Así le fue a Biden en su primera entrevista en un programa nocturno

“Nuestro invitado tan especial de esta noche es para los lentes de sol de aviador lo que Tom Cruise es para los lentes de sol de aviador”, bromeó el presentador del programa nocturno Jimmy Kimmel. “Me enorgullece decir que he votado por él docenas de veces. Él es la razón por la que todos pasamos por un registro de cavidades esta noche”.

Así fue como Kimmel presentó a Joe Biden en su primera entrevista en persona con un presentador de un programa nocturno desde que asumió el cargo de presidente de Estados Unidos.

Sin embargo, todas las esperanzas que Biden, cuyos índices de popularidad en las encuestas están cayendo vertiginosamente, pudiera haber tenido de que el comediante lo invitara a mostrar un lado más ligero de su personalidad, se desvanecieron rápidamente. Fue una noche en la que no hubo muchas risas.

Una vez que el presidente se sentó, Kimmel preguntó: “¿Te importa que te haga algunas preguntas serias?“. Entonces se lanzó directamente a reclamar el motivo por el que, tras una serie de tiroteos masivos en todo Estados Unidos, no se había tomado ninguna medida desde que Biden entró a la Casa Blanca.

“Bueno, creo que gran parte se debe a la intimidación de la NRA (Asociación Nacional del Rifle)”, respondió el presidente. “Mira, este no es el partido republicano de tu padre. Este es un partido Maga”, una referencia al lema “Make America great again” del expresidente Donald Trump, que Biden utiliza cada vez más como un insulto.

“Se trata de un partido republicano muy diferente y por eso ves a personas que les preocupa, creo, que si votan por una política de armas racional van a ser sometidos a elecciones primarias y van a perder en las primarias republicanas de la extrema derecha”.

Biden comentó que siempre mantuvo una “relación directa” con Mitch McConnell, el líder de la minoría republicana en el Senado. “Sabes, es un hombre que cuando dice algo, lo dice en serio. No estoy de acuerdo con mucho de lo que dice, pero lo dice en serio”.

No obstante, Kimmel, aparentemente decidido a disipar las críticas de la derecha de que le daría un trato fácil al presidente, se mostró más dispuesto a interrumpir a Biden que muchos entrevistadores políticos. Objetó que McConnell se contradijo en cuanto a la confirmación de los jueces de la Corte Suprema durante el último año del presidente.

Biden añadió: “Mira, él es el líder de un partido que ha tomado un rumbo hacia la extrema derecha y, por lo tanto, para conseguir cualquier cosa, tiene un problema diferente al que tenía al principio, antes de que Trump se convirtiera en presidente”.

Kimmel señaló que, aunque el partido republicano había evolucionado hacia la extrema derecha, el pueblo estadounidense no lo había hecho debido a que una abrumadora mayoría apoyaba la ampliación de los controles de antecedentes de los compradores de armas. Con la voz temblorosa por la emoción, el presentador sugirió que todos los senadores se deberían reunir con las familias en duelo de los 19 estudiantes asesinados el mes pasado en Uvalde, Texas.

Volvió a interrumpir a Biden para preguntarle con impaciencia: “¿No puedes emitir una orden ejecutiva? Trump las pasó como si fueran dulces de Halloween“.

El presidente destacó que había emitido algunas órdenes ejecutivas, aunque dijo entre aplausos: “No quiero imitar el abuso de Trump respecto a la Constitución y la autoridad constitucional”.
Comentó que sabía que algunas personas pensaban que “los republicanos no juegan limpio, ¿por qué tú juegas limpio? Bueno, ¿adivinen qué? Si hacemos lo mismo que ellos, nuestra democracia literalmente estará en peligro. No es una broma”.

Kimmel respondió: “Es como si estuvieras jugando Monopoly con alguien que no aprobará o no seguirá ninguna de las reglas, ¿y cómo puedes lograr algún progreso si ellos no siguen las reglas?”.
Biden sonrió y bromeó: “Tienes que mandarlos a la cárcel”, en referencia a un castigo que existe en el juego de mesa.

Biden se enfrenta a la preocupación provocada por los altos precios de los combustibles, la escasez de fórmulas para bebés y la falta de avances en varios frentes legislativos, como la seguridad en materia de armas y el derecho al voto. Una encuesta realizada por Morning Consult, publicada el miércoles, reveló que el 58% de los encuestados desaprobaba el desempeño de Biden como presidente, mientras que el 39% lo aprobaba.

Biden también ha sido criticado por conceder un menor número de entrevistas a los medios de comunicación en comparación con sus predecesores: la del miércoles fue la primera desde el 10 de febrero. Si bien Trump evitó la televisión nocturna durante su presidencia, Barack Obama fue una presencia habitual en los programas durante su mandato. Biden concedió una entrevista virtual a Jimmy Fallon el pasado mes de diciembre.

El programa de Kimmel de la cadena ABC fue grabado en Los Ángeles, donde Biden se encuentra de visita con motivo de la Cumbre de las Américas que esta semana reúne a países de todo el hemisferio.

La primera dama, Jill Biden, estaba presente entre el público junto con la nieta de Biden, Naomi, y su prometido.

En un momento determinado, Kimmel, que en años anteriores ha hablado vehementemente sobre la atención médica y la violencia con armas de fuego, reflexionó sobre el estancamiento político y la difusión de información falsa y aconsejó: “Creo que necesitas comenzar a gritarle a la gente”.

Biden objetó diciendo que Estados Unidos todavía sufría los efectos de la pandemia del coronavirus, pero insistió en que “nunca había sido más optimista en mi vida“.

Kimmel volvió a interrumpir: “¿Por qué eres tan optimista? No tiene sentido”.

Biden explicó que tenía puestas sus esperanzas en los jóvenes, la “generación mejor educada, menos prejuiciosa y más generosa de la historia de Estados Unidos. Esta generación va a cambiar todo. Solo tenemos que asegurarnos de no rendirnos”.

Posteriormente, Kimmel se solidarizó con Biden ante las crisis que se multiplican sin cesar, entre ellas la inminente decisión de la Corte Suprema sobre el derecho al aborto. “Qué trabajo tan horrible tienes”, dijo. “Me alegra que lo hagas. Pero, caray, parece un mal trabajo”.