La pandemia de Covid-19 pudo evitarse, según un informe encargado por la OMS
El informe dijo que el sistema de alerta no funcionó con la velocidad suficiente después de que se identificó el virus en China. Foto: Kevin Frayer / Getty Images

La pandemia de Covid fue un desastre evitable que no hubiera cobrado millones de vidas si la reacción hubiera sido más rápida, de acuerdo con un panel independiente de alto nivel, que criticó a los líderes globales y pide cambios para acabar con la pandemia y asegurar que no vuelva a suceder. 

El reporte del panel, presidido por la exprimera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, y Ellen Johnson Sirleaf, expresidenta de Liberia, encontró “puntos débiles en todos los eslabones de la cadena”. 

Dijeron que la preparación fue inconsistente y carente de fondos, el sistema de alerta fue lento y dócil, mientras que la Organización Mundial de la Salud no tuvo suficiente poder. Concluyeron que la respuesta tuvo desigualdades exacerbadas. “El liderazgo político global se ausentó”, según el reporte. 

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Clark describió a febrero de 2020 como “un mes de oportunidades perdidas para evitar la pandemia, pues muchos países decidieron esperar”. 

“Para algunos, no fue sino hasta que comenzaron a llenarse las Unidades de Cuidados Intensivos que tomaron más acciones”, dijo. “Y para entonces, era demasiado tarde para evitar el impacto de la pandemia. Lo que sucedió después fue una batalla de todos contra todos para acaparar equipos de protección personal y tratamientos. Globalmente, los trabajadores de la salud fueron llevados al límite y las tasas de infección, enfermedad y muerte se dispararon y siguen creciendo”. 

Sirleaf declaró: “La situación en que nos encontramos actualmente pudo evitarse. El brote de un nuevo patógeno, SARS-CoV-2, se convirtió en una pandemia catastrófica que ya mató a 3.25 millones de personas, y continúa amenazando vidas y sustentos en todo el mundo. Esto se debe a un sinfín de fracasos, brechas y retrasos en la preparación y respuesta. Esto se debe en parte al fracaso en aprender del pasado”. 

Deben tomarse acciones urgentes, aseguró. “Hay muchas reseñas de crisis de salud previas que incluyen recomendaciones sensibles. Aún así, permanecen acumulando polvo en los sótanos de la ONU y en las estanterías de los gobiernos… Nuestro reporte muestra que la mayoría de los países del mundo no estaban preparados para una pandemia”. 

El reporte fue encargado por el director general de la OMS tras la insistencia de los estados miembro, quienes exhortaron durante la Asamblea Mundial de la Salud en mayo del año pasado a realizar una revisión imparcial de lo sucedido y las lecciones que podían aprenderse de la pandemia.

El panel hace un llamado para hacer cambios radicales que unan a los jefes de estado del mundo para supervisar los preparativos para una pandemia, y asegurar los fundos y las herramientas que se necesitan establecer. Quieren una OMS más ágil y con mejores recursos. Y quieren el compromiso inmediato de los líderes de países ricos para proporcionar vacunas al resto del mundo. 

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El reporte dice que en China detectaron e identificaron el nuevo virus de inmediato cuando emergió a finales de 2019 y advirtieron que debía ponerse atención. 

“Cuando analizamos ese periodo del final de diciembre de 2019, las clínicas de Wuhan actuaron rápidamente cuando reconocieron a los individuos de un cúmulo de casos anormales de neumonía”, declaró Sirleaf. 

Se emitió una alerta en Wuhan por un potencial nuevo virus, que fue “comprendida rápidamente en regiones y países vecinos, en los medios, a través de un sitio web de reportaje de enfermedades, y por la OMS”. 

“Esto demuestra el beneficio y la velocidad de los informes de libre acceso, pero los sistemas que debían validar y responder a esta alerta fueron lentos. El sistema de alertas no opera con suficiente velocidad cuando se enfrenta con un patógeno respiratorio tan rápido”. 

La OMS “se vio obstruida y no apoyada por las regulaciones y procedimientos internacionales de salud”, aseguró Clark. Las regulaciones que determinan cuándo la OMS puede declarar una emergencia de salud pública de preocupación internacional se adoptaron en 2007. Estas limitaron la confidencialidad y verificación de la OMS, lo que evitó tomar acciones rápidas, y le prohibieron a los países el cierre innecesario de sus fronteras contra el comercio. 

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Cada día cuenta, según el panel, que cree que la emergencia pudo declararse desde el 22 de enero, en lugar del 30, como sucedió. 

Durante el “mes perdido” de febrero, los países tenían que estar preparándose. Algunos lo hicieron y sufrieron mucho menos que quienes no. “Los países con la ambición para contener agresivamente y detener los contagios en el momento y lugar que ocurrieron demostraron que es posible”, dice el reporte. 

Algunos países “devaluaron y desvirtuaron” a la ciencia, negando la severidad de la enfermedad. “Esto trajo consecuencias fatales”, enfatizó Clark. “Esto viene de la mano con la falta de liderazgo global y coordinación de tensiones geopolíticas y el nacionalismo que debilita el sistema multilateral, que debería actuar para resguardar la seguridad del mundo”. 

El reporte recomienda la creación de un “consejo global para las amenazas globales de salud”, liderado por los jefes de estado, para estar atentos sobre las amenazas de pandemias entre emergencias y asegurar la acción colectiva. También piden una sesión especial de la asamblea general de la ONU durante el año para acordar una declaración política. La OMS debe tener más poder y fondos, mientras que los directores regionales y el director general deben servir un sólo término de siete años. 

El panel dice que está “profundamente preocupado y alarmado” sobre las actuales tasas altas de transmisión del virus y el surgimiento de las variantes. Cada país debe tomar las medidas necesarias para frenar el esparcimiento, según el reporte. Los países de altos ingresos con suficiente vacunas adquiridas para sus propias necesidades deben comprometerse a proporcionar al menos mil millones de dosis para el 1 de septiembre a Covax, la iniciativa respaldada por la ONU para llevar vacunas a 92 países de bajos y medios recursos, y más de 2 mil millones de dosis para mediados de 2022. 

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Los países del G7 deben proveer el 60% de los 19,000 millones de dólares necesarios para las vacunas, tratamientos, pruebas y fortalecimiento de los sistemas de salud, junto con el resto del G20 y otras naciones de altos ingresos. La OMS y la Organización Mundial del Comercio deben reunir a los países productores de vacunas y a los fabricantes para ayudar a acelerar la producción en todo el mundo, y si nada sucede, entonces la exención de patentes que han solicitado los países de ingresos medios y que ha sido respaldada por EU deberá entrar en vigor.

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