Gaza: entra en vigor la tregua entre Israel y la Yihad Islámica tras días de combates
Un hombre palestino inspecciona su casa gravemente dañada, tras los ataques aéreos israelíes en la ciudad de Gaza. Foto: AFP/Getty Images

La tregua entre Israel y el grupo militante palestino Yihad Islámica entró en vigor en la Franja de Gaza luego de tres días de combates fronterizos desencadenados por ataques aéreos israelíes sorpresivos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró el acuerdo el domingo, e hizo un llamado a todas las partes para que “apliquen completamente el alto al fuego y garanticen que el combustible y los suministros humanitarios lleguen a Gaza a medida que disminuyan los combates”.

El presidente también lamentó los daños y la muerte de civiles en Gaza, aunque no especificó quién era el responsable. “Los informes sobre las víctimas civiles en Gaza son una tragedia, ya sea por los ataques israelíes contra las posiciones de la Yihad Islámica o por las docenas de cohetes de la Yihad Islámica que, aparentemente, cayeron dentro de Gaza”, señaló Biden.

Estados Unidos, indicó, trabajó con ambas partes y con los socios regionales “para fomentar la rápida resolución del conflicto”.

Los ataques israelíes y el lanzamiento de cohetes por parte de los militantes continuaron durante los minutos previos al inicio de la tregua, que según los mediadores egipcios comenzó a las 23:30 horas (21.30 BST) del domingo. Israel confirmó que se iba a mantener el alto al fuego, pero indicó que respondería en caso de que fuera violado. La Yihad Islámica también confirmó el acuerdo. “Apreciamos los esfuerzos egipcios realizados para poner fin a la agresión de Israel contra nuestro pueblo”, comentó el vocero Tareq Selmi.

El Consejo de Seguridad de la ONU programó una reunión de emergencia para el lunes en relación con la violencia. El enviado de paz de la ONU para Medio Oriente, Tor Wennesland, señaló en un comunicado: “Recalcamos nuestro compromiso de hacer todo lo posible para poner fin a la actual escalada, garantizando la protección y seguridad de la población civil, y haciendo un seguimiento del expediente de los prisioneros palestinos”.

El acuerdo debería detener, al menos temporalmente, el derramamiento de sangre que se produjo en el territorio bloqueado el viernes a raíz de la operación “preventiva” de Israel llamada “Amanecer”, que, según dijo el país, frustró supuestos ataques con cohetes planeados por la Yihad Islámica palestina.

Las autoridades de salud palestinas indicaron que hasta el momento un total de 44 palestinos, entre ellos 15 niños, así como miembros de la Yihad Islámica, han muerto en el marco de la campaña de bombardeos, y que más de 300 personas han resultado heridas, mientras que 13 israelíes han sido atendidos en el hospital por lesiones leves como consecuencia del lanzamiento de cientos de cohetes de represalia a través de la frontera de Gaza hacia el sur del país.

Israel informó que un cohete perdido disparado por la Yihad Islámica había matado a varios niños en Jabalia, al norte de Gaza, el sábado. La Yihad Islámica no ha realizado ningún comentario al respecto, mientras que el grupo alineado Hamás, que gobierna la franja, culpó a Israel del ataque.

El estallido constituye el peor episodio de violencia entre militantes israelíes y palestinos desde los 11 días de guerra del pasado mes de mayo. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían señalado que se esperaba que la campaña durara alrededor de una semana; Israel infligió importantes pérdidas a la Yihad Islámica en los últimos tres días, incluyendo el asesinato selectivo de dos altos mandos.

La posibilidad de que el último enfrentamiento desemboque en un conflicto a gran escala depende principalmente de si Hamás, el mayor movimiento islamista que controla la franja, decide intervenir. Aunque los dos grupos son aliados, Hamás no ha reabastecido por completo su arsenal ni su red de túneles desde la guerra del pasado mes de mayo, y se ha resistido a verse involucrado en los combates. No obstante, todas las partes son conscientes de que cada hora que pasa aumenta el riesgo de un error de cálculo o de una escalada.

A diferencia de Hamás, la Yihad Islámica no es responsable de gestionar los asuntos cotidianos del empobrecido territorio. En consecuencia, se le considera una facción de la resistencia más militante, que suele actuar de forma independiente y que en ocasiones incluso socava la autoridad de Hamás.

Los 2.2 millones de habitantes de Gaza ya se han visto afectados por el inesperado brote de violencia, que es consecuencia de cuatro guerras y otras batallas libradas en los últimos 15 años.

El bloqueo conjunto israelí-egipcio impuesto después de que Hamás tomara el control en 2007 ha convertido la electricidad y el agua potable en bienes escasos y ha dejado atrapada a una población que lucha contra un 50% de desempleo y una deteriorada infraestructura médica.

Mohammed al-Aydi, de 37 años, utilizó una manguera para llenar tanques de agua en el calor abrasador de la tarde del domingo, comentando que no había agua en su hogar desde que estallaron las hostilidades el viernes. La única central eléctrica de Gaza se vio obligada a cerrar por falta de combustible 12 horas después, circunstancia que llevó a las autoridades locales de salud a advertir que las ambulancias, los quirófanos y las unidades de cuidados intensivos se verían obligados a suspender sus servicios en caso de no disponer de combustible en las siguientes 72 horas.

“Desde ayer la electricidad solo funciona tres horas seguidas. Tengo que llevar baterías para cargar la luz y el router de internet a la casa de mi vecino, ya que él está suscrito a un generador que yo no puedo pagar”, explicó.
“Solo es el tercer día de esto y ya estamos sufriendo mucho”.

Las tensiones también fueron elevadas en Jerusalén y en la Cisjordania ocupada durante el domingo, después de que la Yihad Islámica disparara cohetes durante la noche dirigidos contra el oeste de Jerusalén, y después de que se admitiera la entrada de un gran número de visitantes judíos en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa para conmemorar el Tisha B’Av, la destrucción de dos antiguos templos que anteriormente se erigían en el lugar.

La zona en disputa es sagrada tanto para los musulmanes como para los judíos, quienes la denominan Monte del Templo. Informalmente, los judíos pueden visitar el lugar, pero no pueden orar dentro de él. Sin embargo, en los últimos años, el creciente número de visitantes judíos, en ocasiones orando o con escolta policial, ha exacerbado los antiguos temores palestinos de que Israel planea anexionarse el recinto.

La ofensiva israelí se produjo después de una semana de tensión provocada por la detención de Bassem al-Saadi, el máximo comandante de la Yihad Islámica en la Cisjordania ocupada, el pasado lunes. Aunque la Yihad Islámica no lanzó cohetes tras la detención de Saadi, Israel ha insistido en que el grupo busca venganza.

La Franja de Gaza se ha mantenido relativamente tranquila desde la guerra ocurrida en mayo del año pasado, en la que murieron 256 personas en Gaza y 14 en Israel. La nueva serie de combates ocurrió en un momento en que Israel se prepara para sus quintas elecciones en cuatro años, después de la caída de un efímero gobierno de coalición que derrocó al primer ministro Benjamín Netanyahu.

Este artículo fue modificado el 8 de agosto de 2022 para adjudicar al Ministerio de Salud palestino las cifras de víctimas reportadas.

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