Fabulosos Cadillacs en el Zócalo, los cuales tuvieron una asistencia de 160 mil y 300 mil personas, respectivamente. Los conciertos en el Zócalo son considerados por Sheinbaum como parte de su “sello” de gobierno, según dijo en su último informe de labores, en la víspera de abandonar el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
A principios de año, en una entrevista con el Escorpión Dorado, Claudia Sheinbaum hizo cuentas y dijo que constitucionalmente le quedaba hasta diciembre de 2023 para gobernar la capital del país y resolver sus pendientes. Sin embargo, el Consejo Nacional de Morena cambió sus planes, pues resolvió que las “corcholatas” tendrían que dejar sus cargos antes del 16 junio. Luego, recorrerán el país del 19 de junio al 27 de agosto, las encuestas se levantarán entre el 28 de agosto y el 3 de septiembre, y el 6 de septiembre se conocerá el resultado oficial de la “corcholata” ganadora.
El pasado 12 de junio, Sheinbaum anunció que este viernes 16 de junio pedirá licencia definitiva porque quiere “ser la primera mujer presidenta del país”, lo que la obligará a unificar sus universos y enfocarse en ser una “corcholata” y dejar el cargo para el que fue electa hasta septiembre de 2024.