El poder legislativo del estado de Iowa votó en la noche del martes a favor de prohibir la mayoría de los abortos después de la sexta semana de embarazo, es decir, antes de que la mayoría de las personas sepan que están embarazadas.

Los legisladores republicanos, que ostentan la mayoría tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de Iowa, aprobaron el proyecto de ley antiaborto después de que la gobernadora, Kim Reynolds, convocara una sesión extraordinaria para someter a votación la prohibición.

El proyecto de ley fue aprobado con el apoyo exclusivo de los republicanos en un inusual estallido legislativo de un día que duró más de 14 horas.

La legislación entrará en vigor de forma inmediata después de que la gobernadora la firme el viernes y prohibirá los abortos después del primer signo de actividad cardiaca, por lo general aproximadamente en la sexta semana, con algunas excepciones para los casos de violación o incesto. La ley permitirá el aborto hasta las 20 semanas de gestación únicamente en determinadas condiciones de emergencia médica. Anteriormente, en el estado se permitían los abortos hasta las 20 semanas.

“La Corte Suprema de Iowa cuestionó si esta legislatura aprobaría la misma ley que aprobaron en 2018, y hoy tienen una respuesta clara”, señaló Reynolds en un comunicado. “Las voces de los habitantes de Iowa y de sus representantes elegidos de forma democrática ya no pueden ser ignoradas, y no se debería retrasar la justicia para los nonatos”.

La legislación es la más reciente de una serie de leyes antiaborto promulgadas en estados de todo el país desde que la Corte Suprema anuló el año pasado el caso Roe vs. Wade, poniendo fin al derecho nacional constitucional al aborto. Varios estados, entre ellos una zona del sur de Estados Unidos, promulgaron prohibiciones absolutas del aborto sin excepciones para los casos de violación o incesto.

Los preparativos ya estaban listos para presentar rápidamente impugnaciones legales en la corte y lograr que bloqueen la medida, una vez que Reynolds la firme y la convierta en ley.

La prohibición similar del aborto después de la sexta semana que la legislatura aprobó en 2018 fue bloqueada por la Corte Suprema del estado un año después. Sin embargo, desde ese fallo, se anuló el caso Roe y una corte más conservadora dictaminó que el aborto ya no es un derecho constitucionalmente protegido en Iowa. La corte estuvo dividida 3-3 el mes pasado en cuanto a si debía eliminar el bloqueo impuesto a la ley de 2018, un estancamiento que dio lugar a que Reynolds buscara aprobar una nueva legislación en una sesión especial esta semana.

“La ACLU de Iowa, Planned Parenthood y la Emma Goldman Clinic siguen comprometidas con la protección de los derechos reproductivos de los habitantes de Iowa a controlar sus cuerpos y sus vidas, su salud y su seguridad, incluyendo la presentación de una demanda para bloquear esta ley imprudente y cruel”, indicó el director ejecutivo de la Union Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Iowa, Mark Stringer, en un comunicado.

Por otra parte, Planned Parenthood North Central States anunció que remitirá fuera del estado a las pacientes que tengan previsto abortar en las próximas semanas. La organización, el mayor proveedor de abortos del estado, seguirá prestando atención a las pacientes que acudan antes de que se detecte actividad cardíaca.

Mientras los legisladores del estado debatían el proyecto de ley, multitudes de manifestantes se congregaron en la rotonda del capitolio en apoyo de los derechos reproductivos y corearon “expúlsenlos” contra los legisladores republicanos. Una encuesta de Des Moines Register/Mediacom Iowa realizada el año pasado mostraba que aproximadamente el 61% de los ciudadanos de Iowa en general estaban a favor del acceso al aborto, una cifra que coincide con las opiniones a nivel nacional sobre el derecho al aborto.

Durante una audiencia pública celebrada el martes antes de la votación, los legisladores escucharon a defensores y detractores del proyecto de ley, que realizaron breves declaraciones en las cámaras. Varios profesionales médicos y activistas por los derechos reproductivos instaron a la legislatura a reconsiderar el proyecto de ley, advirtiendo que causaría un inmenso daño a la sociedad, disminuiría la autonomía corporal e impediría que los médicos atendieran a las pacientes.

“Se estaría forzando a una mujer a asumir una obligación de por vida que afecta su educación, su vida profesional, su familia y su comunidad”, declaró a los legisladores Amy Bingaman, ginecóloga y obstetra.

Los defensores del proyecto de ley, muchos de ellos pertenecientes a organizaciones cristianas y grupos de activistas antiaborto de línea dura, agradecieron a los legisladores durante la audiencia y elogiaron el proyecto como una victoria para su movimiento.

The Associated Press contribuyó a este artículo.

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