Florida, el refugio de ‘viejitos’ y nuevo hogar de Donald Trump
Foto: AFP

Donald Trump dejó la Casa Blanca el miércoles con la promesa de regresar. Pero el jueves, el expresidente de EU despertó en una nueva realidad como el más reciente de los  4.5 millones de ciudadanos de la tercera edad que llegan a Florida con tiempo libre.

Por lo menos, visualmente, los primeros días de la post presidencia se verán diferentes que los últimos de la presidencia. Un anillo de acero del servicio secreto rodea su centro vacacional de Mar-a-Lago en Palm Beach. Los caminos cercanos están cerrados para los habitantes locales y para los curiosos. Y los tees de los campos de golf que visitó con tanta frecuencia durante los últimos cuatro años esperan su inminente presencia.

Pero con la pérdida del poder presidencial llega un reto poco familiar. ¿Cómo le hace un expresidente que fue destituido dos veces para seguir como ciudadano común y al mismo tiempo mantener relevancia política frente al juicio del senado que está por darse y que lo podría dejar sin volver a contender por la presidencia?

“Creo que va a querer que Palm Beach sea el cuartel de su movimiento MAGA post presidencial”, dijo Dave Aronberg, fiscal del estado del condado de Palm Beach a The Guardian, haciendo referencia al mantra de su presidencia, Make America Great Again.

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“Definitivamente va a haber drama, conmoción, tráfico y mucha atención de los medios. Va a seguir siendo la luz que ilumina y va a seguir dando de qué hablar mientras esté aquí”.

“No creo que esto cambie la forma en que la gente piensa de él. Siempre va a tener seguidores y detractores”.

La destitución es tan sólo uno de los dolores de cabeza que esperan a Trump a su regreso a la vida privada. Algunos abogados ya le han escrito a los comisionados de Palm Beach porque sus representados son vecinos que no lo quieren tener allí. Trump firmó un acuerdo hace años, insisten, que le prohíbe vivir en Mar-a-Lago por más de siete días consecutivos, y 21 días en un año.

Trump ya ha tenido problemas con las autoridades antes y demandó a la ciudad de Palm Beach por 25 millones de dólares en una disputa sobre la altura de un mástil y se peleó por la construcción de un helipuerto que ahora tiene que destruirse.

“Donald Trump tiene una historia de disputas con la ciudad de Palm Beach y esto es lo mismo”, dice Aronberg. Durante su presidencia se dio una disputa sobre la instalación de un muelle para botes en Mar-a-Lago y la ciudad lo obligó a retirar su petición. Incluso los candelabros de sus salones fueron motivo de litigio.

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“Así es que esto no es nada nuevo. Sólo es el capítulo más reciente de la saga interminable entre Donald Trump y la ciudad de Palm Beach. El contrato le prohíbe vivir en Mar-a-Lago, pero creo que esa disputa terminará en un acuerdo como siempre sucede con estas cosas”, dijo Aronberg.

En su discurso de despedida en la base militar de Andrews el miércoles, Trump prometió: “Regresaremos de alguna manera”, lo que hace creer que piensa volver a contender por la presidencia en 2024. Un día antes, en un video desde la Casa Blanca, Trump dijo: “El movimiento que empezamos apenas comienza”.

En Florida, Trump estará rodeado de amigos y seguidores por lo que parece el lugar ideal para construir una campaña. El gobernador del estado republicano, Ron DeSantis, es totalmente leal. Florida tiene dos senadores republicanos, uno de los cuales, Rick Scott, votó en contra de la certificación de la victoria de Biden. Otros políticos de derecha del estado son seguidores de Trump, especialmente el congresista Matt Gaetz.

“Florida es el país de Trump y siempre lo será. Mira a la gente, a su gente”, dijo Julio Ramirez, del grupo de Latinos por Trump, dijo el miércoles mientras esperaba el paso de Trump junto con otras personas que ondeaban banderas por la ruta de paso del aeropuerto de Palm Beach a Mar-a-Lago.

“No viene a relajarse, puedo decirlo. Dijo que estaría viendo lo que hacía Biden, y lo hará”.

Thomas Kennedy, un miembro recién electo del Comité Nacional Democrático que representa a Florida, y que votó dos veces por Trump, está de acuerdo con esa afirmación. Kennedy también piensa que “de alguna manera” podría ser una referencia de Trump a su hija y consejera Ivanka, quien, junto con su esposo, Jared Kushner, compró propiedades en Miami y quien, se dice, tiene sus propias ambiciones políticas.

Algunas banderas de las que llevaban los seguidores para saludar a Trump llevaban el eslogan de “Ivanka 2024”.

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“Trump es popular en Florida. Cambió su residencia para vivir aquí, sus hijos se están mudando a este lugar. Ivanka y Kushner, Don Jr, Eric y Tiffany, van a estar aquí”, dijo Kennedy.

“Hay rumores de que Ivanka va a contender contra el senador Marco Rubio, o que Don Jr buscará algún cargo político, y creo realmente que van a ser una peste”. 

Otra de las razones por las que Trump se siente en casa en Florida es por los medios alternativos de derecha que tienen base aquí, incluídos Newsmax y Rush Limbaugh Show. Sin embargo, parece que el apoyo ultra leal a Trump se está enfriando ya que el miércoles los Proud Boys de Miami reconsideraron y declararon que el presidente era “un fracaso total”.

Una molestia más para el recién jubilado en Palm Beach serán los aviones que vuelan bajo sobre Mar-a-Lago. Durante su presidencia se prohibieron vuelos dentro y fuera del aeropuerto internacional de Palm Beach por cuestiones de seguridad. Ese privilegio se acabó el miércoles, y entre los primeros aviones que acabaron con la paz y la tranquilidad de Trump seguramente estuvo el Air Force One en su regreso a Washington.

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