Mujeres groenlandesas planean demandar al Estado danés por violación histórica de anticonceptivos

Decenas de mujeres groenlandesas que afirman que se les implantó el anticonceptivo de dispositivo intrauterino sin su consentimiento ni conocimiento tienen previsto demandar al Estado danés.

El grupo de 67 mujeres, algunas de las cuales tenían tan solo 12 años cuando los médicos daneses les colocaron el DIU en un intento por reducir la población de Groenlandia, forma parte de las 4 mil 500 mujeres y niñas afectadas entre 1966 y 1970.

Las mujeres han solicitado al gobierno una indemnización de 300 mil coronas danesas (749 mil pesos) por lo que afirman fue una “violación” que ha tenido importantes consecuencias en sus vidas. Si el gobierno no cumple, las mujeres planean llevar su caso a los tribunales.

Naja Lyberth, que hace seis años fue la primera mujer en denunciar que le habían colocado el dispositivo anticonceptivo sin su consentimiento durante un reconocimiento médico escolar cuando era una adolescente, acusó al Estado de esterilización concertada. 

“Nuestros abogados están convencidos de que se violaron nuestros derechos humanos y la ley con el dispositivo anticonceptivo”, declaró la psicóloga y activista en favor de las mujeres. Añadió que, aunque ella había tenido un hijo, muchas otras se habían dado cuenta de que no podían concebir. “Era lo mismo que esterilizar a las niñas desde el principio”.

También dijo que los cuidados posteriores eran muy deficientes. Muchas mujeres sufrieron dolores intensos, hemorragias internas e infecciones abdominales, y a otras tuvieron que extirparles el útero o perdieron la capacidad de tener hijos.

Una mujer no se enteró hasta el año pasado que le habían colocado un dispositivo anticonceptivo, dijo Lyberth.

A pesar de que Lyberth hizo pública su historia, el escándalo tardó varios años en atraer la atención general en Dinamarca. No fue hasta la publicación de una serie de podcasts de la radiotelevisión pública danesa cuando el tema empezó a cobrar fuerza política.

A principios de este año, el Estado danés y el Naalakkersuisut, el gobierno groenlandés, iniciaron una investigación imparcial sobre el caso del dispositivo anticonceptivo y otras prácticas de prevención del embarazo llevadas a cabo en Groenlandia entre 1960 y 1991, cuando el territorio autónomo recuperó el control de su sector sanitario.

Está previsto que la investigación presente su informe en mayo de 2025.

Lyberth, que tuvo dificultades para quedar embarazada, pero tuvo un hijo a los 35 años, dijo que las mujeres no deberían tener que esperar tanto para recibir una compensación por el sufrimiento al que se habían visto obligadas con el dispositivo anticonceptivo. Pero actuar, añadió, es un alivio.

“Ahora podemos fijar nuestros límites. Podemos recuperar nuestros propios recursos y luchar por la igualdad. No éramos iguales en Groenlandia cuando nos hicieron eso. Nunca habrían hecho eso en Dinamarca a las chicas danesas”.

Si el gobierno no se toma en serio los reclamos del dispositivo anticonceptivo, añadió: “demandaremos al gobierno ante los tribunales”.

Que el gobierno reconozca su sufrimiento sería un primer paso importante hacia la curación.

“El trabajo del médico es asegurarse de que estamos sanos. Nos hicieron enfermar, dañando nuestro útero y nuestra capacidad de tener hijos”, afirma Lyberth. “Es nuestro órgano interno más sagrado, el que se supone que debe dar vida a la siguiente generación. No está nada bien”.

La ministra danesa de Sanidad e Interior, Sophie Løhde, declaró: “Es un asunto profundamente trágico y las historias de estas mujeres me han impresionado profundamente. Es imperativo que investiguemos a fondo este asunto del dispositivo anticonceptivo, por lo que un equipo de investigadores está llevando a cabo actualmente una investigación independiente e imparcial del dispositivo anticonceptivo”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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