Filtración de documentos del Pentágono podría ser ‘la punta del iceberg’, dice informe
La autenticidad de los documentos no ha sido confirmada oficialmente, sin embargo, el Pentágono emitió un comunicado el domingo en el que señaló que los estaba revisando. Foto: Joshua Roberts/Reuters

La reciente filtración de más de un centenar de documentos secretos de defensa estadounidenses podría ser solo la “punta del iceberg” de un conjunto de material que empezó a circular mucho antes de que se difundiera ampliamente, según indica un nuevo informe.

La revelación de material altamente clasificado representa ya la peor violación de la seguridad nacional de Washington registrada en muchos años, e incluye detalles sobre la falta de munición en Ucrania, los métodos de recopilación de inteligencia de Estados Unidos utilizados contra Rusia y pruebas vergonzosas que indican que Estados Unidos espía a aliados cercanos como Ucrania, Corea del Sur e Israel. Los analistas sugieren que el daño causado a Estados Unidos aún podría empeorar mucho más.

El vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, comentó que el presidente estadounidense, Joe Biden, recibió información sobre la filtración a finales de la semana pasada y que lo mantenían al tanto de la evolución de la situación. Kirby también indicó que se estaba consultando a los aliados de Washington “a altos niveles”.

Uno de los documentos, fechado el 23 de febrero de este año y clasificado como secreto, describe de forma detallada el modo en que los sistemas de defensa antiaérea S-300 de la era soviética de Ucrania se agotarían el 2 de mayo si se mantiene el ritmo de uso actual. Se desconoce si Ucrania cambió desde entonces su ritmo de uso de los misiles S-300, si reabasteció sus existencias o si ahora utiliza en mayor medida otros sistemas antiaéreos.

El mismo documento también menciona una fuente de inteligencia llamada “Lapis time-series video”, una aparente referencia a un sistema de satélites poco conocido y estrechamente vigilado que permite obtener imágenes de objetos sobre el terreno.

El lunes, Ucrania desmintió un reporte según el cual se había visto obligada a modificar algunos planes militares antes de emprender una muy esperada contraofensiva debido a la filtración. El asistente presidencial Mykhailo Podolyak señaló que los planes estratégicos de Kiev permanecían inalterados, pero que las tácticas específicas siempre estaban sujetas a cambios.

La autenticidad de los documentos no ha sido confirmada oficialmente, sin embargo, el Pentágono emitió el domingo un comunicado en el que afirmaba que estaba revisando los documentos, los cuales “parecen contener material sensible y altamente clasificado”.

Una fuente de Defensa británica señaló el lunes que los reportes –citando los documentos– que afirman que un caza ruso estuvo a punto de derribar una aeronave de vigilancia británica frente a las costas de Crimea en septiembre “contienen imprecisiones y no reflejan lo que ocurrió en el espacio aéreo internacional sobre el Mar Negro”.

El secretario de Defensa de Gran Bretaña, Ben Wallace, reveló el incidente al parlamento en octubre y señaló en ese momento que el Reino Unido no consideraba que el caso fuera una escalada deliberada, sino que se había debido a un fallo técnico. También acusó a Moscú de actuar de forma imprudente.

El documento describe el incidente como un “casi derribo de un RJ británico”, en referencia al apodo Rivet Joint, utilizado habitualmente para los aviones de reconocimiento RC-135.

El grupo de periodismo de investigación Bellingcat rastreó la filtración a través de una serie de canales que utilizaban distintas comunidades de internet, la mayoría de ellas integradas por adolescentes con intereses que abarcaban desde los equipos militares, el cristianismo ortodoxo, la música y los videojuegos, y que todos ellos utilizaban Discord, una plataforma de mensajería muy popular entre los jugadores de videojuegos. El lenguaje racista era habitual en los foros de internet implicados.

Varios usuarios de Discord comentaron a Bellingcat que la fuente original de la filtración era un servidor utilizado únicamente por 20 personas, que tenía distintos nombres, el más frecuente Thug Shaker Central. Fue creado por seguidores de un popular YouTuber llamado Oxide, que publica videos sobre armas y otra utilería militar.

Las fuentes señalaron que las primeras filtraciones de Thug Shaker Central databan del pasado mes de octubre, e incluían muchos más documentos de los que han salido a la luz hasta el momento. Los documentos filtrados más recientes datan de principios de marzo. El filtrador presuntamente actuaba como administrador del servidor y creó un canal dentro de Thug Shaker Central llamado “Bear vs Pig”, dedicado a la invasión de Rusia contra Ucrania.

Los documentos no se difundieron fuera de Thug Shaker Central hasta finales de febrero, cuando uno de los usuarios del canal “Bear vs Pig”, un adolescente que se hacía llamar Lucca, empezó a publicar 107 de los documentos fotografiados en un servidor más utilizado, WowMao, para los admiradores de un YouTuber filipino afincado en el Reino Unido conocido por sus videos de memes, muchas veces relacionados con la historia de Europa y Asia.

El fundador de Thug Shaker Central, que ya fue eliminado, y dos de sus exusuarios, explicaron a Bellingcat que los archivos publicados en WowMao solo son la “punta del iceberg” en comparación con la cantidad de documentos publicados originalmente.

“No sabemos qué hay ahí fuera”, admitió Kirby el lunes. “No sabemos quién es el responsable de esto, y no sabemos si tienen más de lo que pretenden publicar. Por eso estamos vigilando este asunto y monitoreándolo lo mejor que podemos”.

Pocos días después, un usuario volvió a publicar 10 de las imágenes en un servidor de Discord para los jugadores del videojuego Minecraft. Las imágenes permanecieron ahí aparentemente desapercibidas durante otro mes antes de que un usuario publicara tres de ellas en un foro derechista, 4chan, y poco después, en abril, aparecieron cinco documentos en la aplicación de mensajería Telegram. En Telegram, una parte de los documentos sobre Ucrania fue manipulada con el objetivo de inflar las bajas ucranianas y disminuir las bajas rusas.

El Pentágono remitió la filtración al Departamento de Justicia para que inicie una investigación penal. Los documentos poseen diversas clasificaciones, entre ellas ultra secreto y Noforn, que significa “no apto para su divulgación a ciudadanos extranjeros”, lo que sugiere que el autor de la filtración es estadounidense. Antes de ser fotografiados y publicados, se imprimieron los documentos y las hojas fueron dobladas, posiblemente para guardarlas en un bolsillo.

Otro documento, marcado como ultra secreto y perteneciente a una actualización de inteligencia de la CIA del 1 de marzo, afirma que la agencia de inteligencia Mossad estaba alentando a sus oficiales a participar en las protestas contra los planes del gobierno israelí de debilitar la independencia del poder judicial. El gobierno israelí negó que el Mossad estuviera involucrado en las manifestaciones.

Uno de los retos a los que se enfrenta la investigación de la filtración es que el Pentágono hace circular este tipo de material de forma generalizada, considerando su carácter sensible. Miles de empleados y contratistas estadounidenses con frecuencia tienen acceso a material clasificado como ultra secreto y Noforn.

El Departamento de Defensa inició una revisión de los protocolos de distribución de material sensible como parte de una investigación general y una evaluación de los daños.

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