Ley de Hawái intenta retirar los fondos destinados a proteger el medio ambiente del turismo
En 2019, el estado alcanzó un récord de más de 10 millones de turistas y causó importantes impactos ambientales en senderos, playas y sitios sagrados. Foto: Caleb Jones / AP

Desde 1998, la Hawaiian Tourism Authority, Autoridad Hawaiana de Turismo, HTA por sus siglas en inglés, la agencia estatal encargada del turismo, se ha dedicado principalmente a promover Hawaii en el mundo. Pero en 2019, cuando el estado alcanzó 10 millones de turistas, la cifra tuvo su costo sobre los residentes, y un gran impacto ambiental en los caminos, las playas y en los sitios sagrados.

Durante la pandemia, el nuevo líder de la agencia, John De Fries, calificó este momento de “huliau” que en hawaiiano significa “tiempo de transición”. Fue un momento que De Fries, el primer nativo hawaiiano en el cargo, sintió que sería el momento perfecto para reprogramar Hawaii en una forma que podría emparentar la tecnología moderna con la sabiduría indígena para proteger el futuro de la isla y promover los objetivos de sustentabilidad adoptados por el estado para 2030.

Al ser el primer estado en el país que declaró una emergencia climática, los residentes de Hawaii sientieron la urgencia de un mejor manejo de estrategias turísticas y con la creencia mayoritaria de que la isla se ha usado para los turistas a costa de los residentes locales, según una encuesta de HTA. Entonces, por primera vez, la HTA creció más allá de la mercadotecnia y creó un plan de turismo más amplio, sustentable y regenerativo que da prioridad a la cultura nativa hawaiana, la comunidad y el medio ambiente; la institución mencionaba un aumento de 7.5 millones para respaldar estos esfuerzos.

Descubre: La crisis climática reducirá las economías del G7 dos veces más que el Covid-19: investigación

Pero justo cuando lanzaron finalmente sus estrategias de recuperación y las puertas del turismo se abrieron después del colapso posteconómico, la legislatura, en una medida de último momento de destripa y sustituye, introdujo la ley 862 que le retira los fondos y las responsabilidades a la HTA en abril. En una de las versiones anteriores de la ley, la legislatura retiró todo su financiamiento para las organizaciones nativas hawaianas, para la programación cultural, y las fundaciones ambientalistas que había financiado desde años atrás, provocando el descontento entre la población y la oposición con más de 200 testimonios públicos.

“Quieren usarnos, quieren llevarse de nuestro hogar todo lo que puedan, nuestros recursos, y nuestra forma de vida y darnos poco o nada a cambio”, testificó Mapuana Da SIlva, directora ejecutiva de la organización cultural sin fines de lucro Hika’alani, con sede en Kailua.

Según Maggie Kahoilua, filántropa de Kona, la ley perpetúa el ciclo de poderes ocupados que destruyen la identidad nacional y borran todavía más el conocimiento del reino hawaiiano. “Mucha gente no sabe siquiera que existe el reino hawaiiano y eso es lo que prefieren ellos”.

El senador Glenn Wakai, quien apoya la ley, dijo que la HTA debería enfocarse en su propósito original de mercadotecnia, y que la agencia necesita cuidar mejor su contabilidad.

Según De Fries, esa queja no está del todo equivocada pero se refiere a la agencia de antaño que en una ocasión fue objeto de una auditoría extrema. En la actualidad todos sus acuerdos se publican en su sitio, y él reporta a una junta de 12 miembros autorizados por el senado.

No te pierdas: Reforma fiscal del G7: ¿Qué se ha acordado y a cuáles empresas afectará?

En al actualidad esperar una decisión del gobernador David Ige, la nueva ley, de aprobarse, reduciría el presupuesto fiscal para la HTA a cero, y la agencia tendría que pasar por un riguroso proceso para justificar ante los legisladores por qué debe recibir fondos generales, y además necesitaría la aprobación del estado para futuros contratos y compras. Aunque la veten, otra ley, HB200, también amenaza con acabar con sus fondos.

Esto ha dejado a la agencia con problemas para utilizar los fondos especiales para las organizaciones culturales para el 1 de julio para que el dinero no regrese al estado. Mientras tanto sus planes de muchos años para proteger al medio ambiente y a las comunidades ya están en el aire.

“En momentos en los que necesitamos ser más eficientes, más rápidos, tener más habilidad para maniobrar, nos encontramos con este lastre adicional..” dice De Fries.

“Pero al final del día la única crítica creíble es una mejor idea. Así que es por eso que no tenemos tiempo de sentir lástima de nosotros, sólo tenemos que ser más creativos”, aseguró.

Si aprueban esta ley, regresaremos al turismo sin control sin un mecanismo específico de administración para asegurar que cualquier inversión significativa se dedique al servicio del medio ambiente y la cultura”, dijo Mahina Paishon-Duarte, representante de Aina Aloha Economic Futures, una organización de bases pro comunidad que cree que las voces nativas hawaianas, sus valores y sus experiencias tienen que contribuir a la recuperación económica.

“Merecemos cosas mejores. No retrocederemos hacia un modelo que impacte negativamente la salud de la tierra y nuestra calidad de vida”, comentó este último.

Síguenos en

Google News
Flipboard