Una investigación relaciona el exceso de tiempo libre con una menor sensación de bienestar
Los científicos descubrieron que el exceso de tiempo libre podría no ser bueno para la sensación de bienestar de las personas. Foto: NurPhoto/REX/Shutterstock

La lección de Ricitos de Oro, de que se puede tener demasiado de algo bueno, incluso cuando se trata del tamaño de una silla, se ha aplicado en campos que van desde la astrobiología hasta la economía. Ahora, parece que incluso puede regir nuestro tiempo libre.

Los investigadores descubrieron que aunque los niveles de bienestar subjetivo aumentan inicialmente a medida que se incrementa el tiempo libre, la tendencia no se mantiene necesariamente cuando los niveles de ocio son muy elevados.

El punto ideal es una cantidad moderada de tiempo libre“, señala la doctora Marissa Sharif, coautora del estudio de la Universidad de Pensilvania. “Descubrimos que tener demasiado tiempo se asociaba con un menor bienestar subjetivo debido a la falta de sensación de productividad y propósito“.

Al escribir para la revista Journal of Personality and Social Psychology, Sharif y sus colegas informaron sobre cómo analizaron los resultados de dos encuestas a gran escala, que involucraron a un total conjunto de más de 35 mil participantes.

Una fue la Encuesta estadounidense sobre el uso del tiempo, que se realizó entre 2012 y 2013 y en la que se les preguntó a los participantes qué habían hecho en las últimas 24 horas.

Después de recabar opiniones de un colectivo sobre qué actividades se equiparaban con el tiempo libre y de calcular este tiempo en el caso de los participantes, el equipo descubrió que si bien el bienestar subjetivo aumentaba con la cantidad de tiempo libre hasta aproximadamente dos horas, empezaba a descender una vez que superaba las cinco horas.

Mientras tanto, los datos del National Study of the Changing Workforce, que se realizó entre 1992 y 2008, reveló que después de cierto punto dejaba de relacionarse el tener más tiempo libre con un mayor bienestar subjetivo, pero no disminuyó, posiblemente porque pocos de los participantes informaron que disponían de más de cinco horas de tiempo libre al día.

El equipo señaló que la Encuesta estadounidense sobre el uso del tiempo sugirió que un factor importante fue la forma en que las personas pasaban su tiempo libre.

“Aunque la mayor parte del tiempo discrecional dedicado a actividades individuales y no productivas causó un efecto negativo en el bienestar subjetivo, el tiempo discrecional dedicado a actividades sociales o productivas no tuvo el mismo efecto”.

Posteriormente, el equipo realizó dos experimentos en línea, con datos de 2 mil 565 participantes estadounidenses en uno y 4 mil 046 en el otro, en un intento para garantizar que los descubrimientos no se reducían únicamente a, por ejemplo, un escenario en el que las personas que viven con depresión pudieran encontrarse con una gran cantidad de tiempo libre.

En ambos experimentos, se les pidió a los participantes que imaginaran una cantidad definida de tiempo libre al día y lo qué harían con él, dedicando un experimento a analizar de forma especifica si ocupaban el tiempo para actividades significativas y productivas, o lo “desperdiciaban”.

El equipo descubrió que un mayor tiempo libre no resultaba necesariamente mejor si se comparaba con las sensaciones imaginadas de bienestar, estrés o productividad. Más concretamente, el bienestar imaginado se estabilizó a medida que el tiempo libre hipotéticamente productivo aumentó de moderado a alto, pero fue 0.4 puntos inferior en una escala de siete puntos en comparación con cantidades moderadas de tiempo libre no productivo. Y el impacto de los efectos era pequeño y las cantidades óptimas de tiempo libre inexactas.

Sin embargo, mencionaron que la investigación sugería que las personas que sienten que tienen muy poco tiempo libre no deberían renunciar a todas sus obligaciones, sino intentar encontrar un par de horas libres al día. Mientras tanto, aquellas personas con días libres debían intentar emplear su tiempo con un propósito, ya fuera relacionándose con otros o haciendo algo productivo.

Andrew Oswald, profesor de economía y ciencias del comportamiento en la Universidad de Warwick que no participó en el estudio, elogió la investigación.

“Esta es una investigación valiosa porque proporciona todo tipo de evidencia estadística sobre una idea muy intuitiva: a los seres humanos les gusta tener tiempo libre ‘discrecional’, para el ocio, las tareas domésticas, los pasatiempos, etc., en su día, pero no demasiado”, comentó. “Es un resultado de Ricitos de Oro, a tiempo”.

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