Australia en camino de eliminar el cáncer de cuello uterino para 2035
Australia está en camino de eliminar el cáncer de cuello uterino para 2035 gracias a un exitoso programa de vacunación contra el VPH. Foto: Phanie/Alamy

Los niveles de vacunación contra el cáncer de cuello uterino están aumentando y los expertos se muestran “muy optimistas” respecto a la posibilidad de eliminar la enfermedad en poco más de una década, a pesar de la pandemia y de la interferencia de escuelas “muy religiosas”.

Australia se convertirá en el primer país del mundo en eliminar el cáncer de cuello uterino si logra su objetivo para 2035.

Antes de la vacuna, se calcula que hasta el 90% de los australianos se infectaban del virus del papiloma humano (VPH) en algún momento. El virus del papiloma humano (VPH) causa casi todos los tipos de cáncer de cuello uterino, así como otros tipos de cáncer. El programa de vacunación escolar gratuita, que comenzó en 2007, ha reducido la tasa de infección por VPH en un 92%, lo cual, a su vez, ha reducido la tasa de anomalías cervicales.

La directora ejecutiva del Centro Australiano para la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, la profesora Marion Saville, indicó que las últimas estadísticas –hasta 2020 inclusive, cuando comenzaron los primeros confinamientos por Covid-19– muestran que “la cobertura ha sido estable y ha aumentado lentamente”.

“A pesar de la pandemia, estamos observando una cobertura bastante buena”, señaló.

Cuando se le preguntó si la desinformación sobre la vacuna relacionada con la pandemia había afectado dichas tasas, la profesora Karen Canfell, directora del Daffodil Centre, una empresa conjunta del Cancer Council NSW y la Universidad de Sídney, comentó que el programa siempre ha tenido que afrontar las dudas en torno a la vacuna, pero que las tasas de cobertura han seguido aumentando con el tiempo.

Esta semana, un episodio del documental Four Corners emitió afirmaciones de que la Escuela Tangara para Niñas, afiliada al Opus Dei, disuadía a las alumnas de vacunarse, alegando que fomentaría la promiscuidad. El Opus Dei es un pequeño y polémico grupo de la Iglesia católica.

Algunas exalumnas comentaron a la cadena ABC que casi ninguna de sus compañeras se vacunó. En un comunicado, Tangara señaló que “intentaba garantizar que los padres estuvieran completamente informados sobre la vacuna y sus riesgos potenciales compartiendo con ellos información médica y de otro tipo procedente de los medios de comunicación”. Y añadió que su asesoramiento estaba ahora en consonancia con las recomendaciones médicas.

Saville señaló que aún no era demasiado tarde para quienes no se vacunaron en la escuela. El Comité Asesor de Beneficios Farmacéuticos (PBAC) recomendó ahora que la vacuna esté disponible en el Plan de Beneficios Farmacéuticos para hombres y mujeres de hasta 25 años de edad.

“Vemos a personas que han estado en colegios del Opus Dei que no se vacunaron… Eso también puede ocurrir en colegios muy religiosos”, explicó Saville.

“A las personas que quizás estuvieron en el Opus Dei y les dijeron que la vacuna no era para ellos, deberían tener una plática con su médico”.

“Esperamos que el ministro apruebe la recomendación del PBAC para que puedan recibir la vacuna subvencionada hasta los 25 años”.

El ministro de Salud, Mark Butler, está analizando ahora la orientación, que también incluye la recomendación de reducir las dosis necesarias de dos a una. Canfell indicó que el aumento de la edad para recibir las vacunas subvencionadas y la reducción de las dosis constituían una “enorme oportunidad para Australia”.

Comentó que Australia lideró un proceso internacional de innovaciones de salud pública en materia del VPH.
“De un programa nacional de detección a la vacunación, después a las vacunas de segunda generación, posteriormente cambiando a las pruebas de detección del VPH, y ahora a la auto-recolección de muestras cervicales”, señaló.

Saville comentó que las comunidades aborígenes e isleñas del Estrecho de Torres realizaron un “trabajo asombroso” al participar en el programa, con una cobertura muy alta de la primera dosis, aunque la cobertura de la segunda dosis fue un poco inferior.

El hecho de que solo fuera necesaria una dosis supondría una ayuda, dijo Saville, especialmente si se seguían ofreciendo las vacunas dos veces al año en las escuelas para maximizar la aceptación.

“Nos gustaría ver el mantenimiento de esas dos visitas para conservar y aumentar la equidad”, explicó.

Aunque la vacunación está subvencionada hasta los 19 años, se puede recetar a los hombres hasta los 26 y a las mujeres hasta los 45, si están dispuestos a pagarla. Pero aunque la vacunación a edades más avanzadas puede ser beneficiosa –especialmente para las personas con mayor riesgo de sufrir anomalías–, Saville señaló que “cuanto mayor eres, menos probabilidades hay de que sea eficaz”.

En muchos casos, el VPH desaparece en un par de años. La vacunación posterior puede prevenir la reinfección por VPH y reducir, pero no eliminar, la posibilidad de que se desarrollen anomalías.

“A partir de cierto punto, nuestro mensaje es que la mejor protección es la detección en lugar de la vacunación”, comentó Saville.

Canfell señaló que se trataba de un momento emocionante y que Australia se encontraba en una buena posición para alcanzar su objetivo, pero que era importante que lo hiciera de forma “equitativa” y manteniendo la comunicación sobre las intervenciones que salvan vidas.

“Es muy importante comunicar correctamente que la vacuna es la mejor intervención para las mujeres menores de 25 años y que la detección cervical es la mejor intervención para las mujeres mayores de 25 años, e incluso en ese grupo de edad es importante realizarse la prueba de detección del VPH, aunque se hayan vacunado”, señaló.

Se considerará que el cáncer de cuello uterino ha sido eliminado como problema de salud pública cuando solo haya una probabilidad de cuatro entre 100 mil de padecer un cáncer invasivo.

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