Los talibanes amenazan con prohibir de facto el acceso a la universidad a las afganas
Se cree que los talibanes estudian la posibilidad de limitar la educación superior femenina a las carreras de salud y educación. Foto: EPA

La prohibición de los talibanes de que las jóvenes cursen la preparatoria se convertirá en una prohibición de facto del acceso de las mujeres a la universidad en caso de que se mantenga la misma, indicaron un vocero de los talibanes y autoridades universitarias.

Las jóvenes no tendrán los documentos necesarios para inscribirse a la educación superior, ni la capacidad académica para empezar sus estudios universitarios después de pasar casi un año sin asistir a la escuela.

“Automáticamente, si no tenemos estudiantes graduadas de la preparatoria, ya no tendremos nuevas estudiantes universitarias”, señaló Maulawi Ahmed Taqi, vocero del Ministerio de Educación Superior de los talibanes.

Pero tengo la esperanza de que el Ministerio de Educación propondrá una política y pronto reabrirá las escuelas. Porque nos hemos dado cuenta de que es importante, y la prohibición de la educación de las jóvenes es temporal“.

Aunque se eliminen los obstáculos prácticos para que las mujeres accedan a la educación superior en los próximos meses, las autoridades también están considerando la posibilidad de limitarlas a las licenciaturas de los ámbitos de la salud y educación, dijo una fuente que tiene vínculos con los dirigentes talibanes.

Sin un certificado de estudios de preparatoria, las estudiantes afganas no pueden realizar el examen de ingreso a la universidad nacional llamado kankor, el cual es necesario para inscribirse incluso a las universidades privadas.

El año pasado, los talibanes “graduaron” automáticamente a las alumnas de tercer año de preparatoria, haciéndolas elegibles para realizar el examen, en caso de que deseen intentarlo cuando el nuevo gobierno lo lleve a cabo.

Sin embargo, los nuevos gobernantes de Afganistán aún no han programado una fecha para el examen kankor desde que tomaron el control del país.

Entre el creciente grupo de aspirantes a estudiantes universitarios, las mujeres ya se encuentran en desventaja con respecto a los hombres que tienen permitido terminar la escuela. En las últimas semanas de 2022, cuando finalice el ciclo escolar afgano, otra generación de jóvenes hombres realizará sus exámenes finales de tercer año de preparatoria.

Se desconoce si los talibanes volverán a otorgar “certificados de estudios de preparatoria”, que de otro modo carecerían de sentido, a las jóvenes que deberían concluir sus estudios al recibirlos. La ley afgana les prohíbe realizar el examen de ingreso sin el certificado.
Incluso si se les permite realizarlo, las autoridades universitarias que se encargan de las admisiones señalan que les preocupa cuán atrasadas estarán las jóvenes, después de pasar casi un año excluidas de la educación.

Las clases extra pueden ayudar a compensar algunos meses perdidos, sin embargo, no se puede esperar que las jóvenes que ni siquiera terminaron el segundo año de preparatoria puedan pasar a los cursos universitarios, indicó el Dr. Azizullah Amir, presidente y fundador de la universidad exclusiva para mujeres Moraa.

El doctor creó la universidad para formar doctoras, después de que su propia madre muriera de un choque séptico tras negarse a acudir a un doctor por una infección en su muslo. “Una hermosa vida quedó arruinada por la pérdida de mi madre a causa de una infección altamente prevenible”, contó. “Cómo podía quedarme tranquilo cuando podía evitar que otros niños se quedaran huérfanos antes de tiempo por una tonta razón”.

Las estudiantes, las profesoras, el personal administrativo e incluso las jardineras son todas mujeres, lo que ayuda a atraer a estudiantes de las regiones más conservadoras de Afganistán. Esta universidad ofrece una segregación más estricta que la que exigen los talibanes a las universidades gubernamentales, señala Amir, sin embargo, ahora corre el riesgo de no poder admitir nuevas estudiantes.

“Incluso en este momento tenemos tiempo, si ellos reanudan las clases, en los meses restantes del año podemos graduar a las estudiantes, con un mayor esfuerzo y apoyo, incluyendo clases intensivas”, indicó. “Pero si esto continúa, entonces el próximo año no tendremos estudiantes en la universidad, aparte de aquellas que se graduaron en años anteriores, las cuales serán pocas”.

Las clases en línea y las escuelas clandestinas ilegales han permitido que algunas jóvenes sigan estudiando, incluso en partes del centro meridional, profundamente conservador, de los talibanes, no obstante, estos esfuerzos solo llegan a una pequeña minoría.

Dado que las escuelas secretas son iniciativas privadas, la mayoría tiene que cobrar cuotas para cubrir al menos sus gastos, y la catástrofe económica que asola a Afganistán implica que pocas familias pueden permitirse pagarlas.

Para ver en línea o descargar las clases se necesita al menos un teléfono inteligente y un generoso paquete de datos, una vez más fuera del alcance de muchas de las jóvenes que fueron las primeras de su familia en acceder a la escuela preparatoria.

Los nuevos dirigentes de Afganistán han afirmado en repetidas ocasiones que apoyan la educación de las mujeres, siempre y cuando esta cumpla con su definición de las normas islámicas.

Esto incluye la separación casi absoluta de los sexos, aunque los profesores siguen impartiendo algunas clases de mujeres debido a la escasez de especialistas.

Taqi destacó los esfuerzos del ministerio para modificar los horarios y reasignar las instalaciones, para que las mujeres puedan asistir a clases para un solo sexo, como una demostración concreta de ese apoyo.

Algunas universidades, entre ellas la principal Universidad de Kabul, ahora imparten clases a hombres y mujeres en días alternos. Otras tienen turnos matutinos y vespertinos.

“Nuestro ministerio está comprometido, tenemos planes, políticas, procedimientos y, como ustedes ven, la educación en la universidad la están recibiendo tanto las chicas como los chicos”, dijo.

No obstante, sin la posibilidad de inscribir a nuevas estudiantes, o en caso de que los talibanes introduzcan planes para limitar lo que pueden estudiar las mujeres, estos cambios no serán más que un acomodo temporal para las últimas generaciones de alumnas en muchas materias.

“Ellos quieren reestructurar las universidades, perfilar la educación de las jóvenes a facultades específicas”, señaló la fuente con vínculos con los talibanes. “Ellos (preguntan): ‘¿Por qué las jóvenes deberían estudiar ingeniería?’”

“Estarán restringidas a facultades específicas, medicina, educación, sharia. Ni siquiera creo que vayan a ser tan progresistas como para permitirles ser doctoras”.

Lutfullah Qasimyar colaboró con información.

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