¿Los propietarios de automóviles Tesla están pagando el precio del odio a Musk?
La política parece ser el motor que impulsa el odio hacia Tesla. Foto: Jade Gao/AFP/Getty Images

Tesla perdió al menos un cliente este fin de semana, después de que Alyssa Milano publicara en Twitter que devolvió su modelo por un vehículo eléctrico de Volkswagen, suscitando chistes de Elon Musk y de comentaristas conservadores sobre la historia de origen nazi del fabricante alemán. Milano comentó que prescindió de Tesla debido a que Musk es el dueño de Twitter.

Aunque los propietarios de vehículos Tesla no parecen sumarse al movimiento de la actriz, algunos señalan que han sido víctimas del enojo de los conductores contra su elección de vehículo.

Aunque no hay datos oficiales que demuestren que los conductores de vehículos Tesla reciben más odio, un informe publicado por Axios en agosto reveló que los “conductores de vehículos Tesla de Iowa son habitualmente insultados, interceptados en el tráfico y excluidos de las estaciones de carga”. Muchos culpan al CEO de la empresa, Elon Musk, y al interminable ciclo de noticias dedicado a su frenética adquisición de Twitter. Una encuesta realizada en julio por la empresa de análisis de investigación OpinionScience reveló que el 54% de los encuestados tenía una opinión “negativa” de Musk, y algunos conductores de vehículos Tesla creen que están sufriendo el impacto de su reputación.

Los conductores de vehículos Tesla entrevistados por The Guardian comentan que han experimentado el sentimiento anti-Tesla, aunque principalmente por parte de las personas que odian los vehículos eléctricos en lugar de a Musk específicamente. “Conductores groseros aleatorios se desvían hacia mi carril para gritarme, o encienden un pesado tubo de escape diesel que echa humo negro”, comentó a The Guardian Paul Albertson, que vive en Beaverton, Oregón. Nunca le ocurre cuando conduce sus otros dos autos, un Chevy de época de 1948 y un Traverse de 2014. Los culpables suelen ser hombres que conducen ”camionetas grandes”, señaló.

John Shevelew no nota que haya demasiadas agresiones en la calle en su hogar, en York, Pensilvania, donde es presidente del Club de Propietarios de Tesla del estado. Las cosas cambian cuando conduce por el sur. “Viajo mucho a Texas para visitar a mi hija en Austin, y en Arkansas, Mississippi, esos lugares, me encuentro con miradas, digamos, poco amistosas”, explicó. “Te encuentras con alguien en una gran camioneta diesel a quien le gusta expresar su descontento ante la idea de un auto eléctrico”.

Laura Kennedy, que también vive en Pensilvania, coincide. “Casi siempre es un tipo en una camioneta (el que hace algo)”, comentó. “Creo que nunca en mi vida me han hecho tantos gestos obscenos como en el último año, más o menos”.

¿Los propietarios de automóviles Tesla están pagando el precio del odio a Musk? - image-29-43
Theresa Ramsdell con sus dos Teslas. Foto: Theresa Ramsdell

Los Teslas son habituales en Bellevue, Washington, zona en la que vive Theresa Ramsdell, propietaria de dos modelos desde 2016. “La gente nos corta el paso en la autopista, nos enseña el dedo medio, me grita a través de las ventanas“, explicó. “Un par de personas no intentaron exactamente sacarme de la carretera, pero condujeron muy cerca del lado de mi auto y sonrieron. Me pasó dos veces cuando iba a 65 mph y es aterrador”.

Marc Geller, vocero de la Asociación de Vehículos Eléctricos y propietario de un Tesla, ha sido dueño de un automóvil impulsado por batería de algún tipo desde el año 2000. Comentó que el enojo de los conductores procedía tradicionalmente de personas de derecha que consideraban a los conductores de vehículos eléctricos como liberales hippies.

Sin embargo, ahora que Musk se ha convertido en una especie de héroe conservador –al decir a sus seguidores que voten por los republicanos en las elecciones intermedias y al restablecer la cuenta de Twitter de Donald Trump–, también es un enemigo para muchos fanáticos de los vehículos eléctricos.
“Existe una ironía en este caso, ya que los Teslas han sido un imán de odio desde hace tiempo por varias razones”, dijo Geller. “Fueron objeto del enojo de los conductores porque representaban el medio ambiente y eran percibidos como la encarnación vehicular de esa guerra cultural. Pero ahora nos encontramos aquí, y algunas personas de la izquierda están experimentando un exabrupto porque Elon Musk tomó este siniestro giro hacia la derecha política, por lo que ahora están arrojando las mismas pedradas”.

Un joven de 22 años que habló con The Guardian y que acaba de comprar un Tesla conjuntamente con sus padres califica el auto como “la mejor compra” que ha hecho en su vida. Salvo una advertencia: la gente no deja de cortarle el paso.

“Me di cuenta del enojo de los conductores en la primera semana que lo tuve”, comentó el hombre, que vive en Thousand Oaks, California, y que no quiso ser identificado públicamente como conductor de un Tesla. “Conduzco a la misma velocidad que en mi viejo Ford Fusion, pero se me cruzan y conducen muy despacio, o no me dejan cambiar de carril. En las calles de la ciudad voy al límite de velocidad y los vehículos que salen de los estacionamientos deciden meterse, haciéndome pisar los frenos. Eso ha ocurrido ocho veces este mes”.

Síguenos en

Google News
Flipboard