Cuando los ricos se divorcian: ¿Qué les depara el futuro a Bill y Melinda Gates?
Bill y Melinda Gates en 2018. La pareja no pudo evitar el destino de muchos de los mega-ricos que se divorcian. Fotografía: Kevin Mazur / Getty Images para Robin Hood

El anuncio de que Bill y Melinda Gates se iban a divorciar fue bastante amistoso, lo que sugiere una separación sin problemas entre la famosa pareja que convirtió una fortuna de software multimillonaria en una fuerza impulsora de la filantropía mundial.

“Después de mucho pensarlo y trabajar en torno a nuestra relación hemos tomado la decisión de poner fin a nuestro matrimonio”, tuitearon Bill Gates, cofundador de Microsoft y Melinda French Gates el 3 de mayo. “Continuamos compartiendo nuestra creencia en esa misión y continuaremos nuestro trabajo juntos en la fundación, pero creemos que ya no podamos seguir juntos como pareja en esta próxima fase de nuestras vidas”.

Si bien la petición de divorcio de Melinda French Gates, presentada en la corte superior de Washington, en el condado de King, decía que “este matrimonio está irremediablemente roto”, también indica que los posibles puntos de discordia ya se han resuelto. El documento reveló que habían firmado un “contrato de separación”. French Gates pidió a la Corte que dividiera sus activos de acuerdo con este contrato y dijo que “no es necesaria la manutención del cónyuge”. French Gates tampoco solicitó un cambio de nombre.

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La pareja no pudo evitar el destino de muchos de los ultrarricos que se divorcian y su matrimonio se convirtió en objeto de un enfebrecido escrutinio de la prensa. En días, las publicaciones de noticias detonaron primicias sobre el supuesto comportamiento descarriado de Gates, incluidas historias sobre sus supuestos vínculos con el delincuente sexual Jeffrey Epstein.

El Wall Street Journal informó que los ejecutivos de Microsoft determinaron que Gates “necesitaba renunciar a su consejo en 2020” mientras realizaban una investigación sobre una aventura que tuvo con una empleada. Esta relación romántica fue “considerada inapropiada”. Gates renunció a su puesto como director en el consejo antes de que concluyera la investigación, y antes de que otros miembros pudieran emitir una decisión formal sobre esta relación, informó el periódico.

Hubo una aventura hace casi 20 años que terminó de manera amistosa”, comentó un portavoz de Gates, diciendo que su “decisión de dejar el consejo no estaba relacionada de ninguna manera con este asunto”.

Hubo varias ocasiones en las que Gates “pretendió a mujeres que trabajaban para él en Microsoft y la Fundación Bill y Melinda Gates”, afirmó el New York Times, citando a personas con “conocimiento directo de sus acercamientos”. French Gates también había expresado su malestar porque Gates pasaba tiempo con Epstein, a quien supuestamente conoció a principios de 2011, tres años después de que Epstein se declarara culpable de seducción de menores, según los informes.

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Un mes después de que Epstein se suicidara en la cárcel en agosto de 2019, el Wall Street Journal publicó una entrevista con Gates donde dijo: “No tenía ninguna relación comercial o amistad con él”. Pero el Times informó en octubre de 2019 que Gates se reunió con Epstein “en numerosas ocasiones”.

“Su estilo de vida es muy diferente y un poco intrigante, aunque no era algo para mí”, supuestamente dijo Gates en un correo electrónico a sus colegas después de conocer a Epstein por primera vez. French Gates estaba “descontenta” cuando la relación de Gates y Epstein se filtró en las noticias, dijo el periódico. El diario informó que French Gates “realizó varias llamadas” cuando se publicó el artículo del Times. El Times explicó que French Gates comenzó a consultar con abogados y asesores matrimoniales para ayudar a la pareja a dividir sus activos.

The Daily Beast informó el 16 de mayo que Epstein aconsejó a Gates sobre cómo poner fin a su matrimonio después de que el titán de la tecnología se quejara de Melinda “durante una serie de reuniones”. Gates supuestamente dijo que su matrimonio era “tóxico” en una conversación con Epstein, “un tema que hizo gracia a ambos hombres”, según el informe del Daily Beast.

