La sociedad de los muslos: ¿por qué los shorts de los hombres son más cortos?
'Solo soy un chico que sale del gimnasio': Milo Ventimiglia. Foto: AKGS / Backgrid

En abril, el actor estadounidense Milo Ventimiglia, estrella de la serie estadounidense This Is Us, apareció en una fotografía saliendo del gimnasio con una playera sin mangas y un par de shorts tan cortos que apenas se podían ver dos anillos de tela negra del tamaño de un pulgar.

La foto del paparazzi era inocua pero la “oleada de deseo” que desató fue enorme. La imagen se compartió miles de veces y los usuarios clamaban: “Cada pensamiento de mi cabeza fue reemplazado con esta imagen”.

Eso fue solo el principio. Paul Mescal usó unos shorts de futbol gaélico O`Neill igual de reveladores el año pasado y Gucci sacó un par muy parecido, para deleite de Mescal. Harry Styles ha estado usando un par de Daisy Dukes de mezclilla con unas costuras que parece que están a punto de reventar. La mitad de la NBA, famosos por sus enormes y flojos shorts de basquetbol ya empezaron a usarlos más cortos para que sus cuádriceps respiren.

Esto va más allá de las celebridades. En TikTok cientos de videos se han publicado en #inseam y #5inseam. La mayoría de las publicaciones son de mujeres que dicen que nunca saldrían con el hombre perfecto si este usa shorts de más de 14 cm. Otros son más directos y una chica aparece subiendo el dobladillo de los shorts de su novio.

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Los periodistas de moda se pelean por ver quién acuña el nombre para esta tendencia. Vox declaró que era el “verano del chico de los muslos”, su escritor muy mesurado dice que los “griegos antiguos navegaban para pelear por una mujer y los americanos dejarían que los muslos de Milo pulverizaran sus cráneos”. El editor de estilo del Wall Street Journal, Jacob Gallagher, sugiere que este es el “verano de la costura de 2.5 cm”, borrando la línea entre los shorts cortos y las coronas de papel que se usan en Navidad. The Times asegura: “las piernas son los nuevos abdominales”.

Pero los shorts cortos no son nada nuevos. Tom Selleck y John Travolta usaban bikinis décadas antes de que recortaran los shorts en TikTok. Pero son un baluarte en la normalización de la moda de los hombres durante los últimos 30 años. Algunos hombres públicos como Styles, Tyler the Creator, y Lil Nas X son más atrevidos en sus opciones de moda, la moda popular es muy conformista.

Así es que los shorts más cortos sí llaman la atención porque nos dan la idea, que ha estado un poco fuera de la imaginación desde hace tiempo, que estos hombres tal vez quieren vestirse de una forma totalmente sexy. Esta tendencia para mostrar más piel se da en momentos en los que Gran Bretaña se siente más sexy que desde el verano del amor de 1960. El gobierno ya dio la luz verde porque ¿de qué otra forma puede uno describir el reciente anuncio del mismísimo Barry Whitehall, Michael Gove, de que las visitas de toda la noche “y el contacto íntimo entre amigos” ya está permitido?

Las redes sociales se han estado saboreando la idea de un “verano ardiente de vacunas”. Después de un año de cocinarse en sus propios pants y de horas interminables de trabajo en casa, el contacto con otras personas parece abrumador. Ya se reporta un aumento de cifras de dos dígitos en las ventas de preservativos durante el primer trimestre de 2021, en comparación con el año pasado.

Ya pasó mucho de la ingenuidad de la libertad sexual de la década de los 60. La pandemia no cambió el hecho de que cuando escuchamos sobre la sexualidad de un hombre heterosexual es normalmente en términos de avances no deseados. El covid ha dominado las noticias durante el año pasado, pero los momentos en los que desaparece de las primeras planas tiende a ser reemplazado por terribles historias de abusadores sexuales. Parece casi imposible hablar de un verano de amor cuando los hombres siguen violando los derechos de las mujeres. Parece que es moralmente inaceptable hablar de que los hombres tengan un aspecto provocativo de forma positiva. ¿O está bien que los hombres quieran vestirse de forma más provocativa?

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“Me parece imposible decirlo”, confesó la columnista de sexo de Vogue Annie Lord. “Creo que los hombres y las mujeres están tratando de negociar un espacio y eso es difícil. Hablo con mucha gente sobre sexualidad y casi todo el mundo está hambriento de tacto, pero existe el temor de no saber cómo acercarse a otro sin que sea escalofriante”.

Le pregunto a Annie si cree que las mujeres se excitan por ver unos femorales. Ella considera que los muslos de Milo eran sexys pero dice que no es tanto como que las mujeres se coman con los ojos los muslos sino lo que representan unos shorts más cortos. “Creo que lo que la gente realmente quiere en estos momentos es una especie de masculinidad suave, un chico suave. Connell de Normal People es eso definitivamente: deportista y calmado. Era masculino pero te hacía sentir segura”.

Un muslo expuesto proyecta las cualidades de un chico suave. Son deportistas, útiles, atléticos, muy reveladores, un poco erógenos, y nada amenazadores. Suelen estar cubiertos de pelo suave y brotes en la piel, y los enseñan como si fueran una especie de vulnerabilidad, un estado de la naturaleza más que uno de la falta de ropa.

