El fotógrafo que retrata a obreros sudorosos en obras de construcción
'La suciedad es una parte importante del trabajo'… una foto del libro de O'Mara If you can piss… Foto: David O'Mara

David O’Mara recuerda el trabajo que supuso el inicio de todo. “Un amigo de la familia conocía a alguien que tenía una empresa de pintura y que le dijo, ‘¡Oh, tú fuiste a la universidad de artes, serás bueno!'”. Se ríe. “Pero llevaba años sin tocar un pincel. Me dedicaba al arte conceptual”.

Era el año 2001 y O’Mara acababa de mudarse de Irlanda a Londres con su novia; nunca había pensado en trabajar en una obra de construcción, pero necesitaba el trabajo y pronto descubrió que podía adquirir las habilidades necesarias. También se dio cuenta de que se ganaba un buen dinero, mucho mejor que en el sector artístico. “Consideré trabajar en una galería, pero esos trabajos son difíciles de encontrar y con frecuencia no quieren pagarte”, comenta. “Es una locura. Muchas veces, necesitas mucho capital cultural incluso para que te tomen en cuenta”.

Y el capital cultural -facilidad para familiarizarse con los valores y tradiciones de la clase alta- era algo que no tenía, a pesar de su título universitario en artes. Nacido en 1973 y criado en Waterford, al sureste de Irlanda, O’Mara creció en la clase trabajadora. Descubrió las bellas artes a través de los libros, estudió en su ciudad natal y después en el National College of Art and Design (Escuela Nacional de Arte y Diseño) de Dublín, donde se interesó en el arte conceptual y en los situacionistas, los revolucionarios sociales que inspiraron las protestas de 1968 de París, y después en los punks.

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Playera de trabajo de Geez, Wilkes Street, Spitalfields, tomada de If you can piss…. Foto: David O’Mara

O’Mara se aficionó a las fotografías encontradas a través de los situacionistas. Basándose en sus ideas sobre el urbanismo y la proliferación de imágenes en el marco del consumismo, recorrió las calles de Dublín en busca de fotografías y negativos abandonados. Cuando llegó a Londres mantuvo esta práctica, caminando de ida y vuelta al trabajo en busca de fotos perdidas. También adquirió el hábito de llevar una cámara y tomar sus propias fotografías, y finalmente comenzó a sacar fotos en el trabajo.

“Cuando empecé a pintar y decorar, me intimidaba mucho el entorno, pero después de un par de años me sentía mucho más relajado”, comenta. “Conocía a todos los que me rodeaban y siempre tenía mi cámara, así que empecé a sacar fotos. Nadie tenía problemas con ello, aunque a veces se burlaban. Eran mis amigos, trabajábamos juntos y nos reíamos juntos. Puede ser muy divertido trabajar in situ, hay mucha autonomía en comparación con el trabajo en una oficina”.

“La fotografía es un gueto de clase media. No existe una gran representación de la clase trabajadora y yo odio la pornografía de la pobreza”.

Las imágenes de O’Mara muestran algunos de los trabajos más arduos que se llevan a cabo en las obras, con fotografías de albañiles trabajando duramente con palas o taladros, con chispas volando. Pero también hay fotografías que reflejan la naturaleza surrealista de deshacer un lugar y volver a construirlo: un par de pies colgando del techo, por ejemplo, o unos guantes colocados alegremente en una escalera.

Algunas de las imágenes muestran a los colegas de O’Mara mostrándole el saludo con dos dedos, o mostrándole sus propias fotografías en sus teléfonos, lo que enfatiza su conexión personal y una sensación de intimidad. El arte y el trabajo manual no tienen por qué ser mundos separados, sugieren sus fotos.

Los trabajadores de Londres son multiculturales, y con frecuencia incluyen tanto a inmigrantes como a británicos de clase trabajadora. O’Mara fue testigo de cómo un carpintero indio y un albañil polaco se comunicaban en un trabajo en alemán, el único idioma que tenían en común. También se ha topado con auténticos personajes. Su primer jefe era un licenciado en filosofía cuyo mejor amigo se fue sin permiso del ejército y dormía bajo la mesa de la cocina.

