Las mujeres de alto perfil en Instagram se enfrentan a una ‘epidemia de abusos misóginos’, revela estudio
Los investigadores analizaron miles de mensajes directos enviados a mujeres y descubrieron una ola de abusos misóginos. Foto: Rafael Henrique/SOPA Images/REX/Shutterstock

Un nuevo informe sobre el análisis de miles de mensajes directos enviados a mujeres de alto perfil en Instagram reveló lo que los investigadores describen como fallas “sistémicas” en la protección de mujeres en el ámbito público del “acoso misógino”.

El informe, publicado por el Center for Countering Digital Hate (CCDH), analizó miles de mensajes enviados a cinco conocidas usuarias de Instagram: entre ellas la actriz Amber Heard, la presentadora de televisión británica Rachel Riley, la activista Jamie Klingler, la periodista Bryony Gordon y la fundadora de una revista Sharan Dhaliwal.

Los investigadores analizaron un caché de 8 mil 717 mensajes de las mujeres que participaron y señalan que descubrieron una serie de abusos misóginos, indicando varias formas en que Instagram, propiedad de Meta, ha sido “negligente” en cuanto al tratamiento del problema.

Las preocupaciones incluyen el hecho de que las usuarias no pueden denunciar las notas de voz abusivas enviadas directamente a ellas, que las usuarias no pueden denunciar los mensajes enviados en “modo de efímero” –cuando se muestra una imagen brevemente antes de desaparecer– sin verlos, y que las usuarias tienen dificultades para descargar las pruebas de los mensajes abusivos. Instagram también permite que los desconocidos realicen llamadas de voz a mujeres que no conocen mediante mensajes directos. Faith Eischen, vocera de Meta, explicó que cuando un usuario recibe una llamada de voz en Instagram de una persona que no sigue, la llamada aparece como una solicitud que debe ser aceptada para poder escucharla. Solo recibirás llamadas de personas a las que no sigues después de haber aceptado su solicitud de MD.

“Existe una epidemia de abusos misóginos que ocurren en los MDs de las mujeres”, dijo Imran Ahmed, director ejecutivo de CCDH. “Meta e Instagram deben anteponer los derechos de las mujeres antes que los beneficios“.

Los mensajes analizados en el estudio fueron obtenidos a través de la función de descargas de datos de Instagram, la cual permite que los usuarios accedan al registro de mensajes enviados por desconocidos que solicitan enviarles un mensaje directo. Sin embargo, en algunos casos las participantes que habían bloqueado anteriormente a usuarios abusivos no pudieron acceder a todo el conjunto de datos de “solicitudes”. Por lo tanto, solo Rachel Riley, Jamie Klingler y Sharan Dhaliwal pudieron ver un análisis completo de su historial de mensajes directos.

El CCDH señaló que estas dificultades para acceder a los datos no están limitadas a las participantes en el estudio y constituyen un problema más amplio en la búsqueda de soluciones contra el acoso generalizado en internet. Heard, que recibió mensajes de “error” cuando intentó descargar sus propios datos, comentó que la función de denuncia de Instagram “no es fácil de usar, no es intuitiva, no está basada en el sentido común“.

Aunque el estudio analizó los mensajes directos de solo un pequeño grupo de usuarias de alto perfil, los investigadores indican que los resultados ponen de manifiesto una realidad más amplia para las mujeres en la plataforma, donde se envían amenazas de muerte, acoso y videos e imágenes de desnudos no solicitados sin posibilidad de reclamación.

Cindy Southworth, directora de seguridad de las mujeres de Meta, explicó que, aunque la empresa no está de acuerdo con “muchas de las conclusiones del CCDH”, sí está de acuerdo en que “el acoso a las mujeres es inaceptable“.

“Por ese motivo no permitimos el odio por razones de género ni ninguna amenaza de violencia sexual, y el año pasado anunciamos protecciones más sólidas para las figuras públicas femeninas”, señaló.

Southworth destacó medidas que incluyen una bandeja de entrada separada para solicitudes de mensajes de remitentes desconocidos y herramientas para filtrar mensajes con palabras y frases abusivas comunes.

A pesar de estas medidas, el estudio del CCDH relató decenas de ejemplos de usuarios que enviaron a las mujeres pornografía, imágenes de ellos mismos desnudos y pornografía editada para mostrar otros rostros, conocida como “deep fakes”, sin consentimiento.

Aparte de los abusos sexuales “basados en imágenes”, las mujeres también recibieron innumerables mensajes violentos y amenazas de muerte más concretas. Heard comentó que con frecuencia recibía mensajes en los que le imploraban que se suicidara, o en los que amenazaban a su bebé, hasta el punto de que ya no se siente segura leyendo ninguno de sus mensajes.

Las normas de la comunidad de Instagram prohíben la violencia y los ataques contra cualquier persona “por motivos de raza, etnia, origen nacional, sexo, género, identidad de género, orientación sexual, afiliación religiosa, discapacidades o enfermedades”. Se supone que estos mensajes deberían ser retirados inmediatamente, no obstante, el estudio del CCDH descubrió que en muchos casos no era así.

El estudio reveló que uno de cada 15 de los miles de mensajes directos analizados infringía estas normas. También mostró que Instagram no actuó en casos de nueve de cada diez cuentas que enviaban amenazas violentas por MD.

Es posible que un mayor volumen de abusos contra mujeres famosas carezca de respuesta, ya que las normas de Instagram señalan que la plataforma “generalmente permite una conversación más fuerte en torno a las personas que aparecen en las noticias o tienen una gran audiencia pública”.

Sin embargo, para muchos usuarios, el acoso en Instagram puede provocar un efecto escalofriante. En 2020, la encuesta mundial más grande sobre la violencia en línea reveló que una de cada cinco chicas (19%) abandonó o redujo significativamente el uso de una plataforma de redes sociales después de haber sido acosada, mientras que otra de cada diez (12%) cambió la forma en que se expresaba. Varias mujeres del estudio señalaron que ya no se sienten seguras utilizando Instagram.

Esa aversión puede tener un efecto especialmente perjudicial para las muchas mujeres que dependen de la plataforma para ganarse la vida, incluyendo las conexiones financieras y profesionales y los patrocinios.

“Los espacios digitales proporcionan formas cada vez más importantes de mantener relaciones, comunicarse y construir marcas personales”, explicó Ahmed. “Para las mujeres, sin embargo, el costo de ingresar a las redes sociales es el abuso misógino y las amenazas que envían los agresores con impunidad“.

En el pasado, Meta adoptó medidas para eliminar las cuentas de los usuarios que enviaban mensajes abusivos. En febrero de 2021 comenzó a permitir que los usuarios bloquearan las cuentas abusivas para que no enviaran más mensajes durante un periodo de tiempo determinado, deshabilitando las cuentas que repetidamente envían MDs abusivos y deshabilitando las nuevas cuentas creadas para eludir las medidas anteriores.

No obstante, las participantes en el estudio señalan que esto no es suficiente. Gordon, que ha hablado abiertamente de su lucha contra los trastornos alimentarios, comentó que recibe incesantes mensajes abusivos sobre su peso.

“Cuando recordemos este periodo de nuestro uso completamente desmedido de las redes sociales, lo haremos con el mismo horror con el que recordamos los anuncios con el hombre de Marlboro diciendo que fumar es bueno para ti”, dijo.

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