Obviamente ayuda que tengas buenas piernas. Los gimnasios reportan un aumento en los trabajos de entrenamiento de la parte baja para los hombres. Las clases de piernas, glúteos y abdomen, que normalmente se dirigen a mujeres, ya son muy comunes también para hombres en los gimnasios. El centro de entrenamiento Roar es famoso por sus dramáticas fotografías de antes y después, y personas como Nick Grimshaw y Piers Morgan se han inscrito para transformar sus cuerpos. Pero, dijo la fundadora y entrenadora Sarah Lindsay, el tipo de cuerpo que la gente quiere ha cambiado.

“Todo se remonta a los Olímpicos de Londres. En los años que les siguieron, la gente se quería ver menos como modelo, el típico cuerpo en V, y empezamos a escuchar palabras como ‘atlético’ y ‘fuerza’ con más frecuencia. Los objetivos de la gente cambiaron. Querían un mejor cuerpo, pero la mayoría querían sentirse fuertes”.

Lindsay señaló que el enfoque en las piernas es menos en su aspecto y más en lo que les permite lograr. “Creo que la gente se saltaba las piernas en el gym porque se enfocaban en tener un six pack. Pero las piernas te ayudan mucho a ser fuerte. Si no trabajas tu centro, del que los cuádriceps y los glúteos forman parte, entonces la parte superior de tu cuerpo siempre estará limitada y con más propensión a las lesiones”.

Así es que es bueno trabajar tus pantorrillas pero antes de enseñar más pierna ¿hay otras opciones de moda para hombres que los conecten con su sexualidad “sin sentirse raros”? Samuel Douek es director, artista drag y empresario con un particular interés en la expresión masculina. Su video musical más reciente, para Little Mix, presentaba a los tres miembros de la banda totalmente como drag. En el espacio LGBTQ+ siempre ha habido espacio para la expresión, para confundir y jugar con la masculinidad pero, confesó, los hombres heterosexuales tienen problemas con la menor desviación de la norma.

“Con frecuencia los hombres hetero me dicen, ‘me encanta lo que usas, pero yo nunca lo usaría’”, afirmó. “Y mira lo que uso es algo como un par de jeans con una raya. ¿Qué quieres decir con que nunca lo usarías? No quieres que te vean como gay o solo temes a la masculinidad en sí misma, no estoy seguro”.

Douek siente que no siempre fue así. En los 70 había “shorts increíblemente cortos, con grandes protuberancias. Así se vestían nuestros papás. El glam rock hizo que fuera normal que los hombres usaran maquillaje y había mucha exploración de la sexualidad. En los 80, la crisis del Sida hizo que fuera más difícil para los artistas queer existir en lo convencional, Hollywood no quiso trabajar con ellos. En su lugar llegó la hipermasculinización de la cultura popular que ha prevalecido hasta nuestros días. Así es que de alguna manera estamos regresando al lugar en donde estábamos”.

Ahora que si pensamos en vestidos provocadores pues se trata más de estereotipos de género, porque aunque busquemos trascender solo nos apegamos a ellos. “Cuando pensamos en términos peyorativos de modismos para hombres y mujeres, todas las mujeres son promiscuas: zorra, puta”, confesó Douek. “Lo peor que le pueden decir a un hombre es que es una mujer: loca, débil, gallina. Esos estereotipos se reflejan cuando describimos apariencias provocadoras: Para las mujeres, vestirse de manera ‘provocativa’ es sexualizarse. Para los hombres, es romper los límites del género”.

Douek está en lo correcto. Solo cierto tipo de hombre heterosexual tiene problemas por enseñar un poco de piel y tal vez ahora ya no. Cualquier tipo de tendencia de moda está inmersa en grandes generalizaciones y pocas veces es lo mismo en todos los escenarios o sexualidades. Es cierto que si ahora el mundo muere por las piernas superiores, pueden estar seguros de que en un año o dos estaremos leyendo que los shorts que tapan las rodillas son el look del verano.

La obsesión con los muslos nos dice algo de cómo los hombres se involucran en un verano de sexo en una forma que se apega a la masculinidad pero no es rara. Cuando empezó el confinamiento, me enfrenté a un cuerpo al que nunca había estado muy apegado: pedazos de Play Doh sueltos en lugares improbables. Dejé la comida chatarra y empecé a correr. El año que siguió fue más difícil emocionalmente de lo que nunca pude haber pensado, pero en los peores días, cuando las lágrimas caían y mi panza se encogía, mis piernas se convirtieron en raíces.

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Después de nuestra conversación, Annie Lord me manda un mensaje. Regresó con Milo. “Volví a ver la foto y en realidad una de las cosas que tiene de sexy es que está ocupado, lleva cosas y se está subiendo a su coche. Está haciendo cosas y parece que se exhibe al hacerlo. Quiero que los hombres se vean ocupados todo el tiempo”.

El mes pasado Ventimiglia finalmente habló de sus piernas en un programa de TV matutino de Estados Unidos The Talk. Trató de acabar con la lujuria diciendo que es “solo un tipo que sale del gym” y que en realidad sus shorts no eran tan cortos pero que le gusta subirlos en el gym para “trabajar un poco más duro”. En otras palabras, no es sexy, solo está haciendo cosas.

Para que los hombres reconozcan su sexualidad, tienen que sentir algo en su cuerpo. La sexualidad por medio de la funcionalidad es una forma de hacerlo. Las piernas nos transportan, nos sostienen, evitan las lesiones, dicen un poco más de lo que somos y, si, nos hacen ver ocupados. Si se ven bien también, bueno, pues no podemos decir nada.

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