También surgieron detalles menos sensacionales sobre las tribulaciones de la pareja. El New York Post, citando una fuente, informó que “Bill sí habló con sus amigos cercanos en el campo de golf. Él les dijo hace un tiempo que en su matrimonio no hubo amor, que había terminado por algún tiempo y que estaban viviendo vidas separadas“. Una fuente le dijo al New York Times que cualquiera que observara el lenguaje corporal de French Gates en algunos eventos públicos, como funciones filantrópicas, podría darse cuenta de que no estaba contenta.

Un representante de medios de Bill Gates dijo en un correo electrónico: “Las afirmaciones de que Gates tuvo alguna conversación personal con Epstein en estas reuniones, que eran sobre filantropía, simplemente no son ciertas”.

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Es falso decir que Gates buscó o recibió consejos matrimoniales, o consejos de cualquier tipo, de Epstein“, decía el correo electrónico. “Es falso decir que se quejó de su matrimonio o de Melinda con Epstein, y mucho menos con cualquier otra persona”. También aseguraron: “Es falso decir que ir a casa de Epstein fue un ‘respiro de su matrimonio'”.

Dijeron que es “falso decir que alguna vez hubo alguna discusión sobre la participación de Epstein en la Fundación Gates”. Un portavoz de la fundación comentó que “la fundación nunca tuvo tratos financieros con Jeffrey Epstein”.

Ni los abogados de French Gates, ni el contacto de prensa que se le proporcionó, respondieron a las solicitudes de comentarios.

Aunque han surgido afirmaciones sensacionalistas, los observadores no deben asumir que esto afectará su contrato de separación por su divorcio, dicen los expertos en disoluciones.

“No importa cuál sea el drama que se desarrolla o surge en los medios de comunicación o en cualquier otro lugar, e incluso en los rumores; el acuerdo básicamente será el acuerdo”, dijo Bonnie Rabin, una abogada de divorcios veterana en la ciudad de Nueva York.

“Hicieron lo que hace la mayoría de las personas súper ricas. Han estado lidiando con esto durante varios meses, han hecho su acuerdo, lo han presentado a la Corte. Es básicamente un trato hecho”.

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Nancy Chemtob, abogada matrimonial veterana en la ciudad de Nueva York, dijo que dada la cantidad de dinero involucrada y la duración de su matrimonio, es lógico que sea un “caso 50-50” en términos de la división de activos.

Pero no está claro cómo, exactamente, el divorcio afectará su fundación. Tampoco es un problema menor. La Fundación Gates se ha convertido en una fuerza mundial en filantropía, especialmente en las áreas de la lucha contra las enfermedades. Pero también aborda la pobreza y la desigualdad con muchos proyectos en todo el mundo. La fundación ha brindado apoyo financiero para parte de la cobertura de temas de desarrollo global de The Guardian.

Un representante de medios dijo en un correo electrónico que ambos seguirán como co-presidentes y fideicomisarios de la fundación. “No se planean cambios en sus roles o en la organización”, dijo el comunicado. “Continuarán trabajando juntos para dar forma y aprobar las estrategias de la fundación, defender los problemas de la fundación y establecer la dirección general de la organización”.

“Básicamente, esta es una entidad separada de su dinero o su riqueza personal, por lo que no es como si la fundación se dividiera en el divorcio”, dijo Thad Calabrese, profesor asociado de administración financiera en NYU Wagner.

La entidad de la fundación Bill y Melinda Gates seguirá existiendo: el dinero que hay está ahí y no pueden sacarlo. Sin embargo, es posible que el divorcio afecte sus futuras contribuciones a la fundación, o comiencen a enfocarse en diferentes áreas de interés, dijo Calabrese.

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Aunque Gates no ha sido acusado de mal comportamiento con Epstein, siempre es posible que los informes de supuestos vínculos puedan afectar a la fundación.

“Siempre existe la preocupación, y no solo para las fundaciones, sino también en el sector sin fines de lucro, de que la apariencia de incorrección a veces puede ser tan mala como la irregularidad real en sí misma”, dijo Calabrese. “Entonces, la preocupación de que esto pueda asustar a los futuros donantes de la fundación, o que la fundación tenga un papel menor debido a ello, es una posibilidad real.

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