Recortes de empleo y caída de las acciones: ¿cómo pudo salir todo tan mal en el sector tecnológico estadounidense?
La controvertida administración de Twitter por parte de Elon Musk ha afectado, discutiblemente, a sus otros intereses, entre ellos Tesla. Foto: Mike Blake/Reuters

Amazon anunció el recorte de 18 mil puestos de trabajo, el precio de las acciones de Apple cayó por debajo de los 2 billones de dólares y hubo más malas noticias procedentes de Tesla: fue otra semana difícil para las grandes empresas tecnológicas estadounidenses.

Sin embargo, no se trata de un fenómeno aislado. El drama actual que vive Twitter desde que Elon Musk la adquirió en octubre se ha desarrollado en un contexto de incertidumbre económica mundial, reducción de los agresivos planes de expansión y la perturbadora transición de China de los confinamientos por Covid-19 al aumento vertiginoso del número de casos a medida que se reducen las restricciones.

De hecho, los acontecimientos de esta semana constituyen una continuación de la tendencia a la baja de las empresas tecnológicas a lo largo de 2022, periodo durante el cual el precio de las acciones de Tesla cayó un 65%, el de Meta de Mark Zuckerberg un 64%, el de Netflix un 51% y el de Apple un 27%. A continuación, analizamos algunos de los factores detrás de los problemas del sector.

Expansión excesiva durante la pandemia

Amazon amplió los recortes de plantilla previstos esta semana de 10 mil a 18 mil puestos de trabajo, ya que su director ejecutivo admitió que “hemos contratado a un ritmo acelerado durante los últimos años”. Andrew Jassy añadió que la “economía incierta” era un factor clave, ya que el crecimiento empresarial relacionado con la pandemia se enfrenta a una desaceleración económica estadounidense y mundial.

En marzo de 2020, la plantilla mundial de Amazon era de 628 mil trabajadores, pero aumentó a 1.5 millones a medida que los hábitos de los consumidores se orientaron aún más hacia el comercio en línea durante la pandemia. La última serie de recortes afectará a su división de tiendas –que abarca la venta minorista en línea, los almacenes y sus puntos de venta físicos– y a recursos humanos.

También esta semana, la empresa de software empresarial Salesforce anunció que iba a despedir a alrededor de 8 mil empleados, es decir, el 10% de su plantilla. Marc Benioff, su director ejecutivo, indicó que la empresa se había expandido en exceso.

“A medida que nuestros ingresos se aceleraron durante la pandemia, contratamos a demasiadas personas desembocando en esta recesión económica a la que ahora nos enfrentamos, y asumo la responsabilidad de ello”, escribió Benioff a los trabajadores.
Mark Zuckerberg, director ejecutivo y fundador de Facebook y de la empresa matriz de Instagram, Meta, anunció sus planes de recortar 11 mil puestos de trabajo en noviembre y admitió que durante la pandemia expandió su empresa suponiendo que el aumento de la actividad en línea continuaría. “Lamentablemente, esto no resultó como esperaba”, señaló.

Las empresas tecnológicas despidieron a más de 150 mil trabajadores en todo el mundo el año pasado, según la página web Layoffs.fyi. Los expertos esperan que se produzcan más tras la sobreexpansión y la recesión mundial y estadounidense.

“Es probable que esta tendencia de despidos continuará en el sector tecnológico, especialmente porque la respuesta del mercado a las empresas que realizan despidos moderados parece ser positiva: los inversionistas consideran que se trata de medidas prudentes de reducción de costes”, explica Joshua White, profesor auxiliar de finanzas de la Universidad Vanderbilt en Estados Unidos.
Una economía estadounidense y mundial en problemas

El índice de confianza de los CEO, una encuesta mensual realizada a empresarios estadounidenses, alcanzó su nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008. Según James Knightley, economista jefe internacional del grupo bancario ING, ese dato es un augurio de recortes de empleo entre las empresas. Las empresas tecnológicas ya lo están reflejando.

“Cuando los CEO se muestran así de pesimistas, esto sugiere que las empresas estadounidenses están intentando prepararse para una situación difícil, lo que implica una amenaza creciente de pérdida de empleos y caída del gasto de capital”, señala Knightley. Añade que la publicidad, que proporciona la mayor parte de los ingresos de empresas como Meta y Twitter, constituirá un ahorro adicional para muchas empresas.

