Los pacientes con Covid prolongado utilizan tratamientos costosos y no probados, advierten los expertos
Todavía no existe una cura para el Covid prolongado aparte de la recuperación natural, la cual puede llevar tiempo. Foto: Anna Gowthorpe/PA

Las personas que padecen Covid prolongado están recurriendo a tratamientos costosos y no probados debido a la falta de tratamientos aprobados, aunada a la necesidad de reincorporarse al trabajo remunerado, advirtieron los expertos.
Según las cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas, en noviembre más de 2.1 millones de personas seguían padeciendo síntomas de Covid transcurridas más de cuatro semanas desde la primera infección confirmada o sospechada, es decir, aproximadamente el 3.3% de la población del Reino Unido.

No obstante, a pesar de los innumerables esfuerzos de investigación, todavía no existe una cura aparte de la recuperación natural, la cual puede llevar tiempo, mientras que solo una parte de las personas que padecen Covid prolongado han recibido ayuda por parte de servicios como las clínicas especializadas en Covid prolongado.

Entre los enfoques no probados que han sido promocionados como una ayuda o incluso una cura para el Covid prolongado se encuentran los suplementos de diversos tipos, las infusiones intravenosas de vitaminas y el uso de tratamientos experimentales como el “lavado de sangre” que se ofrecen en algunas clínicas extranjeras. Con frecuencia tienen un precio elevado.
Aunque algunos pacientes comentan que los han ayudado estos tratamientos, que no han sido sometidos a pruebas rigurosas, los expertos advirtieron que los tratamientos no probados pueden ser engañosos e incluso peligrosos.

“Creo que en parte podría tratarse de personas que saben lo que hacen, que saben que se están aprovechando. Y también podría tratarse de personas que piensan que, en realidad, creen que están ofreciendo algo (real)”, comentó Michael Zandi, neurólogo y profesor adjunto honorario del University College de Londres.

“Hemos visto a muchas personas que básicamente promocionan cosas de las que realmente no hay pruebas y se puede objetar que sean completamente seguras”.

El profesor Amitava Banerjee, también del University College de Londres, que dirige un estudio sobre tratamientos para el Covid prolongado, comentó que el ambiente de desconfianza en los expertos, la desinformación y los problemas normativos han contribuido a esta situación.

“En el caso del Covid prolongado, hay personas que han desarrollado o descubierto una prueba, o que dirigen una empresa farmacéutica, que van directamente a las redes sociales y lo venden directamente al consumidor, evitando así el requisito de evidencia o el requisito de directrices y alegando que, bueno, las vías tradicionales son demasiado lentas”, explicó.
Sin embargo, añadió, el estándar de investigación no debería ser diferente para el Covid prolongado como para otras enfermedades, y señaló que todo puede y debe ser evaluado.

“Quiero saber que a mi madre, a mi hermana o a mi abuela les están dando algo que ha pasado por el filtro”, comentó. “Creo que ese es un principio importante de la medicina basada en la evidencia que tenemos”.

A Claire Higham, de la organización benéfica Long Covid Support y que también padece esta enfermedad, le preocupa que algunas personas hayan recurrido a costosas terapias de “reeducación cerebral”, que, según se afirma, pueden ayudar a reconectar las conexiones neuronales en el cerebro mediante técnicas psicológicas.

“Nombra cualquier cosa que la medicina no trate muy bien y estas empresas no tardan en aparecer”, señaló. “Apareció el Covid prolongado, y les dio un nuevo impulso y un soplo de aire fresco a estos tratamientos controvertidos”.

Trevor Robbins, profesor de neurociencia cognitiva de la Universidad de Cambridge, indicó que, aunque es posible que el reentrenamiento cerebral ayude a quienes padecen Covid prolongado, no está convencido de que ofrezca una cura, y añadió que puede ayudar a algunos, pero no a otros. “Si funcionara, no estoy convencido de que lo hiciera mejor que la TC (terapia cognitiva) estándar más las series de mindfulness”, explicó.

El Dr. David Robert Grimes, investigador y autor del libro The Irrational Ape, comentó que aún se están desentrañando la causa y la naturaleza del Covid prolongado, por lo que las afirmaciones de algunas empresas resultan dudosas.

“Tenemos una enfermedad que no está claramente definida, que no se ha investigado lo suficiente, que podría ser varias enfermedades, que podría ser una ya existente o una nueva, no estamos realmente seguros… Eso significa que todo aquel que hable con seguridad sobre un tratamiento o de una cura debe ser tratado con cautela”, comentó.

Banerjee coincidió con esta opinión. “Todavía hay mucho que desconocemos. No puede ser el caso de que las personas que ofrecen estas curas lo hayan descubierto todo. De lo contrario, mañana estarían yendo por su premio Nobel”, dijo.
Higham añadió que, aunque la comunidad de Covid prolongado está bien conectada y es experta en unir fuerzas para analizar posibles tratamientos, señaló que la mejor forma de proteger a los pacientes era ofrecerles apoyo.

“Tiene que realizarse un gran esfuerzo para llenar el vacío en la medicina que creó esta laguna terapéutica en primer lugar. Necesitamos que se vuelva a acelerar la investigación y que se realice un ensayo similar al de Recovery, en el que se puedan probar rápidamente tratamientos para el Covid prolongado”, señaló.

La ayuda económica también es crucial. “Muchas personas se empeñan en probar distintas opciones porque tienen inestabilidad económica”, comentó Higham.

Banerjee señaló que era comprensible el deseo de las personas con Covid prolongado de probar enfoques diferentes. “Quieren recuperar su vida”, indicó.

“La retórica de la política y el gobierno es que esto se acabó. Lamentablemente, dista mucho de haber terminado para estas personas y este grupo de personas que padecen Covid prolongado”.

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