Un magnate taiwanés financiará un ejército de 3.3 millones de ‘guerreros civiles’
El fundador de United Microelectronics, Robert Tsao, en el centro, después de anunciar sus planes de crear una fuerza de defensa civil en Taiwán. Foto: Ritchie B Tongo/EPA

Un magnate taiwanés anunció su plan de entrenar a 3.3 millones de “guerreros civiles” y tiradores para que defiendan a Taiwán de una invasión china, empleando mil millones de dólares taiwaneses (32 millones de dólares) de su propio dinero.

El anuncio de Robert Tsao, un conocido empresario taiwanés y fundador de United Microelectronics Corp (UMC), un importante fabricante de microchips, se da a conocer en medio de la creciente actividad militar entre Taiwán y China. El jueves, el Ministerio de Defensa de Taiwán anunció que sus soldados derribaron un dron chino sobre las islas Kinmen de Taiwán.

En una conferencia de prensa ofrecida el jueves, Tsao, de 75 años, comentó que estaba aumentando la amenaza del Partido Comunista de China (PCCh) contra Taiwán. Vistiendo un chaleco antibalas y un casco, prometió destinar fondos para entrenar a “tres millones de personas en un plazo de tres años”. En colaboración con la organización de defensa civil de la isla, la Academia Kuma, se destinará el 60% de los fondos a la creación de un ejército de “guerreros”, y el 40% al entrenamiento de otros 300 mil en técnicas de tiro.

“Si logramos resistir con éxito las ambiciones de China, no solo seremos capaces de salvaguardar nuestra patria, sino que haremos una gran contribución a la situación mundial y al desarrollo de la civilización”, señaló.

En el pasado, Tsao era un activo partidario de la unificación de Taiwán con China, y renunció a su ciudadanía taiwanesa como protesta contra una investigación que el gobierno realizó sobre su empresa.

No obstante, comentó a la emisora Radio Free Asia que cambió de opinión después de presenciar la represión del movimiento prodemocrático de Hong Kong, en particular el ataque contra la estación de metro Yuen Long MTR. El jueves también anunció que había renunciado a su ciudadanía de Singapur y que había recuperado su ciudadanía taiwanesa y que tenía planeado “morir en Taiwán y apoyar a su pueblo”.

“Considerando el historial de atrocidades cometidas por el Partido Comunista de China contra su propio pueblo y su brutal dominación sobre aquellos que, como los uigures, ni siquiera son chinos, las amenazas del PCCh no han hecho más que provocar en el pueblo taiwanés un resentido odio contra este amenazante enemigo, y una determinación común de resistir”, comentó, según informó el medio Bloomberg.

La Academia Kuma fue creada en 2021, en medio del creciente deseo de la población civil de Taiwán de recibir entrenamiento en guerra de guerrillas, defensa personal y primeros auxilios. En agosto lanzó una campaña de financiamiento colectivo, y Tsao la contactó.

“Este objetivo es ambicioso y el reto es abrumador, pero Taiwán no tiene tiempo para dudar”, indicó la academia en un comunicado.

Tras la invasión de Rusia contra Ucrania, aumentó el deseo de la comunidad de recibir entrenamiento civil, sin embargo, el gobierno no atendió esta demanda, ya que se centró en aumentar sus tropas armadas y reservistas. Tras abandonar el sistema de reclutamiento de las fuerzas armadas, Taiwán ha tenido dificultades para cubrir las vacantes y mantener una fuerza de combate adecuada, que según se informa cuenta con menos de 90 mil efectivos.

Citando las iniciativas del pueblo británico durante la Segunda Guerra Mundial, y de los ucranianos contra la actual invasión rusa, la Academia Kuma señaló que la voluntad del pueblo taiwanés de resistir una invasión “determinaría el resultado de la guerra”.

“La guerra no es una cuestión de unas cuantas personas, y la defensa de Taiwán es asunto de todos los taiwaneses. Todos tienen la capacidad y la responsabilidad de contribuir con su propia fuerza en la guerra”.

Después del anuncio, UMC se desvinculó de Tsao, quien se retiró de la empresa que fundó hace más de 10 años. “Él no tiene ninguna relación con UMC”, indicó.

Las tensiones entre Taiwán y China han aumentado de manera drástica en los últimos meses, sobre todo después de la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán. Como respuesta, el ejército chino rodeó a Taiwán con ejercicios de fuego real que duraron varios días y que incluyeron pruebas de misiles y múltiples cruces de la línea media, una frontera no oficial en el estrecho de Taiwán que el gobierno chino negó recientemente.

El Ministerio de Defensa de Taiwán informó el jueves que sus soldados derribaron por primera vez un dron chino. El dron sobrevoló los puestos militares de las islas Kinmen de Taiwán, que están ubicadas frente a la China continental, e ignoró las advertencias de que se retirara, explicó el Ministerio. Taiwán ya había disparado bengalas ante los repetidos vuelos de drones durante y después de los simulacros posteriores a la visita de Pelosi, no obstante, las imágenes de video de los últimos vuelos sobre las islas mostraban a los soldados taiwaneses lanzando piedras, circunstancia que generó cierta vergüenza.

Esta semana, las fuerzas de defensa advirtieron que derribarían cualquier dron que ignorara las advertencias de abandonar el espacio aéreo, después de que la presidenta Tsai Ing-wen instara a tomar “firmes contramedidas” frente a las provocaciones chinas.

Los ejercicios chinos simularon principalmente el bloqueo de Taiwán, interrumpiendo el tráfico aéreo y marítimo y perturbando los principales puertos marítimos, sin embargo, el viernes el Ministerio de Defensa de Taiwán indicó que el ejército chino también estaba simulando ataques contra buques de la marina estadounidense, con el objetivo de evitar que las fuerzas extranjeras acudieran en ayuda de Taiwán en caso de que se produjera un ataque.

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