Elon Musk rechaza las crecientes críticas de que sus satélites acaparan el espacio
Elon Musk, fundador de SpaceX. Foto: Britta Pedersen/AFP/Getty Images

Elon Musk rechazó las críticas de que su empresa está ocupando demasiado espacio en el espacio y aseguró que sus decenas de miles de satélites planeados podrían coexistir con muchos otros.

Además de convertir a Tesla en el fabricante de automóviles más valioso del mundo gracias a sus pioneros vehículos eléctricos, Musk reformó la industria espacial al fundar SpaceX, una empresa privada de cohetes que también pretende convertirse en una importante entidad de telecomunicaciones a través de una red de decenas de miles de satélites de órbita baja llamados “Starlink”.

SpaceX ya lanzó más de mil 600 satélites, incluido el reciente lanzamiento del 18 de diciembre, que sumó otros 52, convirtiéndola en el objetivo de las peticiones de regulación del espacio.

En una entrevista publicada por Financial Times, Musk rechazó las críticas de que SpaceX estaba dominando las frecuencias de radio y los espacios orbitales.

“El espacio es sumamente enorme, y los satélites son muy pequeños“, dijo Musk. “No se trata de una situación en la que estemos bloqueando a los demás de alguna manera. No hemos impedido que alguien haga algo, ni pretendemos hacerlo”.

Josef Aschbacher, director de la Agencia Espacial Europea, dijo a principios de este mes que Musk estaba “haciendo las reglas” respecto al espacio. Aschbacher pidió que la Unión Europea y otros países actúen de forma conjunta para garantizar que la constelación de SpaceX no impida que otros países o empresas lancen sus propios satélites.

Musk comparó el número de satélites con los 2 mil millones de vehículos que hay en la superficie de la Tierra, sugiriendo que había espacio para “decenas de miles de millones” de satélites. El Financial Times citó a un astrofísico que refutaba este argumento basándose en que los satélites necesitan grandes espacios para poder evitar colisiones de forma segura.

SpaceX también provocó las críticas de China, país que esta semana acusó públicamente a Estados Unidos de ignorar las obligaciones de los tratados internacionales después de que la estación espacial china y los satélites Starlink estuvieron a punto de chocar. China señaló que su estación espacial se vio obligada a maniobrar para evitar los satélites en julio y octubre.

Los astrónomos también han expresado su creciente preocupación por el hecho de que la proliferación de decenas de miles de satélites provocará cambios inalterables en el cielo nocturno si se siguen realizando lanzamientos sin ninguna regulación. Los fabricantes ya han intentado dar respuesta a estas críticas con cambios de diseño para que los satélites sean menos visibles desde la Tierra.

SpaceX, fundada por Musk en 2002, compite contra sus rivales, entre ellos OneWeb, respaldada por el gobierno británico, para construir una red de satélites lo suficientemente grande como para cubrir todo el planeta. SpaceX cuenta con la autorización de las autoridades estadounidenses para lanzar 12 mil satélites y, con el tiempo, planea tener una constelación de 42 mil, una cantidad mucho mayor que los aproximadamente 8 mil satélites que estaban en órbita en septiembre.

Amazon, fundada por Jeff Bezos, la segunda persona más rica del mundo después de Musk, también planea unirse a la carrera espacial de la órbita terrestre baja (LEO) con el primer lanzamiento de sus satélites del Project Kuiper a finales de 2022. Entre los demás competidores figuran Astranis, respaldada por Blackrock, el fabricante de armas estadounidense Lockheed Martin, la canadiense Telesat y el gobierno chino.

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