Los expertos plantean dudas sobre el plan para que la Marina Real controle los cruces del Canal de la Mancha
El año pasado, 28 mil 431 personas cruzaron el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones para llegar al Reino Unido, una cifra tres veces superior a la de 2020. Foto: Gareth Fuller/PA

Se espera que un influyente comité parlamentario cuestione la credibilidad del plan del gobierno de asignar a la Marina Real la coordinación de los esfuerzos de controlar las pequeñas embarcaciones en el Canal de la Mancha.

Un informe del comité selecto de defensa, que será presentado a la brevedad, planteará dudas sobre si los planes de asignar el mando a la Marina Real fueron comprobados rigurosamente.

Esto ocurre en medio de una creciente inquietud entre los diputados conservadores sin cargo respecto a los planes del gobierno para hacer frente al creciente número de personas que llegan al Reino Unido a través de pequeñas embarcaciones.

Los agentes de la Fuerza Fronteriza se están preparando para una nueva serie de llegadas desde el otro lado del Canal de la Mancha, en medio de la creciente presión sobre el sistema de refugio del Reino Unido a causa de las personas que huyen de la guerra en Ucrania.

El año pasado, 28 mil 431 personas cruzaron el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones -una cifra tres veces superior a la de 2020- y los sindicatos de la Fuerza Fronteriza señalaron que este año podrían llegar hasta 60 mil personas.

El comité se reunirá próximamente para ultimar su informe sobre la denominada Operation Isotrope, el plan para implicar a las fuerzas armadas en la lucha contra los cruces del Canal.
John Spellar, vicepresidente laborista del comité y exministro de Defensa, comentó que no se había analizado bien la política.

“Se trata de una política impulsada por las relaciones públicas que carece de cualquier detalle coherente, pero que también plantea importantes dificultades y tiene el riesgo real de dañar la reputación del [Ministerio de Defensa] y de la Marina Real”.

“El gobierno tiene que obtener una política coherente del Ministerio del Interior para hacer frente a esta gran crisis”, dijo.

A mediados de enero se anunció que los militares se encargarían de frenar el aumento de personas que cruzan el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones y se podrían hacer cargo de las controvertidas tácticas de “expulsión” para rechazar las embarcaciones en el mar.

James Heappey, ministro de las Fuerzas Armadas, comentó a los diputados que el Ministerio de Defensa asumiría el mando de la operación de la Fuerza Fronteriza y coordinaría los numerosos departamentos gubernamentales implicados, mientras que el dinero procedería del presupuesto existente de cada organización.

“Es evidente que se tratará de un esfuerzo multiinstitucional bajo el mando de la Marina Real. En los casos en los que las agencias ya están actuando en el Canal de la Mancha, seguirán siendo financiadas por los departamentos a los que pertenecen”, dijo en respuesta a una pregunta urgente.

Los testigos del comité cuestionaron si esto funcionaría. El exjefe de la Fuerza Fronteriza, el vicealmirante Sir Charles Montgomery, dijo al comité que seguía confundido respecto al papel de liderazgo de la Marina Real.

“Me parece que la ministra del Interior no ha perdido sus responsabilidades en materia de seguridad fronteriza y control de inmigración y, sin embargo, existe una parte importante que ahora recae en un departamento gubernamental diferente y, según pude entender a partir de esta pregunta urgente, en un secretario de Estado diferente. Existe un desajuste en este sentido, que no termino de entender”, comentó.

Otro testigo, el exoficial de la Marina Real el comandante Tom Sharpe, dijo: “Llegar a Dover lleno de inmigrantes y con una insignia blanca en la espalda es un daño a la reputación de la Marina Real”.

La decisión de pedir a la Marina Real que intervenga fue ampliamente considerada como parte de la “Operación Carne Roja”, políticas diseñadas para salvar el cargo de primer ministro de Johnson tras las acusaciones en torno a las fiestas en el número 10 de Downing Street y en Whitehall durante el confinamiento por Covid-19.

El asediado número 10 indicó que pronto se le concedería a la marina la responsabilidad principal de ocuparse de los refugiados que cruzan el Canal de la Mancha en botes, quitándole la responsabilidad a la ministra del Interior, Priti Patel, y al Ministerio del Interior.

En ese momento, una fuente de defensa indicó que creían que una de las tareas inmediatas sería restablecer la seguridad en las aguas que rodean a Gran Bretaña después de que 27 personas, en su mayoría procedentes de la región curda de Irak, murieron en noviembre al intentar llegar al Reino Unido.

Un vocero del gobierno señaló que no podían realizar comentarios sobre las discusiones internas con otros departamentos sobre el tema del financiamiento.

“El Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa siguen buscando todas las opciones para impedir los cruces ilegales, proteger nuestra frontera y la vida en el mar. Sugerir lo contrario es un error”, dijo.

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