Alemania devuelve a Nigeria 21 bronces de Benín, en medio de la frustración respecto a Gran Bretaña

Veintiún valiosos objetos que fueron saqueados por soldados británicos del antiguo reino de Benín, en África occidental, hace 125 años, fueron entregados por Alemania a Nigeria entre risas, lágrimas y una audible frustración por el continuo silencio del país que los robó en primer lugar.

Los objetos del conjunto de tesoros conocidos como los bronces de Benín, que incluyen una cabeza de latón de un oba (rey), una espada ada ceremonial y un trono que representa una pitón enroscada, fueron tomados de la ciudad saqueada durante una expedición punitiva inglesa en 1897 y posteriormente fueron vendidos a museos alemanes de Berlín, Hamburgo, Stuttgart y Colonia.

Poco después de la hora del almuerzo del martes, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, entregó el que quizás es el más espectacular de los objetos devueltos a las manos cubiertas por guantes del ministro de Cultura de Nigeria, Lai Mohammed.

“Ella regresa a donde ella pertenece”, dijo Baerbock mientras entregaba una máscara en miniatura de la Iyoba (reina madre), hecha de marfil y decorada con perlas de vidrio amarillas, coral rojo y una corona de bagre metálico estilizado, que fue saqueada de la alcoba del último oba independiente.

Las obras, una muestra de los más de mil bronces de Benín cuya propiedad Alemania transfirió legalmente a Nigeria el 1 de julio, fueron recogidas en camiones procedentes de los museos, introducidas en la bodega de un avión de las fuerzas aéreas alemanas en el aeropuerto de Colonia y trasladadas a Abuja, la capital de Nigeria, vía Berlín el domingo.

El martes, las obras fueron sacadas de su embalaje y expuestas en el fondo de un escenario instalado en la sala de conferencias con paneles de madera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nigeria.

No obstante, mientras una nación celebraba la devolución de su patrimonio cultural perdido durante mucho tiempo, se expresó la frustración existente con Gran Bretaña, que posee la mayor colección de bronces de Benín en el Museo Británico, pero cuyos gobiernos han obstaculizado los debates sobre la devolución durante más de un siglo.

“Gran Bretaña tiene la mayoría de las obras, y pensamos que ellos aportarían el liderazgo”, comentó Godwin Obaseki, gobernador del estado de Edo, cuyas fronteras modernas en el sur de Nigeria comprenden muchas de las regiones que pertenecieron al imperio de Benín. “Ellos fueron los que vinieron aquí y destruyeron el imperio, ellos fueron los que saquearon piezas de aquí, y ellos deberían estar al frente de la devolución”.

En la ceremonia de entrega, Mohammed señaló que esperaba que la decisión de Alemania impulsara al Reino Unido a iniciar conversaciones sobre los bronces conservados en el Museo Británico. “Pero me encontré con un obstáculo”, comentó. “El Museo Británico debe entender que la repatriación es un cambio cuyo momento ha llegado”.

También se han devuelto otros bronces individuales a sus países de origen: El Horniman Museum and Gardens de Londres entregó el mes pasado seis objetos de su colección a una delegación nigeriana, una de las pocas instituciones británicas que han tomado decisiones de forma unilateral.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, que hace cinco años inició el debate sobre la devolución de objetos coloniales a África, devolvió en noviembre de 2021 26 objetos del Museo del muelle Branly de Francia a la vecina república de Benín, que no está vinculada al antiguo reino de Benín.

Sin embargo, estos son los primeros bronces de Benín que son devueltos como parte de una delegación gubernamental, completando pacíficamente un viaje desde museos europeos que la Pantera Negra de Marvel de 2018 y las películas de blaxploitation (filmes de explotación afro) de los años 80 habían imaginado que debería efectuarse por la fuerza.

Los líderes políticos del estado de Edo expresaron su esperanza de que la decisión de Berlín creara un impulso político que obligara al gobierno del Reino Unido a poner fin a su silencio de un siglo sobre este asunto.

El anuncio de Alemania en verano suscitó cuestionamientos críticos por parte de otros Estados europeos, especialmente Gran Bretaña. Sin embargo, el lunes, funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán señalaron que la disculpa del primer ministro holandés, Mark Rutte, por el papel de los Países Bajos en la trata de esclavos contribuía a dar la impresión de que existe una convergencia en la postura de la Unión Europea sobre las cuestiones postcoloniales.

