Twitter le ha estado enviando a la prensa el emoji de caca,¿por qué le gusta tanto a Musk?
Elon Musk tiene una gran afinidad por el emoji de caca (aunque no hay pruebas de que posea un cartel). Foto compuesta: The Guardian/Getty Images

¿Cómo describiría Twitter su propia relación con los medios de comunicación?

Con un emoji de caca.

Esa fue la respuesta aparentemente oficial de la empresa a una pregunta enviada por correo electrónico por The Guardian. Para ser justos, ahora es la respuesta automática para cualquier pregunta enviada a [email protected], como anunció Elon Musk el domingo, lo que presumiblemente obligó a muchos periodistas a resistirse a preguntar cómo se describiría él mismo.

No se trata de la primera vez que el CEO utiliza el emoji con tanta elocuencia. Cuando el exjefe de Twitter, Parag Agrawal, le ofreció una explicación detallada sobre por qué sería difícil calcular cuán propagados están los bots en la plataforma, Musk respondió con la misma imagen el pasado mes de mayo. Twitter citó esa respuesta en su demanda para obligar a Musk a completar la adquisición de la plataforma, lo que motivó que explicara con la brevedad propia de la marca que “? = BS (? = mentiras)”.

¿Por qué, exactamente, un hombre de 51 años parece estar atascado en la fase anal de Freud? Los psicoanalistas contactados por The Guardian se mostraron poco dispuestos a opinar, pero a Magdalena Wojcieszak, profesora de comunicación de la Universidad de California en Davis, no le sorprende. Musk, explica ella, está atrayendo simpatizantes empleando el lenguaje del populismo.

Se trata de “un indicador de esta tendencia más profunda de trivialización del discurso público y político en Estados Unidos”, señala Wojcieszak. “Uno de los aspectos del discurso populista y de los políticos populistas o de la retórica populista es la simplicidad, ¿verdad? Es la apelación a la gente común, al anti-intelectualismo, al anti-elitismo“. Esto concuerda con la imagen que Musk mantiene desde hace tiempo, la de un hombre de negocios poco convencional con predilección por la franqueza.

El emoji fomenta una mentalidad de “nosotros contra ellos“, señala Wojcieszak, “los buenos y virtuosos nosotros, los que son –en el caso de Donald Trump, por ejemplo– los verdaderos estadounidenses, los patriotas, y Musk está fomentando eso”. A los ojos de sus aliados, se está burlando de “ellos”, los supuestos izquierdistas de las universidades y los medios de comunicación, que quizás nunca se recuperen de su exposición a una imagen de caricatura de heces con ojos.

Las propias afiliaciones políticas de Musk pueden ser difíciles de descifrar; se ha descrito a sí mismo como centrista y ha expresado su apoyo a ambos grandes partidos estadounidenses. Como escribió Jeremy Peters en el periódico The New York Times el año pasado, “parece una persona más enérgica contra la izquierda que ideológicamente a favor de la derecha”. No obstante, sus tuits y acciones recientes –entre ellas sentarse al lado de Rupert Murdoch en el Super Bowl y enseñar la pistola que tiene en su mesa de noche– parecen estar claramente alineados con los conservadores.

Puede que eso no sea malo para el negocio, según comentó Wojcieszak. Antes de la Muskificación de Twitter, muchas personas de derecha percibían que la plataforma estaba sesgada en su contra. Los intentos de Musk de apropiarse de los liberales podrían estar contribuyendo a recuperarlos, aunque le cueste a la plataforma algunos usuarios de izquierda. Y como existen pocas alternativas a Twitter, comenta Wojcieszak, muchas de las personas que no están de acuerdo con Musk permanecen en la plataforma. Además, aunque los liberales odien lo que dice, acciones como esta atraen una gran atención de la prensa, señala Wojcieszak. “La cobertura gratuita es una buena cobertura“, dice.

No se sabe a ciencia cierta si su aparente estrategia para captar nuevos usuarios está funcionando. En noviembre, aproximadamente un mes después de que Musk adquiriera Twitter, un estudio independiente reveló indicios de crecimiento del número de usuarios en Estados Unidos, aunque el panorama general era turbio. No obstante, un estudio publicado en enero reveló una disminución general de los usuarios estadounidenses, y que los demócratas dejaban de utilizar la red en mayor medida que los republicanos o los independientes.

¿Debemos esperar que otras empresas sigan el ejemplo de Musk? ¿Facebook responderá las preguntas críticas con un emoji de puño de hierro? ¿Utilizará Sotheby’s la cara que vomita? ¿Utilizará Amazon un gif del cohete de Jeff Bezos? Todo ello es poco probable, comenta Wojcieszak.

“Es algo muy arriesgado para la mayoría de las empresas, que no pueden permitirse ese tipo de atrevimiento”, explica. Musk puede porque es muy rico, “pero también porque no es únicamente un hombre de negocios, es una especie de figura pública. De modo que eso le genera publicidad”.

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