Cientos de flotas pesqueras en “modo oscuro” son sospechosas de caza ilegal: estudio
Fotografía: Andrea Izzotti / Alamy

Las gigantes flotas pesqueras de aguas distantes, principalmente de China, están apagando sus balizas de rastreo para evadir su detección al participar en pesca posiblemente ilegal de calamares y otras especies lucrativas en el borde mismo de los extensos caladeros de Argentina, de acuerdo con un estudio de Oceana, una ONG internacional dedicada a la conservación de los océanos.

Cada año, los barcos se aglomeran a lo largo de los límites de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina para aprovechar los lucrativos bancos de pesca.

Al monitorear las balizas de rastreo de los barcos entre enero de 2018 y abril de 2021, Oceana descubrió que más de 800 embarcaciones aparentemente realizaron casi 900,000 horas de pesca dentro de las 20 millas náuticas de la frontera invisible entre las aguas nacionales de Argentina y alta mar.

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“Durante este período de tres años y medio, hubo más de 6,000 casos en los que estos barcos pesqueros parecieron quedarse ‘en modo oscuro’ al deshabilitar potencialmente sus dispositivos de rastreo electrónico, conocidos como Sistemas de Identificación Automática (AIS)”, dice el informe, publicado el miércoles, titulado Ahora me ves, ahora no: barcos desapareciendo a lo largo de las aguas argentinas.

En total, estas embarcaciones se “ocultaron” durante más de 600,000 horas durante las cuales Oceana sospecha que cruzaron hacia aguas territoriales argentinas para la pesca ilegal.

“Es muy sospechoso que tengan el AIS apagado durante una gran parte del tiempo que están pescando”, dijo Marla Valentine, ecologista de Oceana, una ONG internacional dedicada a la conservación de los océanos.

Se están extrayendo de los ecosistemas miles de millones de dólares en vida marina, como el calamar, la merluza y el camarón, que se alimentan de especies como el atún. Esto puede tener un impacto duradero en su ciclo reproductivo”, dijo Valentine.

Casi el 66% de los barcos “oscuros” eran jiggers de calamar con bandera china, barcos con luces brillantes y anzuelos diseñados para capturar calamares.

Pero los arrastreros (trawlers) españoles que remolcan pesadas redes a lo largo del lecho marino para capturar especies como la merluza argentina y el camarón rojo se “oscurecieron” más de tres veces más que los barcos chinos, según el informe.

La presencia de tantos barcos frente a las aguas argentinas ha provocado una serie de enfrentamientos en alta mar con la guardia costera argentina. En abril del año pasado, aproximadamente 100 jiggers de calamar, en su mayoría con bandera china, fueron capturados presuntamente pescando ilegalmente durante incursiones nocturnas en aguas argentinas, cada uno con su AIS apagado.

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“En 2016, un trawler chino se hundió después de que, según informes, intentara embestir un barco de la Guardia Costera; y en 2018 cuatro barcos pesqueros chinos supuestamente se unieron para proteger un quinto barco al que perseguía la Guardia Costera”, dice el informe.

“Existe una línea muy fina entre lo que es legal, sostenible, responsable y regulado”, dijo Valentine. “Podrían estar a solo una pulgada fuera de la zona de exclusión de Argentina y se consideraría legal“.

Argentina tiene una de las pesquerías de calamar más grandes del mundo con un valor comercial de casi 4 mil millones de dólares en 2016. El calamar del país “es de importancia crítica para la economía mundial, la seguridad alimentaria y la resistencia de los océanos”, dice el informe.

Oceana también informó el año pasado sobre la pesca ilegal de enormes flotas chinas a lo largo de la costa del Pacífico de América del Sur, que afecta a Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Las embarcaciones de ese grupo de países también fueron acusadas de desactivar sus dispositivos de rastreo público y de participar en prácticas de transbordo potencialmente sospechosas, todo lo cual puede facilitar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca INDNR).

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