Disculpas, 800 años después, por las leyes que expulsaron a los judíos de Inglaterra
El rabino jefe Ephraim Mirvis asistirá al servicio en la catedral de Christ Church. Foto: David Hartley/Rex

La Iglesia de Inglaterra pedirá disculpas por sus “vergonzosas acciones” cuando aprobó leyes antijudías hace 800 años, que sentaron las bases para la expulsión de los judíos de Inglaterra.

El domingo se celebrará un servicio especial en la catedral de Christ Church, en Oxford, en conmemoración del 800º aniversario del Sínodo de Oxford, al que asistirá Ephraim Mirvis, el rabino principal, junto con representantes del arzobispo de Canterbury y un obispo católico romano.

El sínodo aprobó leyes que prohibían las interacciones sociales entre judíos y cristianos, obligando a los judíos a portar placas de identificación, imponiéndoles diezmos eclesiásticos y prohibiéndoles ejercer determinadas profesiones. También se les prohibió construir nuevas sinagogas.

A finales del siglo XIII, surgieron otras medidas que prohibían que los judíos poseyeran tierras y dejaran herencias a sus hijos. Cientos de ellos fueron detenidos, ahorcados o encarcelados.

Con el tiempo, todos los judíos de Inglaterra –alrededor de 3 mil– fueron expulsados en virtud de un decreto de 1290 del rey Eduardo I. No se les permitió regresar durante más de 360 años.

La Iglesia de Inglaterra fue creada a partir de la década de 1530, cuando Enrique VIII decidió separarse del papa. Sin embargo, ahora era justo que los cristianos se arrepintieran de sus “vergonzosas acciones” y “replantearan positivamente” sus relaciones con la comunidad judía, dijo Jonathan Chaffey, archidiácono de Oxford. La Iglesia Católica Romana estaba “totalmente de acuerdo” con la disculpa, añadió.

La medida es consecuencia de un documento de 2019 elaborado por la Iglesia de Inglaterra en el que se afirmó que las actitudes cristianas respecto al judaísmo durante siglos proporcionaron un “fértil semillero para el antisemitismo asesino”.

Los anglicanos y otros cristianos no solo deben arrepentirse de los “pecados del pasado”, sino desafiar de forma activa las actitudes y estereotipos antijudíos, indicó el documento.

Reconoció que las catedrales de Norwich y Lincoln estuvieron relacionadas con la difusión de las “calumnias de sangre” a finales de la Edad Media, cuando las comunidades judías fueron falsamente acusadas de secuestrar y matar a niños cristianos.

Sin embargo, el esfuerzo de la Iglesia por asumir su responsabilidad en la persecución de los judíos se vio empañado por las duras críticas del rabino principal sobre la continua “persecución específica” de los judíos para su conversión al cristianismo. Algunos cristianos consideraban a los judíos como “una presa a la que había que perseguir y convertir”, señaló.

El documento no pasó de instar a los cristianos a “pensar cuidadosamente” sobre la evangelización de sus vecinos judíos, e indicar que los cristianos deben ser “sensibles a los temores judíos”.

Tony Kushner, profesor de relaciones entre judíos y no judíos en la Universidad de Southampton, comentó: “Este es el paso más difícil para la Iglesia. Aceptar que las calumnias de sangre, las masacres y las expulsiones fueron un error es algo sencillo… aceptar que los judíos tienen una validez de religión es algo más difícil”.

La disculpa sobre el Sínodo de Oxford reflejaba “la preocupación por el antisemitismo contemporáneo” y formaba parte de una reconsideración más amplia de las ideas y el patrimonio, incluida la esclavitud, señaló.

“La Iglesia de Inglaterra no existía [en la época del Sínodo de Oxford], así que se está disculpando por cosas de las que no fue responsable. Pero si se considera a sí misma como la principal vocera del cristianismo en Gran Bretaña en la actualidad, entonces la disculpa tiene cierto mérito al reconocer las injusticias que se cometieron”.

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