El futbolista Dele Alli revela que fue abusado sexualmente y traficó drogas cuando era niño
El mediocampista del Everton superó su adicción a los somníferos. Alli salió hace poco de rehabilitación tras sus problemas de salud mental.
El mediocampista del Everton superó su adicción a los somníferos. Alli salió hace poco de rehabilitación tras sus problemas de salud mental.
Dele Alli reveló que fue víctima de abuso sexual a los seis años y que vendía drogas a los ocho, en una entrevista en la que el exinternacional inglés se sinceró sobre su infancia traumática.
En una entrevista cruda y emotiva con Gary Neville en el podcast The Overlap, en la que Alli y Neville luchan contra las lágrimas, el jugador de 27 años ofrece un relato sincero de las razones por las que su carrera ha decaído en los últimos años.
Alli admite que en su vida adulta fue adicto a los somníferos y al alcohol para “escapar de la realidad” de su difícil crianza antes de ser adoptado por la familia Hickford. También consideró la posibilidad de retirarse a los 24 años y recientemente pasó seis semanas en un centro de Estados Unidos para que le ayudaran con su salud mental. Esa experiencia positiva, comenta, le ayudó a lidiar con el trauma y reavivó su pasión por el futbol. No obstante, fue la amenaza de un artículo sensacionalista sobre la rehabilitación de Alli lo que hizo que sus representantes contactaran a Neville antes de lo previsto.
El mediocampista del Everton le contó: “No es algo de lo que haya hablado mucho, pero hubo algunos incidentes que te dan una idea. A los seis años el amigo de mi madre, que iba mucho a casa, abusó sexualmente de mí; mi madre era alcohólica. Eso ocurrió a los seis años. Me enviaron a África para que aprendiera disciplina y después me regresaron. A los siete empecé a fumar y a los ocho a traficar drogas. Una persona mayor me dijo que no detendrían a un niño en bicicleta, por lo que iba por ahí con mi balón de futbol, y luego debajo llevaba las drogas; eso fue a los ocho”.
“A los once, un tipo del barrio vecino me colgó de un puente, un hombre. A los doce, me adoptaron, y desde entonces, me adoptó una familia asombrosa, no podría haber pedido mejores personas para hacer lo que hicieron por mí. Si Dios creó a las personas, fue a ellos”.
Alli admite que fue adicto a los somníferos durante varios años. Al principio se los recetó un doctor, pero los consiguió “fuera del deporte” a medida que empeoraba su adicción. Sus amigos y excompañeros del Tottenham, como Eric Dier y Harry Kane, intentaron ayudarlo, pero Alli comentó: “No me importaba, no aceptaba ayuda de nadie. Me sentía tan insensible a todo el mundo. Ahora estoy orgulloso de que ya lo superé”.
Y añadió: “Me hice adicto a los somníferos y seguramente es un problema que no solo tengo yo. Creo que es algo que ocurre más de lo que la gente se da cuenta en el futbol. Con nuestros horarios tienes un partido, tienes que levantarte temprano en la mañana para entrenar, tienes toda la adrenalina y demás, por lo que a veces está bien tomar una pastilla para dormir y estar listo para el día siguiente. Pero cuando tu sistema de la dopamina y tú están tan destrozados como yo, obviamente puede tener el efecto contrario, porque funciona para los problemas que quieres tratar y ese es el problema: funciona hasta que deja de hacerlo. Definitivamente abusé de ellas”.
“En realidad, nunca afronté el problema que estaba creciendo y los traumas que tenía, los sentimientos a los que me aferraba; intenté lidiar con todo ello yo solo. Mi familia adoptiva, mi hermano, había ocasiones en las que me apartaban llorando, pidiéndome que les hablara de lo que sentía, pero yo no podía hacerlo. Me perdí durante unos cuantos años, simplemente estaba alejando a todo el mundo, cuando tenía a la familia que me salvó la vida llorando, pidiéndome que les contara lo que pasaba, y yo simplemente no quería hacerlo”.
Alli ya no habla con su madre ni con su padre biológicos después de que lo dejaran sintiéndose “traicionado y herido” cuando lanzaron acusaciones contra su familia adoptiva en los medios de comunicación cuando él tenía 18 años. Sugirió que la salida de Mauricio Pochettino de los Spurs en 2019 contribuyó al declive de una carrera que le valió dos premios al mejor jugador joven del año de la Asociación de Futbolistas Profesionales en 2016 y 2017.
“Fue difícil para mí cuando se fue y me costó mucho dejar entrar a alguien más en ese momento”, explicó Alli, que formó parte de la selección inglesa que logró llegar a las semifinales del Mundial de 2018. “Me sentí falso cuando hablaba con otros directivos y probablemente se debió a mí y a mi ego. Sentí que no querían conocerme a nivel personal, por lo que después me resultó difícil comprometerme y darlo todo”.
Alli añadió: “Probablemente el momento más triste para mí fue cuando (José) Mourinho era el entrenador y dejó de hacerme jugar. Recuerdo que me encontraba en un mal momento y simplemente me miraba al espejo preguntándome si podría retirarme ahora, a los 24 años, haciendo lo que me gusta. Eso fue desgarrador para mí, tener siquiera ese pensamiento; me dolió mucho y fue otra cosa con la que tuve que cargar”.
Al mediocampista encargado de las jugadas le quedan 12 meses en su contrato con el Everton y no hay certeza de que forme parte de los planes de Sean Dyche para la próxima temporada. El Everton debe pagar 10 millones de libras (unos 200 millones de pesos) a los Spurs si Alli juega 20 partidos, y hasta el momento ha disputado 13 con el club, que atraviesa dificultades económicas.
Alli, que se está recuperando de una lesión que sufrió durante su cesión al Besiktas la temporada pasada, comentó: “Cuando regresé de Turquía, me enteré de que necesitaba una operación y mentalmente estaba en un mal momento. Decidí ir a un centro moderno de rehabilitación para la salud mental. Ahí tratan la adicción, la salud mental y los traumas, porque era algo que me pareció que había llegado el momento de hacer. Creo que en este tipo de cosas no te pueden decir que vayas. Creo que tienes que saberlo y tienes que tomar la decisión tú mismo, si no, no va a funcionar”.
“Por dentro, definitivamente estaba perdiendo la batalla y había llegado el momento de cambiarlo porque cuando me lesioné y me dijeron que necesitaba una cirugía, pude sentir las sensaciones que sentía cuando empieza el ciclo y ya no quería que me pasara. Así que estuve ahí seis semanas y Everton se portó increíble al respecto. Me apoyaron al 100% y siempre estaré agradecido con ellos”.