“Este no es el final de un proceso, sino el principio”, comentó la comisionada de Cultura de Alemania, Claudia Roth. “Marca un punto de inflexión en la política cultural internacional”.

Para Alemania, la llegada de una joven y dinámica política al Ministerio de Relaciones Exteriores supuso un catalizador para un movimiento de devolución que había sido acordado en principio durante la era de Merkel, pero que amenazaba con perder fuerza.

“¿Qué significaría para nosotros vernos privados de nuestro patrimonio cultural?”, señaló Baerbock en Abuja el martes. “¿No poder maravillarnos ante la Biblia de Gutenberg en Maguncia? ¿No poder admirar los escritos de Martín Lutero? ¿Pararse frente a una escultura de Käthe Kollwitz en Berlín o ante el escritorio de Goethe en Weimar? Evoca una sensación de pérdida que me cuesta imaginar. Para ustedes aquí en Nigeria, sin embargo, esta pérdida ha sido su realidad”.

Al final de su discurso, esta mujer de 42 años levantó una gran llave de latón decorada con figuras de leopardo, que llegó a Colonia a través de Gran Bretaña, Irlanda y Francia a finales del siglo XIX. “Hoy está de vuelta aquí, de vuelta a donde pertenece”, dijo.

Antes de que Baerbock asumiera su cargo el invierno pasado, algunos activistas temían que se repitiera el episodio en que los museos alemanes consiguieron prolongar y finalmente reprimir un debate nacional sobre las devoluciones después de que Nigeria solicitara por primera vez la devolución de los bronces en calidad de préstamo permanente hace 50 años.

No obstante, los directores de los museos que viajaron a Abuja con los ministros de Relaciones Exteriores esta semana expresaron una opinión diferente. “Los bronces no dejarán un espacio vacío en la colección de mi museo, en parte porque se nos permite conservar algunos en préstamo permanente”, señaló Barbara Plankensteiner, directora del Museum am Rothenbaum-World Cultures and Arts de Hamburgo.

De los 179 objetos de Benín conservados en el museo de Hamburgo, tres llegaron a Nigeria esta semana y un tercio se quedó en el norte de Alemania. “Es importante que se pueda seguir contando este capítulo de la historia africana también en Alemania”, añadió.

El hecho de que Alemania no tenga una historia colonial directa con la Nigeria actual ha simplificado el debate en torno a la reparación de agravios. “Alemania no fue el país que incendió nuestro reino, Alemania solo fue un beneficiario comercial”, manifestó Obaseki en una recepción celebrada en Ciudad de Benín el lunes. Una posición poco habitual en la que se encuentran los diplomáticos alemanes, en vista de la historia de agresiones del país en el siglo XX, comentó improvisadamente un funcionario presente en la sala.

El estancamiento de los intentos de Alemania y Namibia en la consecución de un acuerdo sobre la masacre de los pueblos herero y namaqua demuestra hasta qué punto pueden ser difíciles este tipo de conversaciones con antiguas dependencias coloniales.
Ante la proximidad de las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en Nigeria dentro de 10 semanas, las posibilidades de que Alemania utilice las obras de arte como moneda de cambio diplomática son limitadas. Los lazos económicos entre las economías más grandes de África y Europa en términos de PIB están menos desarrollados de lo que cabría esperar, y la preocupación de las empresas alemanas por la corrupción constituye uno de los obstáculos para la inversión. El último índice de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional sitúa al estado de África occidental en el puesto 154 de un total de 180 países.

Está previsto que los bronces de Benín que han regresado a Nigeria se expongan en un nuevo pabellón en la ciudad de Benín, que Alemania cofinanciará con 4 millones de euros.

El pabellón, que actualmente no es más que unos agujeros en la tierra roja de un terreno, se inaugurará en 2024 y se supone que formará el vértice de un nuevo centro cultural que apoyará proyectos de devolución en otros países africanos. Está previsto que la recaudación de fondos para la construcción de un nuevo museo en el estado de Edo de África occidental, diseñado por el arquitecto ghanés-británico David Adjaye, comience después de la inauguración del pabellón.