La conexión Colston: cómo la casa del príncipe Guillermo en el palacio de Kensington está vinculada a la esclavitud
El príncipe Guillermo y Catalina, el palacio de Kensington y una estatua de Guillermo III. Foto: Guardian Design/Reuters/Brooke Newman/RAC archive/Public Record Office/Alamy

Una imponente estatua de bronce se erige sobre el cuidado césped del palacio de Kensington, un formidable homenaje a Guillermo III, que construyó el palacio como residencia real en el bullicioso corazón de Londres. Su tocayo, el actual príncipe de Gales, creció ahí con su madre, Diana, princesa de Gales, y en la actualidad es su residencia oficial en Londres con su esposa, Catalina.

En los últimos años ha aumentado el conocimiento sobre la inversión personal de Guillermo III en la trata trasatlántica de esclavos durante la época en que construyó el palacio de Kensington, y sobre la implicación de los sucesivos monarcas ingleses en la esclavitud y explotación a escala industrial de la población afro.

Recientemente, el rey Carlos III y el príncipe Guillermo hicieron declaraciones públicas en las que expresaron su “profundo dolor” por la “espantosa atrocidad de la esclavitud”, que, según comentaron, “mancha para siempre nuestra historia”. No obstante, ninguno de los dos reconoció explícitamente el alcance del papel de la monarquía.

En el palacio de Kensington, en las historias de reyes y reinas que se cuentan en los tableros de información del recorrido público, y en el exterior en la estatua de Guillermo III, no aparece ni una palabra sobre sus vínculos con la esclavitud.

Sin embargo, ahora un documento hallado en los archivos por la historiadora Dra. Brooke Newman, y publicado por primera vez por The Guardian, destaca la implicación de la monarquía británica en aquel espantoso comercio. La publicación del documento impulsa las peticiones de que la familia real investigue exhaustivamente sus vínculos históricos con la esclavitud transatlántica.

Cuatro líneas de una minuciosa caligrafía en tinta afirman que Guillermo III recibió mil libras en acciones en 1689. Las acciones pertenecían a la Royal African Company (RAC), que capturó, esclavizó y transportó a miles de personas africanas, gracias al poder de monopolio que le confería un decreto real. El documento contiene claramente el nombre manuscrito del ahora tristemente célebre Edward Colston.

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El documento que detalla la transferencia de acciones de la Royal African Company de Edward Colston al rey Guillermo III. Haga clic aquí para ampliar y guardar. Foto: Brooke Newman/Archivo RAC/Public Record Office

‘Acepto la transferencia’

Colston, venerado en su momento como filántropo en su ciudad natal, Bristol, fue denunciado por activistas modernos por su negocio de tráfico de esclavos, y los manifestantes derribaron su estatua en junio de 2020.

Después de que Colston transfirió las acciones de la RAC, el rey Guillermo III se convirtió en gobernador de la empresa y se enriqueció aún más gracias a ella. El decreto real otorgaba a la RAC un monopolio protegido forzosamente para comerciar con personas esclavizadas procedentes de África occidental.

La base de datos Slave Voyages, que recopila información obtenida de investigaciones históricas, afirma que en los 60 años de sus operaciones, la RAC trasladó a América a 186 mil 827 personas esclavizadas, entre ellas casi 24 mil niños. Más de 38 mil personas murieron durante los viajes.

Newman, que está escribiendo un libro, The Queen’s Silence, sobre la participación histórica de la monarquía británica en la esclavitud y su actual falta de reconocimiento, descubrió el documento de la transferencia de Colston en los Archivos Nacionales en Kew durante un viaje de investigación a Londres en enero. Fue contratada como consultora sobre los vínculos de la monarquía con la esclavitud por el proyecto Cotton Capital de The Guardian, el cual investigó los vínculos del periódico con la esclavitud.

Newman comentó: “Este documento ofrece pruebas claras de la participación fundamental de la monarquía del Reino Unido en la expansión del comercio de esclavos, y de la enorme importancia del apoyo de la corona en los viajes con fines de esclavitud a África. Edward Colston adquirió mala fama en la actualidad debido a la dedicada labor de investigación de los historiadores y de los activistas de Bristol, pero en realidad fue una figura mucho menos significativa que los sucesivos reyes y reinas que invirtieron y brindaron apoyo real a la esclavitud y al comercio de esclavos”.

Sobre el nombre manuscrito de Colston, el documento indica: “Transfiero mil libras que forman parte de mis acciones en la RACE (Royal African Company of England) a su alteza Guillermo Enrique Príncipe de Orange (sic)”.

Debajo de esto, el rey afirmó: “Acepto la transferencia del Sr. Colston de las mil libras antes mencionadas”. Se entregó esta participación accionaria al rey; la empresa le reembolsó el dinero a Colston. A cambio, el rey Guillermo III aceptó ser el gobernador de la RAC y actuar con “amabilidad” respecto a la empresa. Pronto las acciones de la RAC cuadruplicaron su valor, y se pagaron dividendos a Guillermo y a su esposa, la reina María II, que también poseía acciones de la RAC.

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El palacio de Kensington con la estatua de Guillermo III en primer plano. Foto: De Agostini/Getty Images

Pocos meses después de que Guillermo recibiera las acciones, se compró el terreno en el que se construiría el palacio de Kensington con fondos proporcionados por el parlamento para el nuevo rey.

