Graban a orcas matando y alimentándose de ballenas azules en brutales ataques Graban a orcas matando y alimentándose de ballenas azules en brutales ataques

Desde arrebatar a los leones marinos de las playas hasta aturdir a los peces con un golpe de su cola, las orcas son famosas por sus técnicas de caza altamente especializadas que se transmiten de generación en generación. Ahora, por primera vez, se registró en video a las orcas cazando al animal más grande del planeta –la ballena azul– en ataques coordinados y brutales.

Las manadas de ballenas asesinas lideradas por hembras, también conocidas como orcas, fueron grabadas matando y comiendo ballenas azules en tres ataques separados frente a la costa de Australia desde 2019, según un artículo publicado en Marine Mammal Science.

Anteriormente existían informes sobre el hecho de que estos depredadores alfa “perseguían” a las ballenas azules -que llegan a medir hasta 33 metros de largo-, sin embargo, los ataques autentificados son extremadamente poco frecuentes. Esta investigación es la primera que documenta de forma oficial estas ejecuciones, incluyendo detalles sobre el modo en que las orcas nadan dentro de la boca de la ballena azul para comerse su lengua justo antes de que muera.

“Aquí proporcionamos la primera documentación de orcas matando y comiendo ballenas azules: dos individuos muertos, con 16 días de diferencia en 2019, y un tercero en 2021”, escribieron los investigadores en el artículo. “En particular, la primera ballena cazada parecía ser un ejemplar adulto sano”.

Todos los ataques ocurrieron frente a la Bahía de Bremer en Australia Occidental, a una distancia de 60 km de la costa, y fueron observados desde embarcaciones comerciales de observación de ballenas. En los tres ataques participaron muchas hembras individuales. El ataque de marzo de 2019 fue contra una ballena adulta sana, de entre 18 y 22 metros de longitud. Lo coordinaron al menos 12 orcas, lideradas por ocho hembras adultas y un macho, con otras más jóvenes como observadoras.

Graban a una manada de orcas matando y alimentándose de ballenas azules en 2019, video

Cuando los observadores llegaron al lugar, ya le habían arrancado grandes trozos de piel y grasa a la ballena azul adulta y le habían mordido la mayor parte de la aleta dorsal. Tras una hora de incesantes ataques, tres orcas hembras se alinearon una al lado de la otra y embistieron a la ballena azul por un costado, empujándola bajo el agua, mientras otras dos atacaban su cabeza.

La última nadó dentro de su boca y comenzó a comer su lengua, que es densamente nutritiva.

En las seis horas siguientes, se unieron a la alimentación otras 50 orcas, así como al menos 200 pardelas patas pálidas, más de 20 paíños y al menos un albatros. Durante los días siguientes, varias docenas de aves continuaron alimentándose de las sobras. “Visitamos el lugar de la matanza durante seis días después del ataque, y durante los primeros días hubo una gran mancha en la superficie en la que emanaba aceite del cadáver que estaba en el fondo del mar”, escribieron los investigadores. No se volvieron a observar las orcas en el lugar.

El siguiente ataque, unas semanas después, fue contra una cría de ballena azul de entre 10 y 12 metros de largo. Fue dirigido por 25 orcas, incluidas 22 hembras, a una distancia de unas 25 millas del primer ataque. Casi al final del ataque, una hembra adulta nuevamente metió la cabeza dentro de la boca de la ballena azul para alimentarse de su lengua.

Durante las siguientes tres horas y media, alrededor de 50 orcas se alimentaron del cadáver, sacando a la superficie grandes trozos de carne, que fueron despedazados y consumidos por varios miembros de la manada. Los investigadores señalaron que no hubo indicios de agresividad ni de una alimentación frenética.

Graban a orcas matando y alimentándose de ballenas azules en brutales ataques - orcas
Las orcas embisten contra la cría de ballena azul. Le quitaron grandes trozos de carne de los costados. Foto: John Daw/Australian Wildlife Journeys

El tercer ataque fue contra una cría de un año, de entre 12 y 14 metros, a la que persiguieron durante 15 millas durante 90 minutos. La matanza implicó la misma estrategia de alineación y empujar a la ballena por debajo de la superficie, al mismo tiempo que atacaban su boca. 12 orcas, entre ellas seis hembras, iniciaron el ataque. Aparecieron al menos 50 ejemplares para alimentarse del cadáver.

