Desde bodegas de vino hasta viviendas asequibles: la quiebra de Silicon Valley Bank no solo afecta a las startups
Una sucursal de Silicon Valley Bank en el centro de San Francisco. Foto: Kori Suzuki/Reuters

Fundadores de startups, inversionistas de capital de riesgo y emprendedores con aspiraciones acudieron el viernes a Austin para asistir a la conferencia anual South by Southwest (SXSW), como lo hacen todos los años. Sin embargo, a medida que avanzaba el día, una sensación de temor y confusión comenzó a apoderarse de las personas en la capital de Texas en medio de la energía y el bullicio habituales.

El Silicon Valley Bank (SVB), una entidad financiera que se había convertido en el banco preferido de casi la mitad de las startups respaldadas por capital de riesgo y de muchas del sector de la salud, estaba cayendo en bancarrota. Las principales empresas de capital de riesgo e incubadoras de startups, entre ellas Y Combinator y Founders Fund, habían aconsejado a sus fundadores que redujeran su exposición al Silicon Valley Bank. El sector entró en pánico.

En las horas y días siguientes, se agravó la situación. Los reguladores federales se hicieron cargo del Silicon Valley Bank y lo cerraron en la tarde, situación seguida de la intervención del gobierno de Joe Biden para proteger a los depositantes durante el fin de semana. Las repercusiones financieras se extendieron por todo el mundo y, el martes, al parecer el Departamento de Justicia ya estaba llevando a cabo una investigación.

Neal Mody, un inversionista de capital de riesgo afincado en Seattle y fundador de Zoic Capital, explicó que el viernes se enfrentó a una avalancha de preguntas sobre el banco mientras hablaba en un panel de SXSW y que pasó el resto de la tarde hablando por teléfono para intentar apaciguar el pánico de sus socios comerciales.

Se observó mucha confusión“, comentó Mody, añadiendo que el tema terminó “dominando” gran parte de la conferencia.

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Clientes formados para entrar a la sucursal de Silicon Valley Bank en Santa Clara, California, el lunes. Foto: Terry Schmitt/UPI/Rex/Shutterstock

La mayor quiebra bancaria desde la crisis de 2008 sacudió al mundo entero. No obstante, en Silicon Valley también tuvo un efecto más matizado en las industrias regionales que prosperaron en torno al banco. Silicon Valley Bank financiaba a una amplia variedad de clientes en Silicon Valley. Su quiebra no solo afecta a las empresas tecnológicas, sino también a otras que prosperaron junto con el panorama de las startups, como las organizaciones sin fines de lucro, las pequeñas empresas, los vendedores de Etsy, los empleados de Buzzfeed y las bodegas de vino de California.

(Silicon Valley Bank) era realmente el corazón y los pulmones de la comunidad de startups tecnológicas en Silicon Valley, y en todo el mundo“, comentó Dan Ives, analista de la firma de inversión Wedbush Securities, con sede en Los Ángeles. “El efecto dominó se notará durante los próximos años“.

Ante el supuesto compromiso de Silicon Valley Bank con las causas progresistas, su difícil situación puso en peligro a más de mil 500 startups de tecnología climática y paralizó algunos planes de vivienda asequible que dependían de fondos de Silicon Valley Bank.

Mercy Housing, una de las organizaciones sin fines de lucro de vivienda asequible más grandes del país, estaba a punto de obtener un préstamo de Silicon Valley Bank para la construcción de un fraccionamiento en el corazón de San Francisco que ofrecería 112 viviendas, una iniciativa que “ahora se retrasó”, ya que el grupo busca opciones alternativas de financiamiento, explicó Kate Peterson, vicepresidenta senior de comunicaciones de Mercy Housing, a The Guardian en un comunicado. Añadió que la organización “confía” en que el proyecto saldrá adelante.

Es probable que varias empresas locales y organizaciones sin fines de lucro se vean afectadas, señaló Scott Wiener, senador del estado de California que representa a San Francisco y algunas partes del condado de San Mateo. “La pérdida del Silicon Valley Bank es perjudicial porque está absolutamente integrado en el ecosistema del Área de la Bahía relativo a la tecnología y algunas otras industrias”, comentó. “Sería lo mismo que si desapareciera un banco centrado en los agricultores en Nebraska. Eso sería realmente perjudicial para esa comunidad local”.

Como ocurre en el caso de las startups tecnológicas, los bancos regionales con experiencia en el sector desempeñan un papel importante para las organizaciones sin fines de lucro, añadió Wiener. En la década de 1990, cuando formaba parte de la junta directiva de LGBT Community Center –una organización sin fines de lucro de San Francisco al servicio de la comunidad local de personas lesbianas, homosexuales, bisexuales, transgénero y queer–, “ninguno de los grandes bancos quiso siquiera hablar con nosotros porque éramos únicamente una pequeña organización sin fines de lucro”. Los bancos regionales, en cambio, les dieron una oportunidad.

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El Silicon Valley Bank no solo prestó sus servicios a las startups y los inversionistas, sino también al ecosistema del Área de la Bahía de San Francisco que creció a su alrededor. Foto: Anadolu Agency/Getty Images

En los días posteriores a que comenzara la quiebra de Silicon Valley Bank, Wiener señaló que también se enteró de casos de pequeñas empresas de todo San Francisco, entre ellas una tienda de bicicletas y varios restaurantes, que no podían procesar sus nóminas porque la empresa con la que trabajaban operaba a través de Silicon Valley Bank.

“Si las empresas tecnológicas empiezan a dejar de pagar sus nóminas y las startups comienzan a desaparecer, eso es malo para la economía, es malo para un montón de personas normales que intentan vivir su vida”, señaló. “Creo que debido a su nombre (Silicon Valley Bank) existía esa impresión de que solo afectaría al sector tecnológico, y no es el caso“.

La quiebra de Silicon Valley Bank acelera las actuales crisis a las que se enfrenta el sector tecnológico en los últimos años, entre ellas los problemas de financiamiento, las series de despidos y la presión reguladora de Washington. Es posible que refuerce el argumento de que Silicon Valley necesita unos controles más estrictos, un argumento que se acentuó con la quiebra de empresas de alto perfil como WeWork y Theranos y con los interrogatorios exhaustivos y públicos realizados a ejecutivos del sector tecnológico en el Congreso.

La cuestión ahora es cómo se adaptará Silicon Valley a estas nuevas realidades. En medio de una recesión económica más amplia y el aumento de las tasas de interés, la industria tiene mucho menos flujo de caja que en el pasado, y sin Silicon Valley Bank el sector será aún más escaso en materia de financiamiento.

El Silicon Valley Bank fue realmente la base fundamental del auge tecnológico que observamos en la última década“, comentó Ives. “Esto cerrará la llave del dinero que llega a las startups que están en el Valley. Con la quiebra de Silicon Valley Bank –que en realidad era el padrino de este sector–, se enfrentan a un camino muy arduo”.

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