Sierra Leona respalda un proyecto de ley para legalizar el aborto y poner fin a la ley que data de la época colonial
El presidente Julius Maada Bio con Åsa Regnér (izquierda), directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, y Oulimata Sarr, directora regional de ONU Mujeres para África Occidental y Central, en la Casa Estatal, en Freetown, Sierra Leona. Foto: Cortesía de la Oficina de la Presidencia

Los ministros de Sierra Leona tomaron un paso importante para despenalizar el aborto y derogar la ley que data de la época colonial del país, en una acción aplaudida por defensores y activistas de los derechos de la mujer.

El presidente Julius Maada Bio indicó que su gabinete apoyó por unanimidad el proyecto de ley sobre la maternidad sin riesgo, el cual ampliaría el acceso al aborto en un país donde las interrupciones solo están permitidas cuando la vida de la madre está en peligro.

Después de años de trabajo por parte de funcionarios del gobierno y una amplia coalición de grupos de defensa de los derechos de la mujer, los ministros del gabinete aprobaron las disposiciones de un proyecto de ley en materia de maternidad segura y salud reproductiva. Los activistas esperan que el proyecto de ley, que actualmente se encuentra en proceso de redacción, sea presentado al parlamento en septiembre y aprobado este año.

“En un momento en el que los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres están siendo derogados o amenazados, nos sentimos orgullosos de que Sierra Leona pueda liderar una vez más con reformas progresistas”, expresó el presidente Bio, en referencia a la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de anular el derecho constitucional al aborto, situación que ha suscitado críticas en todo el mundo.

“Mi gobierno aprobó por unanimidad un proyecto de ley en materia de maternidad segura que incluirá un conjunto de disposiciones fundamentales para garantizar la salud y la dignidad de todas las niñas y mujeres en edad reproductiva de este país”, indicó Bio en la 10ª Conferencia Africana sobre Salud y Derechos Sexuales, que se llevó a cabo en la capital del país, Freetown, el viernes.

Los grupos defensores de los derechos de la mujer han luchado durante años por la reforma de la ley del aborto que data de la época colonial en Sierra Leona, país en el que las mujeres se enfrentan a profundas dificultades para acceder a los servicios de maternidad, aborto y anticoncepción.

La ley actual fue aprobada en 1861, un siglo antes de que el país de África occidental se independizara de Gran Bretaña. Los intentos anteriores para reformarla fracasaron, incluso en 2015, cuando los diputados aprobaron una ley de aborto que habría permitido las interrupciones hasta las 12 semanas de embarazo. El proyecto de ley quedó bloqueado por el entonces presidente, Ernest Bai Koroma, en medio de la presión que ejercieron los grupos religiosos y antiaborto.

No obstante, existe un optimismo generalizado de que se aprobará el último proyecto de ley. Además de despenalizar el aborto, las disposiciones del proyecto de ley acordado por el gabinete abarcan la salud materna, la mejora del acceso a los anticonceptivos, la atención médica tras el aborto y otros servicios de salud reproductiva.

Aunque es posible que las condiciones exactas en las que se permitirá el aborto solo se den a conocer cuando el proyecto de ley sea presentado al parlamento, los activistas señalaron que las pautas de la Organización Mundial de la Salud sobre el aborto han orientado el proceso. La OMS indica que los abortos seguros constituyen una parte crucial de la atención médica.

A pesar de que un número mayor de niñas y mujeres jóvenes utilizan anticonceptivos modernos, Sierra Leona tiene uno de los índices más altos de embarazo adolescente del mundo, ya que casi el 30% de las niñas de entre 15 y 19 años dan a luz.

Los activistas señalan que los abortos inseguros representan hasta el 10% de las muertes maternas en el país, el cual tiene la tercera tasa de mortalidad materna más alta del mundo, con mil 120 muertes por cada 100 mil nacimientos registrados en 2017.

Rosa Bransky y Chernor Bah, codirectores de Purposeful, un grupo de defensa de los derechos de las niñas, elogiaron la decisión del gobierno como “un paso adelante monumental”, aunque advirtieron que era necesario tomar más medidas.

“Sabemos que la despenalización del aborto no lo convertirá en algo accesible para todas las personas que lo necesiten de la noche a la mañana, y el estigma que existe en nuestras comunidades sigue vigente.

El gobierno ahora debe garantizar que se aplique plenamente la ley, incluyendo nuevas pautas sobre la prestación de los servicios de aborto, la formación de los profesionales médicos, la adquisición de medicamentos para el aborto y el financiamiento”, señalaron.

Josephine Kamara, activista feminista de Sierra Leona, comentó: “Se trata de un momento histórico para las niñas y las mujeres de este país, y demuestra que actualmente estamos construyendo un mundo en el que podemos vivir con la más básica de las dignidades: tomar decisiones sobre nuestros propios cuerpos”.

“Cuando era adolescente, estuve a punto de morir desangrada después de un aborto clandestino. Dejemos que esta generación sea la última que experimente los horrores de lo que ocurre cuando las necesidades más básicas de la salud reproductiva de las mujeres son llevadas a la clandestinidad”.

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