Cómo se desarrolló la gran mentira de Trump en la Conferencia de Acción Política Conservadora
Kari Lake, excandidata a gobernadora de Arizona, en la CPAC en National Harbor, Maryland, el sábado. Foto: Evelyn Hockstein/Reuters

En la sala de exhibiciones de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés), los vendedores mostraron varios estilos de sombreros que declaraban “Trump ganó” y los asistentes se referían al expresidente Donald Trump como el legítimo ganador de las elecciones de 2020.

Sin embargo, en el escenario del evento, los legisladores republicanos más destacados de la Conferencia de Acción Política Conservadora no sacaron a relucir la gran mentira de Trump. En su lugar, prefirieron en gran medida no repetir su argumento habitual de que el desenfrenado fraude electoral le costó la reelección.

La Conferencia de Acción Política Conservadora de este año fue considerada un barómetro crucial de los posibles perfiles de la contienda para 2024. En ese sentido, la mayoría de los conservadores aquí presentes se alinearon firmemente con el expresidente. No obstante, también eligieron no litigar nuevamente sobre las elecciones de 2020 y centraron su mirada en la contienda de 2024, llamando reiteradamente a Trump el expresidente y el futuro presidente.

Los asistentes señalaron que notaron la ausencia de un punto central que, en el pasado, incluso en la Conferencia de Acción Política Conservadora del año pasado, fue dominante.

“Hay muchos vacíos en la lista de temas”, comentó Suzzanne Monk, una residente de Washington, D.C. que lucía una gorra con el logo MAGA (Make America Great Again) y una playera en la que se leía: “No me culpes a mí, yo voté por Trump“. “Los temas de integridad electoral son un poco débiles. Podríamos estar atacando con mucha más fuerza”.

Aunque la mayoría de los oradores se centraron en cuestiones diferentes a la integridad electoral, destacados negacionistas de las elecciones siguieron acaparando el protagonismo. Kari Lake, una expresentadora de noticias de televisión que se postuló sin éxito para gobernadora de Arizona en 2022 y que sigue impugnando tanto los resultados de su propia elección como las elecciones presidenciales de 2020, fue la oradora principal en la cena Ronald Reagan de la noche del viernes.

Aunque Lake no mencionó las afirmaciones de que la elección de Trump fue robada, dedicó varios minutos a describir cómo estuvo manipulada su propia elección en noviembre pasado.

Ellos robaron esas elecciones“, dijo refiriéndose a los demócratas. “El crimen fue cometido a plena luz del día el 8 de noviembre. Ellos sabotearon la jornada electoral”.

Afirmó que los demócratas “tuvieron que introducir cientos de miles de boletas falsas” y, en concreto, atascaron los tabuladores en los distritos electorales republicanos para provocar largas filas en las urnas”.

“No voy a quedarme de brazos cruzados y dejar que estos bastardos se salgan con la suya”, dijo.

La gran mentira también se coló en otros discursos principales en pequeñas menciones y alusiones.

Kimberly Guilfoyle, exasesora de Trump y prometida de Donald Trump Jr, declaró que los conservadores “nunca deben permitir que se roben otras elecciones en este país”. Steve Bannon criticó a la cadena Fox News por “convocar ilegítimamente” la contienda de noviembre de 2020 en contra de Trump.

En los pasillos del evento, Bannon entrevistó al teórico conspirativo Mike Lindell, que promovía una “oficina de delitos electorales”. Bannon comentó que algunos conservadores consideran que el negacionismo electoral es una cuestión de perdedores, a lo que Lindell respondió: “Si te das por vencido, pierdes tu país”.

El sábado, Hogan Gidley, exsecretario de prensa durante el mandato de Trump y ahora vicepresidente del Centro para la Integridad Electoral del America First Policy Institute, moderó un panel denominado They Stole it From Us Legally (Nos lo robaron legalmente), que, según indicó, se centraría en la manera de “hacer que sea fácil votar, pero difícil hacer trampa“.

Abe Hamadeh, un negacionista de las elecciones que perdió la contienda por la fiscalía general de Arizona en noviembre, aseguró que la incompetencia le costó las elecciones.

Lo que ocurrió el día de las elecciones es una vergüenza para la democracia“, comentó, denunciando lo que, según dijo él, eran problemas importantes en el condado de Maricopa. “Pero aún no ha terminado”.

Hamadeh, al igual que Lake, impugnó su derrota ante los tribunales y sigue afirmando que los votantes fueron privados de sus derechos. “Tenemos que asegurarnos de que haya competencia y de que las personas rindan cuentas”, señaló.

En el mismo panel, el exrepresentante republicano Lee Zeldin comentó que si los demócratas van a “recolectar boletas”, los conservadores tienen que apoyarse y hacer lo mismo.

“Tenemos que salir ahí fuera y recolectar boletas en las malditas próximas elecciones y ellos van a querer cambiar esa política”, señaló Gidley, coincidiendo con Zeldin.

Antes del panel del sábado, Monk lamentó que muchos debates de la Conferencia de Acción Política Conservadora se centraran en temas no tan relevantes para la audiencia conservadora. “Miren, yo también me opongo a la censura de las grandes empresas tecnológicas, pero no creo que esa sea la cuestión más apremiante a la que se enfrentan los conservadores en este momento y creo que los temas que estamos escuchando ahora demuestran una especie de marcha ligera más que el lugar donde creo que se encuentran estos asistentes”, comentó.

Monk señaló que cree que Matt Schlapp, el presidente de la Conferencia de Acción Política Conservadora que recientemente fue acusado de conducta sexual inapropiada por un miembro del personal de la campaña republicana, “podría estar un poco desconectado”.

“Mucho antes de Donald Trump y de las elecciones de 2020, hemos tenido problemas de integridad electoral”, añadió. “Es muy difícil procesar el fraude electoral, por lo que tenemos que empezar. Tenemos que solucionarlo antes de que haya elecciones”.

Sin embargo, otros se mostraron menos preocupados por la disposición a dejar atrás lo ocurrido en 2020. “No soy el tipo de persona que piensa que, per se, lo robaron”, señaló Luis Marrero, residente de Orlando.

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