Mascotas de apoyo emocional: los expertos advierten sobre el riesgo del bienestar animal
Los animales de apoyo emocional no están entrenados para auxiliar a sus dueños, como es el caso de los animales de servicio, como los perros guía. Foto: Ross D Franklin/AP

Llevar a una mascota a todas partes como apoyo emocional, desde los aviones hasta las compras diarias, puede ser un fenómeno de moda, pero los expertos advierten que el bienestar de los animales corre el riesgo de ser ignorado.

El uso de animales de apoyo emocional ha experimentado un gran auge en los últimos años, con innumerables casos que han llegado a los titulares, desde el pavo real al que se le negó un asiento en un avión de la aerolínea United Airlines, hasta el gato al que se le prohibió entrar a Sainsbury’s.

Sin embargo, los expertos señalan que el hecho de centrarse en las necesidades humanas no debe hacer que se ignore el impacto potencial en los propios animales.

“Tenemos que ser cuidadosos en cuanto a nuestro entusiasmo y no perder de vista lo que el animal puede necesitar”, señaló la doctora Elena Ratschen, profesora asociada de investigación de servicios de salud de la Universidad de York, cuyo trabajo ha explorado las intervenciones asistidas por animales.

“Tenemos el deber de asegurarnos de que el beneficio de la relación humano-animal sea recíproco de la mejor manera posible”.

Los animales de apoyo emocional no están entrenados para auxiliar a sus dueños, como ocurre en el caso de los animales de asistencia, como los perros guía, y en muchos países –incluido Reino Unido– no están amparados por las mismas leyes que protegen a los animales de asistencia.

En cambio, según la profesora Janet Hoy-Gerlach, de la Universidad de Toledo, suelen ser animales de compañía que ayudan a mitigar el impacto del estado de salud físico o mental de su dueño gracias a los beneficios diarios que aporta la interacción entre humanos y animales.

Varios estudios han sugerido que el hecho de tener animales puede aportar beneficios para la salud a través de diversos mecanismos, desde la compañía hasta el fomento de las interacciones sociales, el ejercicio y el sentido de propósito. Algunos estudios también han sugerido que las interacciones con las mascotas pueden producir efectos positivos, como la reducción de la presión arterial o el aumento de los niveles de oxitocina, una hormona asociada a los vínculos afectivos.

No obstante, Ratschen comentó que resultaba difícil realizar estudios controlados aleatorios de suficiente alcance sobre los propios animales de apoyo emocional. “Es increíblemente difícil realizar estudios rigurosos en este campo”, señaló.

Entre las investigaciones sobre el uso de animales de apoyo emocional, figura un estudio piloto realizado por un equipo que incluye a Hoy-Gerlach y que emparejó a 11 participantes con enfermedades mentales graves con un perro o un gato de rescate.

Los resultados indican que los participantes experimentaron una mejora en su bienestar mental, y que se observaron reducciones en los niveles de ansiedad, depresión y soledad, no obstante, el estudio piloto fue reducido y carecía de un grupo de control.

Una de las principales preocupaciones de Hoy-Gerlach es el bienestar de los animales, indicando que el hecho de estar fuera de casa puede ponerlos en situaciones que les causen estrés, un motivo de especial preocupación cuando se trata de animales no domesticados.

“Un animal de apoyo emocional no está entrenado para estar en público”, explicó, y añadió que, por el contrario, los animales de servicio, como los perros guía, reciben una gran preparación para ayudarlos a afrontar la situación.

Ratschen coincidió con esta observación. “Si decimos entonces que los animales (de apoyo emocional) tienen permitido viajar en aviones, o entrar, por ejemplo, a lugares muy concurridos donde los animales normalmente no (son) aceptados, sí, claro, se podría pensar que esto muy probablemente les causará un estrés considerable”, señaló Ratschen. “Si te imaginas al pavo real en el avión, ¿crees que el pavo real lo disfrutó? Probablemente no”.

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