Historic Royal Palaces resuelve acusaciones de discriminación y bullying
A un empleado se le pagó un acuerdo confidencial después de que un alto gerente describiera a los visitantes de la Torre de Londres usando el insulto racista 'bongo-bongo land'. Fotografía: Tetra Images / Getty Images / Tetra images RF

La fundación Historic Royal Palaces, dirigida por fideicomisos parcialmente designados por la Reina, pagó acuerdos confidenciales al personal para resolver quejas por discriminación racial y bullying.

The Guardian habló con antiguos miembros y actuales de Historic Royal Palaces, que es responsable de sitios como la Torre de Londres y Kensington Palace, que fueron testigos o víctimas de bullying o discriminación racial.

En un caso, le pagaron a un empleado un acuerdo confidencial después de que un gerente de alto rango dijo que los visitantes de la Torre de Londres era de “la tierra de bongo-bongo”.

Un vocero de Historic Royal Palaces aceptó que los acuerdos de confidencialidad se firmaron, pero dijo que esto es una práctica común de las fundaciones que quieren resolver disputas con dinero pero que eso no quiere decir que se admita alguna culpa.

Sin embargo, la fundación dijo que reconoce que hay quejas del personal y que un miembro del consejo de fideicomisos realizaría una revisión del ambiente de trabajo de la fundación.

La organización realizó 25 pagos por acuerdos de confidencialidad a miembros del personal durante los últimos 8 años, según la información que se presentó a The Guardian tras una petición bajo la ley de libertad de información. El total de los pagos es de 681 mil dólares, aproximadamente.

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No todos los pagos están relacionados con instancias en las que el personal se quejó de bullying o discriminación racial. Por lo menos dos personas que presentaron este tipo de denuncia llegaron a un acuerdo con cláusulas de confidencialidad.

Además de la Torre de Londres, la fundación administra otros palacios históricos, incluyendo Hampton Court Palace.

La mayor parte de los fondos se generan por las ventas de boletos. En consecuencia, este año las finanzas fueron duramente golpeadas por la pandemia del coronavirus, al menos el año pasado la fundación anunció planes de 145 despidos obligatorios y cambios en las condiciones laborales del personal debido a la caída de ingresos de 130 millones de dólares.

The Guardian solicitó información sobre pagos con cláusulas de confidencialidad después de hablar con personal actual y del pasado que tratan con el público y que se conocen como los guardias del departamento de estado.

Varios miembros del personal hicieron referencia a un incidente que tuvo lugar cuando uno de los gerentes de mayor rango de la Torre de Londres dijo que los turistas visitantes vienen de la “tierra de bongo-bongo” durante una reunión con el staff.

Después se realizó una investigación externa porque un empleado de raza negra se quejó. El gerente ya se retiró y se disculpó con el empleado por usar esa frase pero no se tuvo ninguna acción disciplinaria por parte de HRP.

Un vocero de HRP dijo que la disculpa fue aceptada por lo que se pensó que el asunto estaba resuelto. Sin embargo, el empleado, quien se niega a comentar el asunto, recibió un pago con acuerdo de confidencialidad y fue transferido a otro palacio.

Algunos de los miembros del personal, actual y del pasado, que hablaron con The Guardian, se quejaron de que sentían que había una cultura de favoritismo y que los que no eran del agrado de la gerencia tenían problemas para progresar.

Se dice que un empleado, ya retirado, recibió un pago con acuerdo de confidencialidad porque aseguraba que lo discriminaban y lo pasaban por alto a la hora de los ascensos, a pesar de sus años de servicio.

Se dice que esta persona, con ascendencia negra y asiática, ocupó en repetidas ocasiones puestos importante de manera temporal y le decían que estaba calificado para un ascenso, pero siempre rechazaban su solicitud para que lo promovieran.

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Otra empleada habla de sentirse “como una sombra de mi antiguo yo” ya que aguantó 3 años el bullying de su jefe. Dejó la organización cuando se dio cuenta de que la podían “correr” de la fundación si no aceptaba una oferta de renuncia voluntaria.

“Yo tomaba todos los caminos correctos, seguía todos los procedimientos del manual”, dijo. “Si revisas el manual, allí dice que no se toleran cosas como el bullying. Pero sólo lo dicen. Lo toleran y lo practican hoy en día”. Siente que cayó de la gracia de los líderes del equipo por apoyar a los compañeros que ella consideraba eran victimizados”.

Miembros actuales y anteriores del personal dicen que sienten que los discriminaban a causa de su origen, y cuestionaron la determinación de la administración de acabar con la discriminación racial.

Una habló de escuchar un comentario de un colega que interpretó como racista y amenazante. Sin embargo, dicen que un gerente les dijo que no hicieran una denuncia formal. Lo que nos dicen básicamente es: ‘Estás acusando de racismo a alguien. Y eso es algo serio. ¿Estás seguro? Dicen. ‘Si vas por este camino, puedes quedarte para siempre fuera de la organización’”.

En un comunicado, la directora de medios y relaciones públicas de Historic Royal Palaces, Laura Hutchinson, dijo: “Historic Royal Palaces no tolera bullying ni discriminación racial de ningún tipo y tiene el compromiso de tratar a todo el personal con dignidad y respeto en el lugar de trabajo. Tenemos políticas comprensivas y procedimientos para apoyar este compromiso y asegurarnos de que cualquier preocupación se investiga adecuadamente y se resuelve.

“Nunca hemos querido esconder situaciones de este tipo. Al contrario, en raras ocasiones cuando se necesitan arreglos de este tipo, se incluye un apartado para que los empleados puedan reportar situaciones de mala conducta.

“Crear una cultura en la que todos se sientan incluídos, valorados y respetados, requiere de constante atención. Cuando hay brechas en nuestros estándares tenemos que reconocer nuestras responsabilidades, responder con fuerza para enfrentar el problema y aprender de la experiencia.

“Por esta razón, la recién designada presidenta de nuestro comité y fideicomiso, Sarah Jenkins, ahora realizará una revisión para ver cómo la cultura de la organización puede reflejar nuestro compromiso de igualdad y diversidad.

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