Biden advierte que la democracia de EU está en peligro a causa de los extremistas de Trump y MAGA
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronuncia un discurso en horario de máxima audiencia sobre 'la continua batalla por el alma de la nación' en Filadelfia. Foto: Jim Lo Scalzo/EPA

El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió que la democracia estadounidense corría un grave peligro debido a las fuerzas republicanas leales a Donald Trump que “avivan el fuego” de la violencia política en busca del poder a cualquier precio.

En un discurso pronunciado en horario de máxima audiencia desde Filadelfia, la ciudad donde nació la democracia estadounidense, el presidente señaló que Estados Unidos se encontraba en una batalla continua por el “alma de la nación.”

El discurso retomó un tema que motivó su campaña a la Casa Blanca en 2020 para enmarcar lo que estaba en juego en las elecciones de noviembre como una elección existencial entre la agenda de su partido y la “ideología extrema MAGA” de los republicanos.

“Donald Trump y los republicanos MAGA representan un extremismo que amenaza los fundamentos básicos de nuestra República”, dijo Biden en sus comentarios pronunciados en el monumento nacional Independence Hall.

El término MAGA es la abreviatura de “Make America great again” (Haz América grande otra vez), un slogan utilizado por Trump en su campaña electoral de 2016.

Biden recalcó que no todos, ni siquiera la mayoría de los miembros del Partido Republicano son “extremistas MAGA”, pero que no había duda, señaló, de que el partido estaba “dominado, impulsado e intimidado” por su predecesor de la Casa Blanca, y quizás por su posible sucesor.

Estos republicanos partidarios de Trump, comentó, “prosperan en el caos” y “no respetan la Constitución” ni el Estado de Derecho.

Ellos “promueven líderes autoritarios y avivan el fuego de la violencia política”, continuó, añadiendo que creen que solo existen dos resultados posibles de las elecciones: o ellos ganan o les hicieron trampa.

“No puedes amar a tu país cuando solo ganas tú”, dijo Biden en medio de un estruendoso aplauso.

El implacable discurso formó parte de una nueva y agresiva línea de ataque que Biden ha lanzado contra los republicanos de cara a las elecciones de medio mandato, en un momento en que su partido goza de una perspectiva política más favorable, favorecida por una serie de importantes victorias legislativas y por la creciente oposición pública a la decisión de la Corte Suprema de poner fin al derecho constitucional al aborto.

También surge en un momento en el que Trump, una vez más en el centro de una investigación penal –en esta ocasión relacionada con documentos clasificados–, sienta las bases para una posible candidatura presidencial para 2024.

“Las fuerzas MAGA están decididas a hacer retroceder a este país”, expresó el presidente. “De vuelta a unos Estados Unidos donde no existe el derecho al aborto, ni el derecho a la privacidad, ni el derecho a la anticoncepción, ni el derecho a casarte con quien amas”.

Biden también arremetió contra los republicanos por amplificar la retórica política violenta, incluyendo el uso de un lenguaje dirigido contra los agentes federales después de que el FBI incautara cajas de documentos clasificados de la finca de Trump de Mar-a-Lago el mes pasado.

La protección de la democracia ha sido uno de los ejes centrales del ascenso de Biden a la Casa Blanca, que según él estuvo motivado por la violencia racista registrada en Charlottesville. Aunque prometió construir la unidad nacional como presidente, las fuerzas desencadenadas por la mentira de Trump sobre el robo de las elecciones de 2020 no han hecho más que cobrar fuerza en los casi dos años que Biden lleva en el cargo.

Las encuestas sugieren que la mayoría de los republicanos no creen que Biden es el presidente legítimamente electo. Las personas que niegan el resultado de las elecciones se están postulando para diversos cargos, obteniendo las nominaciones para puestos clave que tienen poder sobre la forma en que se llevarán a cabo las futuras elecciones. Los funcionarios electorales estatales y locales se han convertido en blanco de acoso y amenazas.

“La historia nos enseña que la lealtad ciega a un único líder y la disposición a la violencia política son fatales para la democracia”, manifestó Biden, prometiendo defender el sistema de gobierno del país con “cada parte de mi ser”.

