El glaciar de la Antártida oriental se derrite a un ritmo de 70.8 mil millones de toneladas al año debido al agua caliente del mar
El deshielo de un glaciar en una zona remota de la Antártida se está produciendo a un ritmo de 70.8 mil millones de toneladas al año, según los científicos del CSIRO de Australia. Foto: NASA/Reuters

La capa de hielo de Denman, en el este de la Antártida, se está derritiendo a un ritmo de 70.8 mil millones de toneladas al año, según investigadores de la agencia científica nacional de Australia, debido a la entrada de agua de mar caliente.

Los investigadores de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO), dirigidos por la científica principal Esmee van Wijk, señalaron que sus observaciones sugerían que el glaciar Denman corría el riesgo de experimentar un retroceso inestable.

El glaciar, ubicado en la remota Antártida oriental, se encuentra sobre el cañón terrestre más profundo de la Tierra. Contiene un volumen de hielo equivalente a 1.5 m de aumento del nivel del mar.

Hasta hace relativamente poco tiempo, se pensaba que la Antártida oriental no experimentaría la misma rápida pérdida de hielo que se está produciendo en el oeste. Sin embargo, algunos estudios recientes han demostrado que el agua caliente también está llegando a esa parte del continente.

Los científicos australianos utilizaron mediciones con flotadores de perfil para mostrar la cantidad de agua caliente que llegaba a la profunda depresión que se extiende debajo del glaciar. Su intención era estudiar otro glaciar –el Totten–, no obstante, cuando el flotador se alejó se acercó al Denman.

El flotador realizó observaciones cada cinco días durante cuatro meses a partir de diciembre de 2020. A partir de esos datos, los científicos hicieron un cálculo de la rapidez con la que el agua caliente estaba provocando el deshielo de la capa de hielo –la parte delantera del glaciar que flota en el océano–.

El deshielo de la parte flotante del glaciar no contribuye al aumento del nivel del mar. No obstante, Stephen Rintoul, miembro del CSIRO y uno de los autores del artículo, señaló que, a medida que la capa de hielo se volvía más fina o débil, ofrecía menos resistencia contra el flujo de hielo de la Antártida hacia el océano.

“Es el hielo que fluye desde la Antártida hacia el océano el que eleva el nivel del mar”, explicó.

Rintoul comentó que la pendiente retrógrada debajo del Denman lo hacía potencialmente inestable y con riesgo de experimentar un retroceso irreversible.

Señaló que los datos –los primeros que utilizan mediciones tomadas desde el océano– contribuían a un creciente conjunto de trabajos científicos que sugieren que la Antártida oriental “probablemente contribuirá en mayor medida al aumento del nivel del mar de lo que pensábamos”.

“Uno de los mensajes que hay que aprender es que, cuando analicemos cuánto subirá el nivel del mar en el futuro, tenemos que tomar en cuenta la Antártida oriental, así como la occidental”, señaló.

Los científicos calcularon únicamente la cantidad de masa que la capa de hielo perdía cada año. No incluyeron la masa de hielo que se añade al glaciar por las nevadas.

Otras investigaciones recientes han revelado que, si se consideran las nevadas, el Denman ha perdido alrededor de 268 mil millones de toneladas de hielo –unos 7 mil millones de toneladas al año– entre 1979 y 2017.

Rintoul comentó que los investigadores esperaban recopilar más datos utilizando el nuevo rompehielos australiano, el RSV Nuyina, en un viaje programado para principios de 2025.

Sue Cook, glacióloga de capas de hielo de la Universidad de Tasmania, dijo que hasta hace relativamente poco tiempo no se consideraba probable que la Antártida oriental fuera a experimentar una rápida pérdida de hielo porque el agua de esa región era principalmente fría.

“Pero recientemente nos hemos dado cuenta de que en algunos lugares el agua relativamente caliente puede llegar a la capa de hielo de la Antártida oriental y este artículo confirma que uno de esos lugares es el glaciar Denman”, explicó Cook.

Señaló que el glaciar Denman será un foco de investigación para el programa antártico australiano en los próximos años, lo cual permitirá aumentar los conocimientos científicos sobre la región.

“El glaciar Denman se encuentra en una región muy remota del este de la Antártida, cuyo acceso ha sido históricamente difícil, por lo que es fantástico ver que salen observaciones directas procedentes de esta región”, dijo Cook.

“Pueden decirnos mucho sobre el estado actual de la capa de hielo y cómo podría estar cambiando”.

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