También estaba el electricista que había sido expulsado de los Testigos de Jehová, y el músico polaco que tocaba sus propias composiciones experimentales en el lugar de la obra. Para O’Mara, esta música se escuchaba “como ruido”, pero apreciaba su chispa creativa, así como la de otros con un talento menos evidente. “Todos tienen una historia y un relato que contar”, indica. “Todo el mundo tiene intereses. Puede que no sea oficial, pero todos tienen conocimientos de algo”.

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‘Hay mucha autonomía en comparación con el trabajo en una oficina’… Geez y Julian, tomada de If you can piss …. Foto: David O’Mara

O’Mara siguió dedicándose al arte, pintando y decorando cinco días a la semana, y pasando los sábados en el cuarto oscuro imprimiendo sus propias fotos. A principios de la década de 2000 organizó una gran exposición que financió trabajando “siete días a la semana en las obras”. Las imágenes estaban colocadas en aluminio, que después tenía que cargar cada vez que se cambiaba de casa. “Pensé: ‘¡Tiene que existir una forma más fácil!”, ríe, y, recordando su primer amor por los libros de arte, decidió publicar una revista.

Su revista, llamada Detritus, se imprimía en papel de periódico para reducir los gastos y facilitar su distribución. En 2012, O’Mara también creó libros hechos a mano con sus fotografías: únicas o solo un par de ellas, impresas en papeles que encontraba en la calle y guardadas en cajas o maletas que encontraba en los contenedores. Hace algunos meses creó su último libro hecho a mano, imprimiéndolo en papel decorativo y dándole a la cubierta una pasada con pintura para casas. Se llama Spit and Sawdust y es una edición de solo cinco ejemplares, con un precio de 200 libras cada uno.

O’Mara asegura que no es bueno para la mercadotecnia y que se cansó rápidamente de intentar introducirse en la escena de las galerías londinenses. “Es horrible”, lo describe así. “Ir a las inauguraciones de las exposiciones y tratar de hacer contactos me volvió paranoico”. Sin embargo, logró hacerse notar bajo sus propios términos. Creó una cuenta de Instagram, @detrituszine, en 2017 y rápidamente comenzó a atraer a curadores y editores de fotografía. Empezó a vender sus libros hechos a mano a través de Photobookstore en 2019 tras conocer a su propietario en un festival de photobooks.

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Cuando te vas no debería parecer que estuviste ahí’. Imagen de In Situ, el próximo libro de O’Mara. Foto: David O’Mara

En 2019 publicó su primer libro con una editorial, If you can piss… (el título deriva del epíteto de la construcción: “Si puedes mear, puedes pintar”), con Jannuzzi Smith Editions. Este año publicará otro libro, In Situ, con el “pequeño grupo punky” Salt n Pepper Press. Decidió trabajar con editores, explica, porque el trabajo manual rara vez es mostrado en la fotografía, y mucho menos retratado por las personas que lo hacen.

“La fotografía es un gueto de clase media”, comenta. “No existe una gran representación de la clase trabajadora en la fotografía, y realmente odio la sensiblera pornografía de la pobreza, los liberales de clase media que toman a la clase trabajadora como tema. Una vez que comencé a acumular un conjunto de imágenes, intenté pensar en proyectos equivalentes y no pude. Así que pensé que era algo que valía la pena hacer”.

Para O’Mara, esta falta de representación está relacionada con un malestar más general y con la supresión de la vida y el trabajo de la clase trabajadora. La vía tradicional de aprendizaje de un oficio o una artesanía se ha devaluado, comenta, al igual que la enfermería o incluso la enseñanza; el trabajo manual ahora es considerado “sucio”. Esta supresión es bastante literal en las obras de construcción, donde el objetivo es ponerse a pintar y luego irse. “Lo dejas todo impecable”, comenta. “Cuando te vas no debe parecer que estuviste ahí”.

Para O’Mara, la fotografía es una forma de preservar ese trabajo, así como la suciedad que lo acompaña; con frecuencia utiliza películas en blanco y negro, en parte porque son más económicas, en parte porque pueden soportar la variada luz de la obra, pero también porque muestran la suciedad. “La suciedad es una parte importante del trabajo”, dice riendo. “Sí llegas a sudar y a ensuciarte. Mi trabajo es físico y disfruto ese aspecto, del mismo modo que disfruto el aspecto físico de la impresión de fotografías”.

Spit and Sawdust de David O’Mara está disponible en Photobookstore. In Situ será publicado este año por Salt n Pepper Press.

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