El discurso del jueves transmitido en horario de máxima audiencia constituyó la segunda de las tres visitas del presidente en menos de una semana al disputado estado de Pensilvania, que será sede de varias importantes contiendas electorales durante esta temporada electoral.

Entre las contiendas más preocupantes, advierten los expertos en democracia, se encuentra la nominación de Doug Mastriano, el candidato republicano de extrema derecha para el cargo de gobernador de Pensilvania, que fue una figura destacada en las iniciativas de Trump para anular los resultados de las elecciones de 2020 en el estado y que ayudó a trasladar a personas al mitin de Trump en Washington el 6 de enero que precedió al ataque contra el Capitolio de Estados Unidos.

En Pensilvania, el gobernador designa al secretario de Estado, circunstancia que le otorga al próximo gobernador una enorme influencia sobre la manera en que se desarrollan las elecciones presidenciales de 2024 en el estado.

Sin mencionar a ningún candidato por su nombre, Biden comentó que los negacionistas de las elecciones que se postulan consideraban su fracaso en el intento de impedir el traspaso pacífico del poder en 2020 como una “preparación” para futuras elecciones.

No obstante, Biden procuró evitar calificar esta lucha como partidista, argumentando que su “deber” como presidente era hablar claro sobre las amenazas a las que se enfrenta el país, independientemente de su origen. En su lugar, confió en que sus comentarios sirvieran como un llamado a las armas para la mayoría de los estadounidenses que rechazan el trumpismo, y los instó a no ser “espectadores en este continuo ataque contra la democracia”.

“Durante mucho tiempo, nos hemos asegurado de que la democracia estadounidense esté garantizada. Pero no lo está”, señaló Biden. “Tenemos que defenderla. Protegerla. Abogar por ella. Todos y cada uno de nosotros”.

El congresista Kevin McCarthy, líder republicano de la Cámara de Representantes y firme aliado de Trump, pronunció una “respuesta preelaborada” al discurso del presidente desde Scranton, Pensilvania, la ciudad natal de Biden. En sus comentarios, McCarthy acusó a Biden de “hacer todo lo posible para destrozar el alma de Estados Unidos” y exigió la disculpa del presidente por acusar a los republicanos de estar comprometidos con una filosofía de “semifascismo”.

McCarthy no mencionó el ataque del 6 de enero ni el negacionismo electoral generalizado que adoptan la mayoría de los seguidores de su partido y muchos de sus candidatos a cargos públicos.

En cambio, fue Trump quien abordó el jueves los acontecimientos del 6 de enero, prometiendo indultos y disculpas para las personas que participaron en el mortal ataque contra el Capitolio de Estados Unidos si era elegido nuevamente para ocupar la Casa Blanca.

“Me refiero a indultos absolutos con una disculpa para muchas personas”, comentó a Wendy Bell, una presentadora de radio conservadora, el jueves. “Buscaré de forma muy, muy intensa los indultos, los indultos absolutos”.

Se tiene previsto que Trump celebre un mitin en Scranton el sábado.

Los críticos señalan que la retórica combativa del presidente demuestra que este ha fracasado en su promesa de unir al país. Ronna McDaniel, presidenta del Comité Nacional Republicano, calificó a Biden como el “divisor en jefe” que ha “enfrentado a los vecinos entre sí” con su agenda divisiva.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, indicó que era evidente que Biden había “tocado un punto sensible” y que estaba incomodando a los republicanos con su urgente llamado a los estadounidenses a rechazar el trumpismo.

Sin embargo, las divisiones políticas de Estados Unidos son profundas. Mientras Biden hablaba afuera del Independence Hall, se vio interrumpido en repetidas ocasiones por un abucheador que gritaba improperios. Biden comentó que estaba en su derecho de mostrarse “indignado” porque “esto es una democracia”.

“Seguimos siendo una democracia en nuestra esencia”, dijo Biden, y terminó su discurso con el grito de guerra: “¡Democracia!”.

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