Knightley sugiere que los agresivos aumentos de las tasas de interés en todo el mundo –incluidos Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea– deberían lograr su objetivo de frenar la inflación, no obstante, por el momento, el costo de la vida sigue siendo elevado en las principales economías y está mermando el poder adquisitivo de los hogares. Esto supone un problema para las empresas tecnológicas en diversos frentes, incluyendo la demanda de automóviles eléctricos y suscripciones de streaming.

“Por lo tanto, nos encontramos en una situación en la que los hogares ya están resintiendo el rápido aumento del costo de la vida, y esto solo se va a ver agravado por el aumento de los costos de los préstamos y la preocupación de que las empresas están empezando a adoptar una postura más defensiva con la pérdida de puestos de trabajo probablemente próxima”, comenta Knightley.

La consiguiente caída del gasto de los hogares repercutirá en las empresas tecnológicas. “Con los consumidores cada vez más preocupados por el panorama económico, veremos entonces recortes en el gasto discrecional, del que los bienes y servicios de consumo en línea constituyen una proporción significativa”.

Problemas para Apple y Tesla en una China afectada por el Covid-19

Apple cayó esta semana por debajo de su capitalización bursátil de 2 billones de dólares, un año después de convertirse en la primera empresa de la historia en alcanzar una valoración de 3 billones de dólares. Sus acciones se han visto afectadas por la interrupción de la producción de iPhone en China, su principal centro de fabricación, relacionada con los confinamientos, lo que condujo a la reducción de las expectativas de los analistas respecto a las ventas durante el lucrativo periodo navideño debido a la falta de modelos de gama alta como el iPhone 14 Pro.

Se levantó el confinamiento impuesto en Zhengzhou, el principal centro de producción de Apple, no obstante, los inversionistas temen que la empresa romperá una racha de 14 trimestres de crecimiento de las ventas en el trimestre que termina en diciembre.

El fabricante de automóviles eléctricos Tesla también se ha visto afectado. El viernes bajó los precios de sus autos Model 3 y Model Y en China, el mercado de vehículos eléctricos más grande del mundo y fuente de aproximadamente el 40% de las ventas de Tesla. Las entregas de autos Tesla fabricados en el país alcanzaron su nivel más bajo en cinco meses en diciembre, según datos de la Chinese Passenger Car Association.

Un entorno de consumo más débil en China y una mayor competencia suponen un problema para Tesla, señala Jeffrey Osborne, analista de la empresa financiera estadounidense Cowen, pero añade que a los inversionistas también les preocupan otros lugares.

“La preocupación de los inversionistas se centra en todos los mercados, ya que la valoración a largo plazo para los mercados alcistas asume que la empresa tendrá el tamaño de Toyota a finales de la década, entre 8 y 9 millones de autos al año”. Tesla vendió 1.3 millones de vehículos el año pasado.

Elon Musk y Twitter

Los problemas de Twitter requieren un análisis independiente debido al factor Musk, aunque su reciente enfoque en la plataforma de redes sociales también ha afectado al precio de las acciones de Tesla, empresa de la que es director ejecutivo.

Musk compró Twitter por 44 mil millones de dólares en octubre e inmediatamente despidió a alrededor de 3 mil 750 empleados, o, casi la mitad de la plantilla. A los empleados se les informó que el propósito de la medida era “situar a Twitter en un camino saludable”, reflejando el hecho de que la empresa ha registrado pérdidas en 10 de los últimos 12 años. Musk también insinuó que había un exceso de contratación, señalando que había demasiados directivos, al tiempo que advirtió sobre el inminente impacto de la recesión económica en la publicidad.

Por tanto, hay similitudes con otras empresas tecnológicas, pero también problemas autoinfligidos. Twitter se encuentra seriamente endeudada, con un préstamo de casi 13 mil millones de dólares, cuyo pago costará más de mil millones de dólares al año y, por tanto, ejercerá presión sobre los costes, mientras que Musk admitió que las dudas respecto a su administración de la plataforma han provocado una “caída masiva” en los ingresos publicitarios. Se puede argumentar que Twitter es un caso único.

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