El 4 de julio es una celebración estadounidense. ¿Por qué es el día de mayor riesgo en cuanto a tiroteos masivos?
El segundo día de mayor riesgo de tiroteos masivos es el 5 de julio, seguido del día de Año Nuevo. Foto: Gary Hershorn/Getty Images

La violencia armada es una realidad cotidiana en todo Estados Unidos, pero un nuevo conjunto de investigaciones indica que el día de mayor riesgo de tiroteos masivos en Estados Unidos es el 4 de julio, fecha en que los estadounidenses celebran su independencia de Gran Bretaña.

Utilizando datos de la organización Gun Violence Archive, James Alan Fox, criminólogo de Northeastern University, descubrió que en la última década se registraron 52 tiroteos masivos el 4 de julio, un promedio de poco más de cinco al año, y más que en cualquier otro día.

Su análisis, que realizó para USA Today, destaca cómo, en un país en el que los republicanos de muchos estados han actuado para flexibilizar las leyes sobre armas, es rutinario que las reuniones, fiestas de vecinos y desfiles que se celebran para conmemorar el aniversario de Estados Unidos se conviertan en escenarios de matanzas.

“El hecho de que haya estados que permiten la portación oculta sin un permiso, sin ningún tipo de entrenamiento, resulta problemático. Por ejemplo, cuando se organizan fiestas de vecinos, la gente va con armas en sus bolsillos y después pueden empezar a discutir incluso por cosas triviales, lo cual puede desembocar en un tiroteo, y si se trata de una gran reunión como una fiesta de vecinos o una fiesta en un Airbnb, muchas personas resultan heridas por los disparos en el fuego cruzado”, explicó Fox.

“Es posible que no estén implicadas en esa discusión, en esa disputa, pero la bala no lo sabe”.

El año pasado, un hombre armado abrió fuego desde un techo y mató a siete personas que asistían a un desfile del Día de la Independencia en el acaudalado suburbio de Highland Park, Illinois, en Chicago. Este acto de violencia formó parte de una serie de asesinatos masivos que llevó a los republicanos del Congreso, renuentes al control de armas, a aliarse con los demócratas y aprobar una ley que incluía modestas reformas cuyo objetivo era poner fin a la violencia.

Sin embargo, continúa la ola de asesinatos y heridos. Aunque las definiciones de tiroteo masivo varían, Gun Violence Archive lo clasifica como incidentes en los que al menos cuatro personas resultan heridas por arma de fuego, reportando 647 de estos sucesos en 2022, y 340 en lo que ha transcurrido de este año.

Las masacres perpetradas en escuelas, centros comerciales e iglesias han conmocionado a los estadounidenses, pero este tipo de asesinatos masivos son comparativamente menos frecuentes. Definiéndolos como incidentes en los que han muerto al menos cuatro personas, Gun Violence Archive reporta 36 el año pasado, y 25 este año hasta la fecha.

Muchos tiroteos masivos son más bien como el que ocurrió en el vecindario de Brooklyn Homes en Baltimore el pasado fin de semana, en el que dos personas murieron y 28 resultaron heridas cuando unos hombres armados abrieron fuego en una fiesta de vecinos en un incidente que todavía se está investigando.

Daniel Webster, profesor especializado en estrategias de reducción de violencia armada de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, comentó que Brooklyn Homes es “una comunidad de escasos recursos, en la que mucha gente tiene dificultades y en la que es fácil conseguir armas. Así que, si juntas esa mezcla con las reuniones hasta la madrugada, tienes el potencial, en cualquier caso, de que se produzca un tiroteo masivo”. Brooklyn Homes no es más que uno de los muchos vecindarios empobrecidos de una ciudad que tiene una de las peores tasas de homicidios del país.

“Suele ser útil pensar en la violencia armada como un fenómeno de agravios y altercados”, continuó Webster. “Y estos aspectos pueden dar lugar a que se dispare a varias personas en lugar de a una, simplemente porque el 4 de julio reúne a las personas”.

Celebrado en una época del año en la que los índices de homicidio son históricamente elevados y las temperaturas son más altas –otro factor de homicidio–, es fácil que las disputas estallen durante las celebraciones del Día de la Independencia, explicó Jaclyn Schildkraut, directora ejecutiva del consorcio regional de investigación de la violencia armada en el Instituto Rockefeller de Gobierno.

“Sabemos que, para empezar, los homicidios suelen aumentar en los meses de verano, y suelen ser más frecuentes aproximadamente en julio y agosto”, señaló Schildkraut. “Hay muchas personas que se reúnen en grandes grupos en espacios normalmente abiertos, lo cual sabemos que también tiende a ser una característica de los tiroteos masivos. También sabemos, por supuesto, que cuando se añaden factores como el alcohol y otras posibles influencias… en conjunto, se crea una especie de tormenta perfecta en la que la situación va a empeorar con bastante rapidez”.

Después del 4 de julio, Fox descubrió que el segundo día con el mayor número de tiroteos masivos en la última década fue el 5 de julio, que registró 44 tiroteos. Fox atribuye los tiroteos del 5 de julio a fiestas nocturnas, o a años en los que la gente tiene el día libre debido a que el Día de la Independencia cae en domingo. En tercer lugar se situó el día de Año Nuevo, otro tradicional día de fiesta.

Los tiroteos masivos perpetrados el 4 de julio se han vuelto más frecuentes en los últimos años, según indican los investigadores. El año pasado, Schildkraut fue coautora de un estudio que reveló que los tiroteos masivos aumentaron después de que se declarara la emergencia de salud pública de Covid-19 en marzo de 2020, y alcanzaron su cifra máxima el Día de la Independencia antes de disminuir. El análisis de Fox, por otra parte, descubrió que se produjeron cuatro tiroteos masivos el 4 de julio de 2019, posteriormente nueve en 2020, 11 tiroteos en 2021 y 10 en 2022.

“Creo que uno de los desafíos en este ámbito es que las personas piensan que estos sucesos nunca pueden ocurrir en el lugar donde se encuentran”, comentó Schildkraut, quien creció cerca de Parkland, Florida, y estudió en Orlando, dos ciudades que han sufrido terribles tiroteos masivos.

“Existe la mentalidad de que no importa de qué variante de tiroteo masivo estés hablando, que las personas siguen resignadas a verlo como el problema de todos los demás menos el suyo y como algo a lo que nosotros respondemos, pero no trabajamos como nación, a un nivel muy general, con la misma eficacia para evitar que ocurra en primer lugar”.

Síguenos en

Google News
Flipboard