Guillermo y María encargaron al arquitecto Sir Christopher Wren la construcción de una residencia digna de un rey. El palacio se convirtió en el hogar de sucesivos monarcas que estuvieron involucrados en el comercio de esclavos, incluida la reina Ana, que amplió la participación de Gran Bretaña al obtener el derecho de suministrar a las colonias españolas personas esclavizadas.

‘Busto de un hombre esclavizado’

Frente a la estatua de Guillermo III se encuentran los departamentos reales, en la sección privada del palacio de Kensington donde actualmente Guillermo y Catalina, y otras tres parejas reales tienen sus residencias y sedes londinenses. Cerca, en los Jardines de Kensington, se encuentra un parque infantil dedicado a Diana, quien se alojó en el palacio de Kensington con Guillermo y el príncipe Harry después de divorciarse de Carlos en 1996.

La sección del edificio abierta al público está gestionada por Historic Royal Palaces (HRP), un organismo de la realeza encargado del mantenimiento de las zonas desocupadas de varios palacios reales, entre ellos Hampton Court y la Torre de Londres. En el recorrido público del palacio de Kensington hay información sobre cómo Guillermo III construyó el palacio y sobre cómo quedó devastado por la muerte de María a causa de la viruela en 1694.

No obstante, en una visita realizada a principios de este año, The Guardian no pudo encontrar ninguna mención de su implicación, ni de la de ningún monarca, en la trata transatlántica de esclavos en los tablones de información, en la guía oficial ni en la estatua de Guillermo III.

La única representación de la esclavitud era una estatua expuesta en la Galería de la Reina. Se trataba del busto de un hombre afro que tenía un collar metálico atado alrededor de su cuello. Durante años, el HRP y la Royal Collection Trust, propietaria del busto, describieron la figura como “un sirviente personal favorito de Guillermo III”.

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Busto de un hombre esclavizado, hacia 1700. Foto: Royal Collection Trust/© His Majesty King Charles III 2023
Ahora la escultura es descrita como “busto de un hombre esclavizado”.

El cambio se realizó en 2021, según informa el HRP, después de que un curador realizara una auditoría de sus colecciones relacionadas con la historia afro. Sin embargo, todavía se ofrece una explicación limitada de lo que representa esta obra de arte. La Royal Collection Trust indicó que “no hay datos concluyentes” sobre quién la encargó o por qué.

Un vocero del HRP comentó que existía una “guía de la sala”, es decir, una carpeta de información que acompañaba al busto y que incluía el detalle de que “Guillermo III poseía una inversión personal en la esclavitud como accionista de la Royal African Company, que comerciaba con africanos esclavizados”.

La información de la guía de la sala también señalaba que Guillermo llegó a Inglaterra “acompañado de 200 africanos esclavizados procedentes de la colonia holandesa de Surinam”. El HRP indicó que el busto ya no se encontraba en el palacio debido a que lo habían prestado a otro lugar. La guía de la sala ya no está disponible en el recorrido público.

‘Profundamente en serio’

Muchas instituciones británicas, entre ellas la Iglesia de Inglaterra, reconocen actualmente su implicación histórica en la trata de esclavos.

En diciembre, el rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos encargó una investigación sobre el papel que desempeñó la familia real neerlandesa en la esclavitud y el colonialismo. Esto significa que una investigación oficial ajena al Reino Unido investigará la participación de Guillermo III en la trata de esclavos cuando era príncipe neerlandés.

En octubre de 2020, se informó ampliamente que el HRP se estaba preparando para realizar una revisión de los vínculos existentes entre sus propiedades y la esclavitud cuando anunció la búsqueda de un “curador para la historia inclusiva”.

En aquel momento, la curadora jefa adjunta de la organización, Lucy Worsley, señaló en una entrevista con el periódico The Times que el National Trust, que había encargado la revisión de los vínculos de sus propias propiedades con la esclavitud, llevaba “la ventaja”.

Worsley reconoció en aquel momento que “cualquier cosa que tenga que ver con los Estuardo” –la línea de monarcas británicos que abarca desde Jacobo I en 1603 hasta la reina Ana, que falleció en 1714– “contendrá un elemento de dinero procedente de la esclavitud”. Una opinión que existía sobre la reina Ana, según comentó Worsley, era que ella convirtió a Gran Bretaña en “la nación más exitosa del mundo en el comercio de esclavos”.

El HRP señaló que se habían “malinterpretado” las palabras de Worsley y que la organización nunca tuvo la intención de encargar una revisión.

El HRP colabora con la Universidad de Manchester en un proyecto de doctorado independiente que realiza la historiadora Camilla de Koning. Su proyecto analiza la implicación de la Corona en la trata de esclavos y su relación con el Imperio. Está previsto que De Koning finalice su doctorado en 2026.

Un vocero del HRP comentó: “Esta investigación proporcionará un mayor conocimiento sobre el tema y servirá de base para nuestro enfoque futuro”.

Un vocero del palacio de Buckingham indicó que apoyaba la investigación mediante la concesión de acceso a la colección real y a los archivos reales.

“Se trata de una cuestión que Su Majestad toma profundamente en serio”, señaló. “Como Su Majestad dijo en la recepción de jefes de gobierno de la Commonwealth en Ruanda el año pasado, ‘No puedo describir la profundidad de mi dolor personal por el sufrimiento padecido por tantas personas, mientras continúo profundizando en mi propia comprensión del impacto duradero de la esclavitud'”.

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