Los talibanes prohíben los anticonceptivos tachando su uso de ‘conspiración occidental’
Paquetes de preservativos en una farmacia en la ciudad de Herat, en el oeste de Afganistán, en diciembre. Foto: Morteza Nikoubazl/Reuters

Los combatientes talibanes detuvieron la venta de anticonceptivos en dos de las principales ciudades de Afganistán, alegando que su uso por parte de las mujeres es una conspiración occidental que pretende controlar a la población musulmana.

The Guardian tuvo conocimiento de que los talibanes han estado recorriendo el país de puerta en puerta, amenazando a las parteras y ordenando a las farmacias que retiren de sus estantes todos los medicamentos y dispositivos anticonceptivos.

Vinieron a mi tienda dos veces con armas y me amenazaron para que no tuviera píldoras anticonceptivas a la venta. Están revisando regularmente todas las farmacias de Kabul y hemos dejado de vender los productos”, explicó el propietario de una tienda de la ciudad.

Una veterana partera, que no quiso ser identificada, comentó que la habían amenazado varias veces. Señaló que un comandante talibán le dijo: “No tienes permitido salir y promover el concepto occidental de control de la población y esto es un trabajo innecesario”.

Otros farmacéuticos de las ciudades de Kabul y Mazar-i-Sharif confirmaron que les habían ordenado no almacenar ningún medicamento anticonceptivo.

“Desde principios de este mes no se permite tener en la farmacia productos como píldoras anticonceptivas e inyecciones de Depo-Provera, y tenemos demasiado miedo como para vender los que tenemos”, señaló otro propietario de una tienda de Kabul.

Se trata del último ataque contra los derechos de las mujeres por parte de los talibanes que, desde que llegaron al poder en agosto de 2021, pusieron fin a la educación superior de las niñas, cerraron las universidades a las jóvenes, obligaron a las mujeres a dejar sus trabajos y restringieron su capacidad para salir de sus hogares. La restricción de los anticonceptivos constituirá un duro golpe en un país cuyo sistema de salud ya de por sí es frágil.

Una de cada 14 mujeres afganas muere por causas relacionadas con el embarazo y es uno de los países más peligrosos del mundo para dar a luz.

El Ministerio de Salud Pública talibán en Kabul no ha emitido ninguna declaración oficial sobre el asunto y el representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Afganistán no respondió las solicitudes de comentarios.

Los combatientes talibanes que patrullan por las calles de Kabul dijeron a las fuentes que “el uso de anticonceptivos y la planificación familiar es un programa occidental”.

Para Zainab, de 17 años, que se casó hace dos años en la ciudad de Mazar-i-Sharif, en el norte del país, la prohibición de los anticonceptivos supuso una sorpresa cuando le informó su partera la semana pasada.

Zainab, que tiene una hija de 18 meses, está preocupada. “Usaba anticonceptivos en secreto para evitar un embarazo inmediato. Quiero criar bien a mi hija con servicios de salud y educación adecuados, pero mis sueños se hicieron añicos cuando la partera me informó la semana pasada que no tenía píldoras ni inyecciones anticonceptivas para ofrecerme”, explicó.

“Dejé los estudios para casarme y no quiero que el destino de mi hija sea el mismo que el mío. Busco un futuro diferente para mi hija. La última esperanza para planificar mi vida ha terminado”, señaló Zainab.

Shabnam Nasimi, activista social de origen afgano radicada en Reino Unido, comentó: “El control de los talibanes no solo sobre los derechos humanos de las mujeres a trabajar y estudiar, sino ahora también sobre sus cuerpos, es indignante”.

Es un derecho humano fundamental tener acceso a servicios de planificación familiar y de anticoncepción libres de coacción. Tal autonomía y agencia son componentes esenciales de los derechos de las mujeres, como el derecho a la igualdad, a la no discriminación, a la vida, a la salud sexual, a la salud reproductiva y a otros derechos humanos básicos”.

Otra partera, que huyó de Kabul tras las amenazas de muerte de los talibanes, mantiene contacto diario con sus colegas que se quedaron en la ciudad. “La prohibición de los anticonceptivos afectaría drásticamente a la ya deteriorada situación de la salud reproductiva en el país”, indicó. “Temo que los logros que conseguimos en la última década se perderán tras esta medida”.

Fatimah, una partera de Kabul, expresó: “Vivimos en un entorno asfixiante. No me había sentido tan insegura en toda mi carrera”.
Incluso antes de que los talibanes llegaran al poder, un informe de la organización Human Rights Watch de 2021 señalaba que la información más básica sobre salud materna y planificación familiar no estaba disponible para la mayoría de las mujeres afganas.

“Lo que surgió es la imagen de un sistema que es cada vez más inasequible para el 61% a 72% estimado de mujeres afganas que viven en la pobreza, y uno en el que las mujeres con frecuencia tienen más hijos de los que desean debido a la falta de acceso a la anticoncepción moderna; se enfrentan a embarazos de riesgo debido a la falta de atención; y se someten a procedimientos que se podrían realizar de forma más segura con el acceso y la capacidad de utilizar técnicas más modernas”, reveló el informe.

Los activistas pidieron a los talibanes que acataran los acuerdos internacionales que establecen el acceso universal a la atención médica sexual y reproductiva.

“El acceso a la anticoncepción y el derecho a la planificación familiar no es únicamente una cuestión de derechos humanos; también es fundamental para el empoderamiento de las mujeres y para sacar a un país de la pobreza”, señaló Nasimi.

“Está bien establecido que el Corán no prohíbe el uso de anticonceptivos, ni prohíbe que las parejas tengan control sobre sus embarazos o el número de hijos que quieren tener. Los talibanes no tienen derecho a restringir el acceso a la anticoncepción con base en su propia interpretación del Islam“.

El Corán apoya que las mujeres dispongan de un intervalo entre embarazos para criar a sus hijos.

No obstante, Ustad Faridoon, funcionario talibán afincado en Kandahar, comentó a The Guardian que él no apoyaba la prohibición total.

“El uso de anticonceptivos a veces es médicamente necesario para la salud materna. En la Sharía está permitido utilizar métodos anticonceptivos si existe un riesgo para la vida de la madre. Por lo tanto, la prohibición total de los anticonceptivos no es correcta”.

Algunos expertos en derechos reproductivos en Afganistán contactados por The Guardian no quisieron realizar comentarios por motivos de seguridad.

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