Combustibles fósiles provocaron 8.7 millones de muertes en 2018: investigación
12 de febrero, Pakistan. Un niño va en bicicleta a la escuela en medio de fuertes condiciones de smog en Lahore. Foto: Arif Ali / AFP.

Nuevas investigaciones encontraron que la contaminación atmosférica provocada por la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo fueron responsables de 8.7 millones de muertes en todo el mundo en 2018, increíblemente esto es una de cada cinco personas fallecidas en aquel año.

Los países con el consumo más prodigioso de combustibles fósiles para alimentar fábricas, viviendas y vehículos sufren las cifras de muerte más alta, pues el estudio encontró que más de una de cada diez muertes tanto en Estados Unidos como en Europa fueron causadas por la contaminación resultante, junto con casi un tercio de las muertes en el este de Asia, incluyendo a China. Las tasas de mortalidad en Sudamérica y África son significativamente más bajas.

La enorme cifra de muertes es más alta que los estimados previos e incluso sorprendió a los investigadores. “Al principio teníamos dudas cuando obtuvimos los resultados porque son impresionantes, pero cada vez descubrimos más sobre el impacto de esta contaminación”, dijo Eloise Marais, una geógrafa de la University College London y coautora del estudio. “Es pervasivo. Mientras más observamos los impactos, más cosas encontramos”.

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Los 8.7 millones de muertos en 2018 representan a “un contribuyente clave a la carga global de mortalidad y enfermedades”, dice el estudio, que es el resultado de la colaboración entre científicos de Harvard, la University of Birmingham, la University of Leicester y University College of London. La cifra de muertes excede el total combinado de las personas que fallecen anualmente en todo el mundo por fumar tabaco más los que mueren de malaria.

Los científicos establecieron vínculos entre la contaminación atmosférica pervasiva resultado de la quema de combustibles fósiles y los casos de enfermedades cardiacas, padecimientos respiratorios e incluso la pérdida de la vista. Sin las emisiones de los combustibles fósiles, el promedio de esperanza de vida en la población global aumentaría por más de un año, mientras que los costos globales de economía y salud caerían alrededor de 2.9 billones de dólares.

Los nuevos estimados de muertes, publicados en la revista académica Environmental Research, son más altos que en otros intentos previos para cuantificar el costo moral de los combustibles fósiles. Un importante reporte de Lancet en 2019, por ejemplo, encontró 4.2 millones de muertes anuales por la contaminación atmosférica proveniente del polvo y el humo de los incendios forestales, así como la combustión de los combustibles fósiles.

Esta nueva investigación ofrece un análisis más detallado del impacto de las partículas carbonosas en el aire emitidas por las plantas generadoras, los autos, camiones y otras fuentes. Este material particulado es conocido como como PM2.5 porque las partículas tienen un diámetro menor a 2.5 micrómetros, es decir, es 30 veces menor que el diámetro de un cabello humano promedio. Estas pequeñas partículas de contaminación, una vez inhaladas, se alojan en los pulmones y pueden ocasionar una gran variedad de problemas de salud.

“No nos damos cuenta de que la contaminación atmosférica es un asesino invisible”, dice Neelu Tummala, una otorrinolaringóloga de la George Washington University School of Medicine and Health Sciences. “El aire que respiramos impacta la salud de todos pero principalmente la de los niños y mayores, aquellos con bajos ingresos y las personas de color. Usualmente, las personas en áreas urbanas sufren los peores impactos”.

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En lugar de depender simplemente de los estimados promedio de las observaciones satelitales y de la superficie que consideran las PM2.5 en un rango de fuentes, los investigadores utilizaron un modelo 3D de la química atmosférica, supervisado por la NASA, que tiene una resolución más detallada y puede distinguir entre fuentes de contaminación. “En lugar de depender de los promedios de grandes regiones, quisimos hacer un mapa de la contaminación y los lugares donde vive la gente, para poder saber con mayor precisión qué respiran las personas”, dice Karn Vohra, un estudiante de posgrado de la Universidad de Birmingham y coautor del estudio.

Después, los investigadores desarrollaron una nueva valoración de los riesgos basada en una porción de nuevas investigaciones que encontraron una tasa de mortalidad por combustibles fósiles mucho más alta de los que antes se pensaba, incluso con concentraciones relativamente bajas. La información tomada en cuenta es de a partir de 2012 y también 2018 para considerar las veloces mejoras en la calidad de aire de China. Las muertes tomadas en cuenta son de personas de 15 años o más.

Los resultados mostraron un panorama global variado. “La calidad del aire de China está mejorando, pero sus concentraciones de micropartículas aún son demasiado altas, Estados Unidos está mejorando, aunque hay puntos más concentrados en el noreste, Europa es una mezcla de todo e India definitivamente es un punto de alta concentración”, dice Marais.

La cifra de muertes presentada en el estudio también podría subestimar el panorama verdadero, de acuerdo con George Thurston, un experto en contaminación atmosférica y salud en la escuela de medicina de NYU, quien no estuvo involucrado en la investigación. “En general, no obstante, este nuevo trabajo deja más claro que nunca que, cuando hablamos del costo humano de la contaminación ambiental o el cambio climático, las causas principales son una y la misma, la combustión de combustibles fósiles”, dijo.

Philip J Landrigan, director del programa de salud pública global y el bien común en el Boston College, dijo: “Investigaciones recientes exploran el uso de nuevas funciones de respuesta a la exposición, y varios artículos recientes que utilizan las nuevas funciones han producido estimados más altos de mortalidad relacionada con la contaminación que los análisis de Global Burden of Disease”. Añadió: “Considero que es importante que se desarrollen nuevos modelos de valoración de riesgos, porque su desarrollo obligará a reexaminar las suposiciones que subyacen a nuestros modelos actuales y podrán mejorarlos”.

Ed Avol, director de la división de salud ambiental de la University of Southern California (USC), dijo: “Los autores han aplicado mejores metodologías para cuantificar adecuadamente las exposiciones y documentar mejor los resultados de la salud para llegar a la inquietante (pero no sorprendente) conclusión de que la contaminación ambiental relacionada con el uso de combustibles fósiles es más dañina para la salud humana global de lo que antes se calculaba. Los especialistas en exposición de imágenes satelitales remotas y los epidemiólogos del equipo de investigación son investigadores altamente competentes y están entre los académicos más talentosos de este dinámico campo”.

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“Los combustibles fósiles han tenido un fuerte impacto sobre la salud, el clima y el medio ambiente, y necesitamos una respuesta más inmediata”, dijo Marais. “Algunos gobiernos tienen objetivos para alcanzar la neutralidad de carbono, pero tal vez necesitamos acelerarlos debido a los enormes daños a la salud pública. Necesitamos algo con mucha más urgencia”.

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