La moneda digital ‘Britcoin’ podría utilizarse a finales de la década

Los consumidores podrían utilizar una nueva libra digital como alternativa al efectivo a finales de la década, según los planes que están elaborando el Banco de Inglaterra y el Tesoro.

El gobierno inglés acelera su respuesta al aumento de las criptomonedas y monedas estables de emisión privada con un proceso de consulta pública de cuatro meses sobre la creación de una “Britcoin” que comienza el martes.

Tras la volatilidad de las criptomonedas y la quiebra del intercambio de criptomonedas FTX, el Banco y el Tesoro intentarán tranquilizar a la población asegurándole que una moneda digital respaldada por el Estado sería tan segura como el dinero en efectivo.

Los funcionarios analizarán los aspectos técnicos relacionados con la creación de una moneda digital del banco central antes de tomar una decisión definitiva a mediados de la década.

Jeremy Hunt, ministro de Hacienda, y Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, señalan que el gobierno todavía podría decidir no seguir adelante con el plan, no obstante, la idea cobra cada vez más fuerza. El documento de consulta sostiene que la libra digital será necesaria en algún momento en el futuro.

Suponiendo que se obtenga la autorización, la fecha más próxima en la que el sector privado podría ofrecer a los consumidores monederos digitales a través de teléfonos inteligentes o tarjetas inteligentes sería a finales de la década de 2020, indican el Banco y el Tesoro.

Bailey comentó: “A medida que el mundo que nos rodea y la forma en que pagamos las cosas se digitaliza cada vez más, los argumentos a favor de disponer de una libra digital en el futuro siguen aumentando. Una libra digital proporcionaría una nueva forma de pagar, ayudaría a las empresas, mantendría la confianza en la moneda y protegería mejor la estabilidad financiera”.

“Sin embargo, existen una serie de implicaciones que nuestro trabajo técnico deberá considerar cuidadosamente. Esta consulta y el trabajo posterior que el Banco realizará a partir de ahora serán la base de lo que supondría una profunda decisión para el país sobre la forma en que utilizamos el dinero”.

De introducirse, la libra digital sería emitida por el Banco de Inglaterra y podría ser utilizada para realizar pagos en persona o en internet. Sería intercambiable con el efectivo y los depósitos bancarios y –al igual que el actual sistema de billetes– se emitiría en denominaciones de libras esterlinas. No se pagarían intereses por las libras almacenadas en formato digital.

El Banco y el Tesoro señalan que la libra digital estaría sujeta a rigurosas normas de privacidad y protección de datos. “Al igual que los pagos digitales y las cuentas bancarias actuales, la libra digital no sería anónima porque es necesaria la capacidad de identificar y verificar a los usuarios para prevenir la delincuencia financiera”, explicaron. “Esto es esencial para que exista confianza en la moneda y, por tanto, para que se generalice el uso de la libra digital”.

Otros grandes bancos centrales –incluidos la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo– están analizando sus propias monedas digitales oficiales, aunque los planes del Reino Unido se encuentran en una fase más avanzada.

El Banco y el Tesoro creen que la aparición de monedas digitales privadas corre el riesgo de fragmentar el sistema monetario, y consideran que se necesitará una opción oficial confiable y eficiente a medida que el uso del efectivo siga disminuyendo. Los avances tecnológicos han hecho posible el lanzamiento de una serie de criptomonedas, sin embargo, el Banco y el Tesoro señalan que la diferencia con una libra digital es que estaría respaldada por el Estado.

Hunt comentó: “Aunque el efectivo está aquí para quedarse, una libra digital emitida y respaldada por el Banco de Inglaterra podría ser una nueva forma de pagar que sea confiable, accesible y fácil de usar”.

“Por este motivo queremos investigar primero qué es posible, asegurándonos al mismo tiempo de que protegemos la estabilidad financiera”.