Elecciones en México: AMLO no obtuvo la mayoría calificada en elecciones intermedias

Los electores mexicanos le negaron al presidente Andrés Manuel López Obrador una supermayoría en las elecciones de mitad de período, aunque su partido Morena mantuvo su mayoría en la cámara baja del Congreso con el apoyo de un controvertido aliado.

Los votantes también mostraron poco entusiasmo por la oposición de derecha de México, que mantiene el desprecio popular tras la derrota en 2018 ante López Obrador, quien llegó al poder con la promesa de frenar la corrupción y poner a los pobres en primer lugar.

AMLO acogió con satisfacción los resultados y dijo el lunes que estaba “feliz, feliz, feliz”, tanto con la participación como con la mayoría que le permite aprobar presupuestos destinados a los pobres.

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Los mexicanos votaron en cifras no vistas en las últimas elecciones intermedias, con una participación que alcanzó el 51%. El país también eligió gobernadores en 15 estados y a cientos de alcaldes y legisladores locales.

Morena y sus aliados fracasaron en su intento por ganar dos tercios de la Cámara baja, lo que le habría permitido revertir las reformas que abren el sector energético a la inversión privada y reformar las instituciones autónomas, incluido el Instituto Nacional Electoral, que AMLO ha criticado llamándolo una burocracia sesgada e hinchada.

“Esta es una derrota tolerable y marginal para AMLO después de dos años y medio desastrosos”, aseguró Federico Estévez, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México. “Él mantiene el poder institucional que cuenta: el proceso presupuestario y el Congreso”.

AMLO, una figura popular, populista y polarizante, todavía disfruta de índices de aprobación de alrededor del 60%. Pero las encuestas ofrecen evaluaciones deficientes de su manejo de la economía, la seguridad y la pandemia, que ha cobrado más de 228,000 vidas y en donde AMLO adoptó un enfoque indiferente e impuso medidas de austeridad.

AMLO también ha sido criticado por no controlar el aumento de la violencia. 36 candidatos fueron asesinados durante la campaña electoral.

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“Está dividiendo el país y generando odio entre los mexicanos”, declaró Alejandra Espino, de 23 años, estudiante que expresó “profunda desilusión” con AMLO por el desdén que demostró hacia las feministas que protestan por el flagelo del feminicidio.

“Está liderando un gobierno muy caprichoso”, dijo Pilar Hurtado, de 52 años, quien votó en una colonia acomodada de Ciudad de México y acusó a AMLO de estar “en contra de la clase media”.

Aún así, ella optó por Morena, diciendo: “Todos los demás partidos son basura”.

Los partidarios de AMLO dijeron que apreciaban acciones tales como programas de pagos en efectivo para personas mayores y estudiantes y aumento del salario mínimo, asimismo, hablaron de la probidad personal de AMLO.

“No es mucho dinero, pero ayuda”, dijo Marían Campos, de 33 años, estudiante y madre soltera que recibió estipendios a través de uno de los programas de AMLO. “Las mejoras tomarán tiempo”, dijo. “Pero hemos visto cambios”.

Se proyectaba que Morena y el Partido del Trabajo, un aliado de AMLO desde hace mucho tiempo, ganaran entre 260 y 292 escaños de 500 en total en la Cámara baja y necesitaban los más de 40 escaños reclamados por el Partido Verde para obtener la mayoría.

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El Partido Verde, que rara vez ha mostrado interés en cuestiones ambientales, tiene un historial de promiscuidad política. También ha sido acusado repetidamente de corrupción y ganó notoriedad por desobedecer las reglas electorales y pedir la imposición de la pena de muerte.

Morena tuvo un desempeño fuerte a nivel estatal y lideró en 10 de las 15 contiendas para gobernador el domingo, según funcionarios electorales.

Pero el mayor revés se produjo en la Ciudad de México, donde el Covid-19 golpeó con especial fuerza y ​​donde el descontento ardía a fuego lento por el colapso de una línea del Metro elevada en mayo, en que murieron 26 pasajeros. Los partidos de oposición lideraron en 9 de las 16 alcaldías.

Partidos afines a AMLO habían dominado la política en la capital desde finales de la década de 1990, pero las elecciones “dividieron la ciudad en este y oeste” con “populistas” de un lado y “cosmopolitas” del otro, dijo Federico Estévez. “Es una división de clases en términos culturales”.