Las manadas de orcas son matriarcados, liderados por la hembra de mayor edad, y cualquier cría masculina es descendiente de la matriarca. Anteriormente, se asumía que para que los ataques de las orcas contra grandes ballenas fueran exitosos, se necesitaba la participación de machos adultos, sin embargo, los tres ataques fueron liderados por hembras, que son aproximadamente un 20% más pequeñas. Los investigadores explicaron que las hembras tienen que alimentar a sus crías y es posible que necesiten alimentarse con mayor frecuencia que los machos, lo que posiblemente las vuelve más propensas a iniciar los ataques.

Las orcas son conocidas por cazar grandes presas, de forma parecida a las manadas de lobos, depredando con éxito ballenas grises, leones marinos, delfines e incluso grandes tiburones blancos. Este estudio añade a la lista a la criatura más grande del planeta, sugiriendo que la única ballena barbada inmune a los ataques de estos depredadores alfa es la ballena jorobada adulta.

La mayor parte de las poblaciones de orcas se especializan en un determinado tipo de presa, sin embargo, las orcas de la Bahía de Bremer tienen una dieta particularmente diversa. También se les ha observado atacar a zífidos que bucean a gran profundidad, a ballenas minke antárticas y a ballenas jorobadas de un año de edad, empleando estrategias de manada similares para cazar.

Las orcas suelen ser oportunistas cuando se trata de alimentarse de mamíferos, dijo uno de los autores, Robert Pitman, de la Universidad Estatal de Oregón, por lo que esto podría ser un retorno a la normalidad a medida que las poblaciones de ballenas azules se recuperan después de siglos de caza de ballenas. “Tal vez lo que estamos comenzando a observar ahora es cómo era el océano antes de que acabáramos con la mayoría de las grandes ballenas… A medida que algunas de estas poblaciones continúan recuperándose, tenemos más posibilidades de observar cómo funcionan los ecosistemas marinos normales”, señaló.

Los científicos indican que estos descubrimientos son importantes para comprender la forma en que las orcas moldean las comunidades marinas, y también la forma en que podrían repercutir en las poblaciones de ballenas azules que se están recuperando de la histórica caza de ballenas. Se calculaba que antes de la caza de ballenas existían unas 300 mil ballenas azules y ahora es posible que existan entre 15 mil y 20 mil, y se cree que su número está aumentando.

Erich Hoyt, becario de investigación de Whale and Dolphin Conservation, comentó que el “excelente” artículo confirmaba lo que se conocía sobre las orcas y la forma en que atacaban, incluyendo el ataque contra la lengua, que se ha registrado en otras especies de ballenas. “Sin embargo, las excelentes fotografías del artículo y los extraordinarios detalles proporcionados por los científicos nos ofrecen una visión real de cómo ocurre”.

“Este artículo es el primero que confirma realmente la matanza de una ballena azul y, al mismo tiempo, proporciona una confirmación contundente de que las orcas incluso cazarán ballenas azules maduras y sanas”, dijo.

Esta conducta de las orcas de alimentarse de grandes ballenas se ha observado en otras partes del mundo, como en el Pacífico Norte, aunque no es habitual y la mayoría de las manadas de orcas no consideran a las grandes ballenas como alimento, indicó Hoyt. “Estas orcas en particular en las costas del sur de Australia viven de una dieta inusualmente diversa”, señaló.

“Esto resulta extraño porque en otras partes del mundo, las orcas son comedores quisquillosos y suelen aprender de su manada cómo atrapar la comida, y cuál es la comida, y se quedan con eso, ya sea salmón alrededor de la isla de Vancouver o crías de león marino en Punta Norte en el sur de Argentina”.

El Dr. Peter Richardson, director de recuperación de océanos de la Marine Conservation Society del Reino Unido, comentó: “Este fascinante artículo amplía nuestros conocimientos sobre las especies que son presas de las orcas. No obstante, el pequeño tamaño de la muestra limita los conocimientos que podemos obtener. Es posible que este comportamiento haya ocurrido durante siglos en el océano abierto, donde resulta difícil estudiarlo”.

Encuentre más cobertura sobre la era de la extinción aquí, y siga a los reporteros de biodiversidad Phoebe Weston y Patrick Greenfield en Twitter para conocer las últimas noticias y artículos.

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